L¨¢grimas de torero
Jos¨¦ Luis Bote acab¨® llorando. La tarde tan esperada de su reaparici¨®n no le hab¨ªa salido bien, y aunque tampoco mal, distaba mucho de resolverse con aquel triunfo tantas veces so?ado durante su prolongada ausencia de los ruedos. Eran l¨¢grimas de torero, las de Jos¨¦ Luis Bote; l¨¢grimas de inconformismo, de rabiosa protesta contra el infortunio; l¨¢grimas de un torero cabal, artista y pele¨®n, empe?ado en reemprender su profesi¨®n de torero, tantas veces interrumpida por las cornadas, y alcanzar el puesto que merecen su vocaci¨®n cierta y su val¨ªa demostrada.Viendo que pod¨ªa irse de vac¨ªo, Jos¨¦ Luis Bote lleg¨® a perder los papeles y se empe?¨® en darle al cuarto toro los muletazos que ya no ten¨ªa. En la primera parte de la faena alcanz¨® a instrumentar los mejores de esta corrida Y de muchas otras: unos redondos pura filigrana, las zapatillas asentadas en la arena, baja la mano de mandar, ce?ido y cadencioso. Ensay¨® el natural y el toro calamoch¨®n se le llevaba la pa?osa prendida en los pitones. Muy contrariado, pretendi¨® seguir toreando y lo hizo sin medida ni sosiego, sufri¨® una voltereta, volvi¨® descompuesto a la cara del toro, le peg¨® un cabezazo...
Gonz¨¢lez / Bote, Cordob¨¦s, Liria
Toros de Manolo Gonz¨¢lez, sin trap¨ªo, sospechosos de afeitado, inv¨¢lidos. Jos¨¦ Luis Bote: dos pinchazos y estocada tirando la muleta (ovaci¨®n y salida al tercio); pinchazo -aviso- y estocada trasera (oreja). El Cordob¨¦s: bajonazo (escasa -petici¨®n, ovaci¨®n y saludos); pinchazo -aviso-, pinchazo pescuecero y -estocada atravesada, siempre tirando la muleta (silencio). Pep¨ªn Liria: estocada ca¨ªda (oreja); estocada ca¨ªda -aviso- y descabello (ovaci¨®n). Plaza de Valdemorillo, 11 de febrero. 61 corrida de feria. Lleno.
El p¨²blico se apercibi¨® del drama que estaba viviendo el torero y le compens¨® con largueza: la oreja, grandes ovaciones, gritos de "?torero!". Al toro que abri¨® plaza no le pudo sacar faena Jos¨¦ Luis Bote, pues se trat¨¢ba de un inv¨¢lido que se desplomaba en cuanto le obligaba a embestir. Mala suerte la del diestro en esta tarde de la reaparici¨®n que, sin embargo, no debe ser decisiva. Ya vendr¨¢n otras de mayor fuste y fortuna.
Un gracioso
El Cordob¨¦s reaparec¨ªa tambi¨¦n, tras aquella mascarada de Alcal¨¢ de Guadaira hace una semana, e iba de gracioso. Compareci¨® con gestos montaraces, risotadas, zapatetas, mas a la de tortar estuvo aburrid¨ªsimo. Al finalusurp¨® la personalidad de otro torero (perden por lo de torero) que us¨® el mismo apodo, y -se puso a dar el salto de la rana. Un caso de vampirismo. La mayor¨ªa del p¨²blico, sin embargo, no estaba para estas bromas. El p¨²blico, que abarrotaba el coso valdemorillano, vibr¨¦ con la entrega de Pep¨ªn Liria en su brava pelea frente a los toros de media, arrancada, y se conmovi¨® muy sinceramente con las l¨¢grimas amargas de Jos¨¦ Luis Bote. Y era l¨®gico: la fiesta verdadera no es una payasada. A veces, hasta tragedia.
Babelia
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