El debate sobre la sucesi¨®n de Gonz¨¢lez se reabrir¨¢ tras las municipales
No hay ninguna operaci¨®n en marcha para relevar Felipe Gonz¨¢lez desde el interior del PSOE. Anes al contrario, la pi?a felipista vende el debate sobre el estado de la naci¨®n como la confirmaci¨®n de que Gonz¨¢lez sigue siendo el mejor l¨ªder, por comparaci¨®n con su m¨¢s previsible sucesor, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Ninguna de las tendencias internas del PSOE apuesta por reanudar la l¨²cha por el poder hasta pasadas las elecciones de mayo. Y sin embargo, ministros y dirigentes socialistas hablan en voz baja de la sucesi¨®n de Gonz¨¢lez. Javier Solana, Jos¨¦ Borrell, Juan Alberto Belloch, son los nombres m¨¢s citados entre los posibles sustitutos.
Si el llamado sector renovador o felipista coincide bastante en el nombre de Solana, los guerristas tuercen el gesto ante ese nombre o se niegan a considerarlo. Un dirigente auton¨®mico con fuerza creciente en Ferraz [la sede central del PSOE] acepta el nombre de Belloch, "siempre y cuando siga en su actual l¨ªnea de lealtad respecto a todo lo que hemos hecho los socialistas desde 1982, y no le d¨¦, como ya nos ha pasado con dos jueces fichados como independientes, por desmarcarse en un momento de grave apuro". En cuanto a Borrell, ninguna tendencia interna le considera propiamente de los suyos, -am¨¦n de que se da por sentado que contar¨ªa con la enemiga de Jordi Pujol-, pero existe consenso sobre su capacidad para enfrentarse con ¨¦xito a los pol¨ªticos adversarios.El c¨ªrculo de confianza de Gonz¨¢lez contin¨²a aferr¨¢ndose a que ¨¦ste aguaintar¨¢ por lo menos un a?o, una vez conseguido el apoyo de Pujol a unas resoluciones que La Moncloa vende como todo un pacto de gobierno. Pero no es un pacto de gobierno. Una cosa es que Pujol tenga inter¨¦s en aguantar un tiempo y otra muy distinta que lo haga incluso si ¨¦l mismo sufriera un mal resultado en las municipales de mayo.
No hay pr¨¢cticamente nadie, en el seno del Gobierno y de la c¨²pula socialista, que niegue el desgaste fort¨ªsimo de Gonz¨¢lez. Tras conversar con una decena de ministros y dirigentes del partido, se advierte que dan vueltas al problema, de manera muy discreta.
Una mayor¨ªa de estos ministros y dirigentes socialistas cree que el nuevo l¨ªder saldr¨¢ de las filas del partido, lo cual reduce al m¨ªnimo las posibilidades de los independientes. Emerge as¨ª el problema Belloch. Lo de menos es el caso P¨¦rez Mari?o: el verdadero desastre pol¨ªtico para el PSOE -y el golpe realmente duro para el prestigio interno de su l¨ªder- fue el asunto Garz¨®n. Mucho antes de que P¨¦rez Mari?o diera la espantada, los independientes cotizaban a la baja en el seno del partido. Aunque muchos ministros carecen de carn¨¦ -Solbes, Alberdi, Amador, G¨®mez Navarro, el propio Belloch-, pensar ahora en un contratado externo como sucesor del l¨ªder es una idea inaceptable para la gran mayor¨ªa del partido.
El comit¨¦ de los lunes
A los guerristas tampoco les apetece abrir ahora la cuesti¨®n sucesoria. Pero tienen una cosa bien clara: Gonz¨¢lez no puede resolver por s¨ª mismo su propia sucesi¨®n. Cuando el asunto, se plantee, Gonz¨¢lez tendr¨¢ que negociar con Alfonso Guerra. "Al sustituto de Felipe tiene que designarlo la ejecutiva del PSOE", se?ala rotundamente una de las personas m¨¢s caracterizadas dentro de dicho sector. Para el guerrismo, que est¨¢ fuera del Gobierno, el actual equipo, con el vicepresidente Narc¨ªs Serra a la cabeza, es incapaz de gestar una soluci¨®n definitiva a la crisis.Su cabeza de filas, Alfonso Guerra" acudi¨® el 11 de enero al despacho de Gonz¨¢lez precedido de algunas propuestas para reconstruir la coraza que en los tiempos gloriosos de la mayor¨ªa absoluta proteg¨ªa al presidente del Gobierno. Desde el guerrismo se hab¨ªa sugerido un comit¨¦ de enlace partido-Gobierno que analizara y decidiera, d¨ªa a d¨ªa, las respuestas a todos las brechas que se abr¨ªan. Un mes despu¨¦s, tal sugerencia se ha quedado en eso: en una propuesta no atendida.
El ¨²nico comit¨¦ conjunto entre Gobierno, ejecutiva del PSOE y grupo parlamentario socialista es el que se re¨²ne cada lunes. No se ha alterado su funci¨®n -m¨¢s bien t¨¦cnica- ni sus participantes m¨¢s habituales -Narc¨ªs Serra, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas - Cipri¨¢ Ciscar, Joaqu¨ªn Almunia-. Ah¨ª se prepara la agenda de la sernana, se estudia quien debe acudir aqu¨ª o all¨¢ y se trata sobre c¨®mo responder al ¨²ltimo esc¨¢ndalo. Pero ni siquiera ese comit¨¦ ha actuado como verdadero director de la crisis.
Sin llegar a la tajante posici¨®n guerrista se apoya a Gonz¨¢lez mientras est¨¦, y se organiza la sucesi¨®n desde el partido cuando se marche-, algunos felipistas templados tampoco estar¨ªan de acuerdo con que Gonz¨¢lez designara a su sucesor.
"Lo del fin de etapa [alusi¨®n a un reciente editorial de EL PA?S] es un poco exagerado", comenta uno de los ministros de Gonz¨¢lez. "Pero es cierto que la ¨¦poca del hiperliderazgo se acaba. Hay que ir a una colegiaci¨®n de decisiones. Felipe Gonz¨¢lez no debe ser el que proponga a su sucesor".
?Qui¨¦n podr¨ªa ser el nuevo l¨ªder? "Sin duda, un hombre m¨¢s a la izquierda que Felipe Gonz¨¢lez", afirma otro de los miembros del actual Gobierno. Alega para ello razones pol¨ªticas y electorales: Gonz¨¢lez gan¨® in extremis las ¨²ltimas elecciones legislativas. con un programa de izquierda y eso es lo que hay que mantener, con un candidato que d¨¦ menos cancha a los liberales y sea capaz de retener todo el voto que se est¨¢ escapando hacia Izquierda Unida.
La tesis de este ministro consiste en "volver a centrar al partido", lo cual no quiere decir conducirlo hacia el centro del espectro pol¨ªtico - "eso lo tenemos perdido"-, sino deslizar el eje del PSOE hacia "el centro del espacio de izquierda".
El freno conservador
Los afanes de cambio tienen su freno en el sector m¨¢s conservador del Gobierno, es decir, el de las personas con mayor tiempo de permanencia en el Ejecutivo, que han acompa?ado a Gonz¨¢lez a lo largo de toda su peripecia pol¨ªtica. "Cambio s¨ª, pero no radical", matiza uno de esos ministros. "Tampoco se trata de negar todo lo que se ha hecho en doce a?os de gobierno o de hacerse de nuevas respecto al periodo anterior" a?ade este miembro del Ejecutivo.Los hombres de Gonz¨¢lez no contemplan m¨¢s hip¨®tesis de sucesi¨®n que el abandono voluntario del l¨ªder, controlando la sustituci¨®n, o una contundente derrota electoral, en cuyo caso aceptan que Gonz¨¢lez no s¨®lo perder¨ªa el Gobierno, sino que dejar¨ªa de ser el l¨ªder del partido. A¨²n en esas circunstancias -prosigue el an¨¢lisis de los felipistas- la sucesi¨®n de Gonz¨¢lez. no se har¨ªa contra Gonz¨¢lez, sino desde Gonz¨¢lez.
Tal es el esquema de los hombres del presidente, para los cuales el factor judicial -las investigaciones que cada vez se acercan m¨¢s hacia el Gobierno- es lo que menos cuenta como catalizador de la operaci¨®n sucesoria en el PSOE.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.