La London School of Economics afronta su centenario con una dura competencia mundial
?Qu¨¦ Pueden tener en com¨²n personalidades tan dispares como el vicepresidente del Gobierno espa?ol, Narc¨ªs Serra, y el l¨ªder de los Rolling Stone, Mick Jagger? Aproximadamente lo mismo que el fallecido fil¨®sofo Karl Popper y el ex ministro socialista Fernando Mor¨¢n. Es decir, su paso m¨¢s o menos fugaz por una de las instituciones universitarias m¨¢s prestigiosas del mundo: la London School of Economics and Political Science (LSE) que celebra este a?o su centenario. Sin embargo, cien a?os han cambiado el panorama universitario internacional y hoy la LSE se enfrenta a una creciente competencia por parte de instituciones similares en Estados Unidos y Asia.En el vest¨ªbulo del edificio principal de la London School of Economics, situado en el centro de Londres, se respira esa clase de educado ambiente internacional propio de las instituciones que se han ganado una fama "exportable" a pa¨ªses en todos los niveles de desarrollo.
La procedencia de los cerca de 5.000 alumnos matriculados en la LSE es suficientemente elocuente. Cerca del 42% viene de fuera de la Uni¨®n Europea, otro 15%, de la UE, mientras el restante 43% procede del Reino Unido. El n¨²mero de espa?oles se mantiene en torno a los 55 alumnos. La cifra de estudiantes permanece m¨¢s o menos estable desde hace a?os no por falta de aspirantes a sentarse en tan cotizadas aulas, sino por el deseo de la instituci¨®n de mantener un criterio selectivo y no sobrecargar las clases.
La herencia de Hutchinson
Nada hac¨ªa prever tal ¨¦xito cuando hace cien a?os el matrimonio compuesto, por Beatrice y Sidney Webb decidi¨® fundar una revolucionaria escuela de Econom¨ªa y Ciencias Sociales. Para ello contaban con un modesto presupuesto de 4 millones de pesetas dejado en herencia por un exc¨¦ntrico socialista ut¨®pico, Henry Hutchinson, a la sociedad cuyos fondos administraba Sidney Webb.
El generoso gesto de Hutchinson, tomado poco antes de suicidarse, permiti¨® a los Webb y a todo un c¨ªrculo de seguidores del socialismo ut¨®pico agrupado a su alrededor, realizar el sue?o de sus vidas: poner en marcha un centro docente basado en una diferente filosof¨ªa de la ense?anza de la econom¨ªa que habr¨ªa de dar el espaldarazo definitivo a las hoy superpopulares Ciencias Sociales.
Cien a?os despu¨¦s, la LSE a la que han estado ligados no menos de cinco Premios Nobel de Econom¨ªa, ministros de izquierda y de derecha de sucesivos gobiernos brit¨¢nicos y abogados de fama recupera su pasado en un libro que ser¨¢ publicado el pr¨®ximo mes de junio, escrito por uno de los antiguos directores de la escuela, lord Dahendorf.
Lord Dahrendorf considera que muchos alumnos se han sentido atra¨ªdos por la LSE no s¨®lo por su calidad acad¨¦mica, sino "por conocer de cerca lo que se ha dado en llamar la buena sociedad".
Pero la pregunta es inevitable: ?Es la London School of Economics un centro elitista destinado a satisfacer las ansias de conocimientos de los hijos de familias acomodadas de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo? Javier Hildalgo, un madrile?o de 34 a?os, que da clases de Econom¨ªa -en su calidad de Lecturer in Economics- desde hace casi cuatro a?os en la LSE, niega con rotundidad: "El dinero es lo de menos en este centro. Lo ¨²nico que cuenta es el curr¨ªculo y el nivel de estudios que se tenga".
Como Hidalgo, la mexicana Beatriz Armend¨¢riz, tambi¨¦n Lecturer in Economics, cree que la LSE es la mejor universidad que existe en Europa en el ¨¢mbito de los estudios econ¨®micos. "Obviamente, aqu¨ª se pueden estudiar muchas cosas, desde Contabilidad y Finanzas hasta Antropolog¨ªa o Filosof¨ªa", explica Armend¨¢riz, de 34 a?os. "Sin embargo, todav¨ªa el departamento de Econom¨ªa sigue siendo el m¨¢s numeroso; somos 45 profesores y el n¨²mero de especialidades es muy amplio".
Desde 1991 existe, por ejemplo, dentro de la LSE, el Instituto de Estudios Europeos que ofrece tres t¨ªtulos de posgrado, uno de ellos el de Estudios Hisp¨¢nicos Contempor¨¢neos, dirigido por el historiador e hispanista Paul Preston, autor de una biograf¨ªa de Franco.
El inter¨¦s por Espa?a en la London School of Economics ha aumentado en los ¨²ltimos tiempos. Recientemente y gracias a los fondos aportados por la Fundaci¨®n Vicente Ca?ada Blanc, un hombre de negocios afincado en Londres para promocionar la cultura espa?ola en el Reino Unido, se ha creado en la LSE. un Centro de Estudios de la Espa?a Contempor¨¢nea integrado en una nueva c¨¢tedra, bautizada con el nombre de Pr¨ªncipe de Asturias.
Armend¨¢riz no cree que la LSE sea inaccesible por razones econ¨®micas. Un curso de doctorado para un alumno que no proceda de la Uni¨®n Europea se sit¨²a en torno al mill¨®n y medio de pesetas, frente al medio mill¨®n que pagan los nacidos en cualquier pa¨ªs comunitario. "La mayor¨ªa viene becada por sus pa¨ªses", explica la profesora, que insiste en que el secreto est¨¢ en el curr¨ªculo.
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