Clinton inicia la batalla legislativa por presupuesto de 1996

El presidente norteamericano, Bill Clinton, presentar¨¢ hoy al Congreso un presupuesto para el pr¨®ximo a?o fiscal que es una versi¨®n light de los planes republicanos de rebajar impuestos, eliminar gastos del Estado y reducir el gasto p¨²blico para acabar por completo con el d¨¦ficit en el 2002.El presupuesto de la Casa Blanca, que suma 1,610 billones de d¨®lares, recorta el d¨¦ficit en 81.000 millones de d¨®lares para el a?o 2000, reduce los impuestos de la clase media en 60.000 millones de d¨®lares y elimina 144.000 millones del gasto p¨²blico para los pr¨®ximos cinco a?os. De esta manera, el d¨¦ficit seguir¨¢ estando en torno a los 190.000 millones de d¨®lares durante un d¨¦cada. Todo eso est¨¢ todav¨ªa muy lejos de los objetivos marcados por el Contrato con Am¨¦rica, el programa legislativo de la mayor¨ªa republicana en el Congreso.

Por esa raz¨®n, las posibilidades de que este presupuesto, que regir¨¢ para el a?o fiscal que comienza en octubre, cruce inmaculado la colina del Capitolio son verdaderamente escasas. Con su presentaci¨®n al Parlamento lo que hace Bill Clinton es, no s¨®lo cumplir con la obligaci¨®n del Ejecutivo, sino empezar lo que ser¨¢ una larga batalla pol¨ªtica entre dem¨®cratas y republicanos sobre qui¨¦n tiene el secreto para resolver los problemas de este pa¨ªs.

Los republicanos impulsaron -y, por ahora, ganaron en la C¨¢mara de Representantes- una enmienda constitucional que obliga al Gobierno a presentar un presupuesto equilibrado, es decir, que prohibe acumular d¨¦ficit. La clave radica en que los republicanos expliquen de d¨®nde van a reducir gasto y de d¨®nde van a aumentar ingresos para encontrar ese equilibrio. Si la oposici¨®n ha anticipado que el gasto de Defensa, no s¨®lo no ser¨¢ reducido, sino aumentado, y que los impuestos, incluidos los impuestos a los beneficios de las empresas, ir¨¢n tambi¨¦n a la baja, los ¨²nicos caminos posibles para acabar con el d¨¦ficit parecen ser los car¨ªsimos programas sociales y un fuerte mordisco a la burocracia. Todo esto tendr¨¢n ahora que explicarlo los republicanos en sus versiones alternativas al presupuesto de la Casa Blanca.