Una secretaria despedida del trabajo acusa al empresario de acoso sexual
El juicio destapa acusaciones de chantaje, detectives y joyas
"Parece que estamos viendo una pel¨ªcula. C¨®mo va a acosar sexualmente un hombre de 71 a?os" dijo el abogado de la defensa. "A esa edad no se podr¨¢n hacer proezas; pero acoso, s¨ª. Hay una famosa expresi¨®n castellana que asocia la palabra verde con otro calificativo" contest¨® el abogado de la acusaci¨®n. Fueron tres horas de juicio sobre el supuesto acoso sexual de un empresario a su secretaria. Concepci¨®n Canet, de 40 a?os, pide la nulidad de su despido alegando que la echaron de su trabajo por no acceder a los requerimientos sexuales de su jefe, Jos¨¦ Celma, presidente de Seguros Metr¨®polis.
"He sentido el abuso del poder y no he podido desarrollar mi trabajo con dignidad", declaraba Concepci¨®n Canet, minutos antes del juicio, que se celebr¨® ayer en el juzgado de lo social n¨²mero 21 de Madrid. "Estoy dispuesta a llegar hasta el final, porque yo no le tengo miedo a ese se?or". Jos¨¦ Celma, casado y con tres hijos, no acudi¨® a la vista oral; deleg¨® en su abogado, Antonio de la Fuente, por entender que lo que se estaba juzgando era la validez de un despido, y de eso ha de rendir cuentas la_empresa. De la Fuente se centr¨® en que todo el proceso era fruto de un chantaje para lograr dinero.
Uno de los testigos de la defensa,, Antonio Sainz Garc¨ªa, asesor jur¨ªdico de Metr¨®polis, declar¨® que Concepci¨®n Canet le hab¨ªa pedido 40 millones de pesetas "a cambio de guardar silencio y no montar un esc¨¢ndalo en la prensa en v¨ªsperas de la entrega del Premio Juan Carlos I de Econom¨ªa [creado por Jos¨¦ Celma] el pasado diciembre". Filtrar informaciones sobre este premio es una de las causas que figuran en la carta de despido de Canet, junto a "la falta de puntualidad, la demora en terminar los trabajos encomendados y el uso abusivo del tel¨¦fono de la empresa para fines particulares".
Vac¨ªos legales
"El despido [de octubre de 1994] es totalmente procedente y lo del acoso sexual es una invenci¨®n de esta se?ora que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid quiere ir en canoa a Valladolid", dijo De la Fuente. Pregunt¨® por qu¨¦ Concepci¨®n Canet, si tan mal lo estuvo pasando durante tres a?os, no acudi¨® a Inspecci¨®n del trabajo o pidi¨® la rescisi¨®n del contrato. Hizo hincapi¨¦ adem¨¢s en los vac¨ªos de la legislaci¨®n espa?ola sobre acoso ' sexual en el orden laboral.
El abogado de la acusaci¨®n, Rom¨¢n Gil, aport¨® como indicios del acoso sexual un informe del Insalud, fechado el pasado enero, sobre el trastorno de ansiedad y la crisis de angustia que sufre Concepci¨®n Canet, m¨¢s el testimonio de dos abogados y una amiga de la demandante que hablaron de la depresi¨®n que hab¨ªa atravesado por los supuestos acosos. "He comprobado su estado de ansiedad, angustia y temor. No se puede llorar lo que ha llorado delante de m¨ª si realmente no hay algo detr¨¢s", dijo una de las testigos de la acusaci¨®n, Mar¨ªa del Mar Abril, abogada que le tramit¨® su separaci¨®n matrimonial.
Rom¨¢n Gil cont¨® que el acoso comenz¨® en v¨ªsperas de la Navidad de 1991, "cuando le regal¨® tres joyas por valor de 300.000 pesetas". En febrero de 1992, coincidiendo con los tr¨¢mites de separaci¨®n de Canet, se propuso con total claridad que se convirtiera en su amante; le dijo que casarse no, que ya era muy mayor, pero que ella era el ¨²ltimo tren de su vida. Por cierto, que su esposa fue en tiempos su, secretaria. A mediados de 1992, comenz¨® a acosarla fisicamente en su despacho de la calle de Alcal¨¢".
. La defensa de Jos¨¦ Celma concluy¨® que la otra parte no hab¨ªa aportado prueba alguna, "ni el m¨¢s m¨ªnimo atisbo", de que hubo acoso sexual. La acusaci¨®n de Concepci¨®n Canet hizo el mismo reproche_en sentido contrario la empresa no hab¨ªa sido capaz de explicar, ni con los seis testigos que aport¨®, las faltas profesionales que hab¨ªan motivado. el despido. Uno de los testigos, Gonzalo Cuadrado, testific¨® que como jefe de personal no le constaba que hubiera habido "quejas sobre la trabajadora".
En busca de moral
En el juicio por despido improcedente hubo un punto especialmente pol¨¦mico. La defensa aport¨® como prueba un informe de una empresa de detectives que investig¨®, a requerimiento de Metr¨®polis, "la conducta moral" de la despedida Concepci¨®n Canet en su anterior trabajo. El detective Miguel Guti¨¦rrez de clar¨® ante la juez Nieves Buis¨¢n que en la empresa Zardoya Otis, donde la denunciante trabaj¨® en los a?os setenta, le dijeron que "era muy v¨¢lida profesionalmente". "Me lo dec¨ªan con una risita y yo sospech¨¦ que hab¨ªa algo m¨¢s".Cont¨® que despu¨¦s de indagar le confesaron que all¨ª tambi¨¦n hab¨ªan tenido problemas con Canet, porque andaba contando entre sus compa?eros que su jefe le hab¨ªa acosado sexualmente.
Rom¨¢n Gil, abogado de Canet, mostr¨® su indignaci¨®n: "Me parece muy grave que se pida un informe sobre la moralidad de una persona y se intente presentar como prueba; es una clara vulneraci¨®n de los derechos fundamentales. Volvemos a lo mismo de siempre: cuando una mujer acusa de acoso sexual a un hombre; ¨¦ste intenta demostrar que es una casquivana". En otro momento de la vista, Gil resumi¨®: "Es la t¨ªpica cultura machista que han sufrido muchas trabajadoras de este pa¨ªs".
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