"Preparamos para matar", dice el alf¨¦rez acusado de maltratar a 18 'boinas verdes'

Nuestra misi¨®n es preparar hombres para matar", explic¨®, ante el tribunal militar, el alf¨¦rez Jos¨¦ Diego L¨®pez, de la Compa?¨ªa de Operaciones Especiales (COE) de Palma de Mallorca. Junto a cuatro cabos profesionales, L¨®pez es juzgado desde ayer por un suepuesto abuso de autoridad al haber maltratado de obra a un inferior. El caso del presunto trato denigrante fue denunciado por 18 soldados que se fugaron del cuartel en febrero de 1994. El fiscal pide para cada uno de los cinco mandos una pena de dos a?os de c¨¢rcel.

La declaraci¨®n de L¨®pez se convirti¨® en un alegato a favor del valor, la moral y la dureza de la vida militar y del programa oficial de instrucci¨®n de guerrilleros para el combate. "Impartimos formaci¨®n moral, basada en la tradici¨®n y el orgullo de la compa?¨ªa, en las Reales Ordenanzas y en el C¨®digo Penal Militar, y hacemos hincapi¨¦ en la Constituci¨®n", asegur¨® el oficial, de 31 a?os y que est¨¢ en la milicia desde los 17. L¨®pez neg¨® cualquier atisbo de violencia f¨ªsica contra los soldados: "Nunca, he tocado a nadie y no he dado ning¨²n pi?o, patada o colleja".L¨®pez dibuj¨® su papel como el de "un padre, protector y tutor" de sus hombres, "que no van a un campamento de verano". Indic¨® que en la COE hab¨ªan cesado las novatadas y relat¨® el caso de un cabo denunciado y condenado por abusos antes de la fuga. El oficial explic¨® que el grupo de boinas verdes -sus declaraciones se producir¨¢n a partir de la sesi¨®n de hoy- huy¨® el d¨ªa antes de unas maniobras de supervivencia muy duras. "En ellas se cuenta", seg¨²n ¨¦l, "que se come lagarto, se bebe sangre, se come carne cruda, se corta el cuello a una gallina con los dientes...". Son diez d¨ªas sin comida. ni agua, sin orientaci¨®n precisa, una prueba de fuego. Estos voluntarios son entrenados para infiltrarse en las l¨ªneas enemigas, aislados y solos.

Los ejercicios, se?alados en el plan de Instrucci¨®n de Defensa, requieren sacrificios "bastantes fuertes" y "muy duros", pero bajo la atenci¨®n de un m¨¦dico o un sanitario. L¨®pez, que lament¨® el escaso tiempo que se dispone en los siete meses de servicio, indic¨® que correg¨ªa con suaves cachetes defectos en las pr¨¢cticas. Para ¨¦l, un aspecto clave es "la instrucci¨®n psicol¨®gica para la derrota de los prisioneros". Cit¨® el Convenio de Ginebra para el trato a ¨¦stos y habl¨® del "integrismo ¨¢rabe" o "los extremistas" c¨®mo hipot¨¦ticos enemigos.

La declaraci¨®n de los cuatro cabos acusados, Antonio Sitges, Rafael Carrascosa, Miguel Ochogav¨ªa, y Antonio S¨¢nchez, cerr¨® ayer la vista ante el tribunal -el coronel que lo preside impidi¨® el acceso de fot¨®grafos, c¨¢maras de televisi¨®n y equipos de grabaci¨®n para las radios-. Aqu¨¦llos respondieron negativamente al fiscal acerca de su participaci¨®n en varios incidentes. Insistieron todos en que los fugados "estaban muy contentos y muy bien".

Ochogav¨ªa dijo que "el ambiente era estupendo en las marchas, como en una excursi¨®n de colegio", y todos negaron haber dado "golpes de castigo". S¨¢nchez asegur¨® que, cuando amenaz¨® a un soldado con "hacerle comer el cigarrillo", emple¨® una expresi¨®n coloquial y no una amenaza.

La defensa de L¨®pez solicit¨® la lectura de las cartas remitidas por dos comandantes de unidades de la COE en la pen¨ªnsula a manera de dictamen. Uno, Lorenzo Fern¨¢ndez, escribi¨®: "Lo que es esp¨ªritu de dureza deslumbra a unos y es inhumano o vejatorio para otros".