Una torera valiente
D¨¢vila / Cervantes, Vega, Belmonte
Novillos de Sancho D¨¢vila, con trap¨ªo, encastados, nobles. Paco Cervantes: estocada corta (aplausos y salida al tercio); pinchazo y estocada (aplausos). Mari Paz Vega: pinchazo hondo ca¨ªdo y bajonazo escandaloso (divisi¨®n y saluda); cuatro pinchazos bajos y estocada corta trasera (aplausos). Gil Belmonte: estocada trasera y tres descabellos (oreja); pinchazo escandalosamente bajo, pinchazo bajo y estocada trasera (palmas). Plaza de Valdemorillo, 4 de febrero. 1? corrida de feria. El quinto novillo peg¨® un volteret¨®n a Mari Paz Vega en plena faena de muleta. La hab¨ªa empezado sentada en el estribo, llev¨® el novillo a los medios mediante ayudados, ensay¨® el derechazo, di¨® varios sin mando ni ajuste, Y en uno de ellos el animal se revolvi¨®. Revuelto que fue, la entrampill¨® por la abdominal parte, la volte¨® sin mirar d¨®nde y cuando la torera cay¨® al suelo volvi¨® a hacer por ella, prendi¨¦ndola de nuevo, con detrimento del vestido de torear, donde dej¨® buen desgarr¨®n. Mari Paz Vega se incorpor¨® serena, sin mirarse los desperfectos y sin decir nada. Ni siquiera aquello de "ya est¨¢ bien de tocar", aunque sus compa?eros de terna y el peonaje todo, prestos al quite primero, miraban y palpaban despu¨¦s, temerosos de que los pitones hubiesen 'herido a la torera valiente.
Torera valiente a carta. cabal, seg¨²n demostr¨® con su entereza tras la cogida, y en la propia lidia del novillo, que era un t¨ªo. Trap¨ªo, romana, seriedad, presentaba aquel novillo, y adem¨¢s, genio, casta, bravura y poder en la prueba del caballo. Todo lo cual no amilan¨® a Mari Paz Vega; antes al contrario, recibi¨® enteriza a la' fiera en el tercio, la gan¨® terreno ruedo adelante, la puso en suerte con buena t¨¦cnica... No es habitual entre novilleros -menos a¨²n entre novilleras- toreo de tan acabado fundamento y constituy¨® una gozosa novedad en esta tarde incre¨ªblemente c¨¢lida de la feria valdemorillana.
Con la muleta, en cambio, baj¨® mucho el tono torero de Mari Paz Vega; quiz¨¢ porque a¨²n no le ha madurado la tauromaquia, y sus trasteos, tanto al toro agresor como al encastado que hizo segundo -al que salud¨® con un farol de rodillas-, resultaron muy movidos, deslavazados y a la defensiva.
La tarde tuvo su cumbre en los lances de capa de Paco Cervantes. Despleg¨® un toreo de riesgo y escuela, de mando y arte, en el novillo que abri¨® plaza, instrumentando la ver¨®nica embraguetado y ce?ido, con impecable cargaz¨®n de la suerte. Luego el novillo qued¨® con media arrancada, y pues otro tanto le ocurri¨® al cuarto, las faenas de Paco Cervantes no pasaron de tesoneras y voluntariosas.
La cumbre del toreo de muleta -en lo que el festejo valdemorillano pudo dar de s¨ª, se quiere significar- vino por obra de Gil Belmonte que lig¨® al segundo dos tandas de redondos con sentido del temple, y las mejor¨® en otras al natural, embarcando al novillo en la panza de la muleta. Repiti¨® el buen estilo en el sexto, si bien careci¨® la faena de conjunci¨®n y sosiego, acaso porque el novillo sac¨® genio y al diestro le faltaba experiencia. No pasa nada. Un novillero es inexperto por definici¨®n. Pero si se le aprecian buenas condiciones muleteras, seg¨²n fue el caso, o capoteras al modo de Paco Cervantes, o aquella valent¨ªa de Mari Paz Vega, no falta m¨¢s para alinearlos en el grupo de quienes quieren ser, de verdad, toreros.Reaparece El Cordob¨¦s
Por otra parte, Manuel D¨ªaz El Cordob¨¦s, inactivo desde agosto como consecuencia de un accidente de ascensor, . reapareci¨® ayer en Alcal¨¢ de Guadaira (Sevilla) alternando con Palomo y Adolfo de los Reyes. Este, ¨²ltimo cort¨® un r abo y, entre todos., tambi¨¦n 12 orejas, informa Antonio Lorca., Los toros, de Gabriel Rojas, fueron chicos y blandos.
S¨®lo hubo dos picadores y cuatro banderilleros, pues las cuadrillas se negaron a torear, ya que consideraban perjudicados sus derechos en la retransmisi¨®n televisada de la corrida. De los cuatro banderilleros, dos eran los matadores de toros Mondejar y Lagravere, que aceptaron realizar aquella funci¨®n. De los dos s¨®lo Mondejar llevaba completo el terno de pe¨®n.
Babelia
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