Una elefanta escapada de un circo arranc¨® una farola en Arganda

Sofana, cuando tiene sed por la noche, no se va a la cocina sino a la calle a buscar un r¨ªo. Una elefanta, de 22 a?os, propiedad del Nuevo Circo Americano, vag¨® tranquilamente durante la madrugada del jueves al viernes por las calles de Arganda del Rey (28.400 habitantes), porque estaba sedienta.El paquidermo, algo despistado por no encontrar corrientes de agua, s¨®lo pudo olisquear una alcantarilla. "El sonido que proven¨ªa de ella le pareci¨® lo m¨¢s cercano al de los r¨ªos africanos", comenta Jos¨¦ Luis Aceituno, concejal de servicios generales de Arganda. Junto a la alcantarilla se levantaba una farola. Sofana no lo dud¨®. La arranc¨® creyendo que era un ¨¢rbol. "El pobre animal pens¨® que bajo la farola estaba el manantial. Igualito, que en la selva", bromeaba Aceituno.

La farola qued¨® tendida en mitad del Paseo de la Estaci¨®n, seg¨²n inform¨® ayer Abc. Como no pod¨ªa paliar su sed, en compensaci¨®n, la elefanta se zamp¨® un ¨¢rbol. A los pocos minutos, unos veinte incr¨¦dulos conductores, miraban asustados al paquidermo. "Pero eso fue al principio, porque pronto comenzaron a ponerle las luces tocar la bocina. El pobre animal se asust¨® y se refugi¨® junto al campo de f¨²tbol", relata Aceituno.

Minutos despu¨¦s llegaron las primeras dotaciones policiales. Ocho agentes y un empleado municipal, poco especializados en este tipo de animales, no pudieron convencer a Sofana de que las farolas no deben ser arrancadas. Tuvieron que avisar a su cuidador, quien "con cuatro palabras que no entendimos, se la llev¨® de vuelta al circo", reconoce el edil.

Por su parte, la Guardia Civil ha abierto diligencias contra el domador por presunta imprudencia ya que el lugar donde se encierra al animal no re¨²ne suficientes medidas de seguridad. "Sofana y sus seis compa?eros son guardados, sin atar, en una recinto cubierto por lonas. Es como una tienda de campa?a gigante, pero para elefantes", dice el concejal.