De sabios es rectificar

Antes met¨ªamos a Dios en todo. Quer¨ªamos, tenerlo siempre de nuestra parte, dispuesto a sacarnos de las dificultades en que nos hubi¨¦ramos visto envueltos (por nuestra culpa o por nuestra ignorancia). Ahora estamos en un buen l¨ªo y no tenemos m¨¢s remedio que meter a Dios en nuestros asuntos. Hay que dar un repaso a todo lo que hemos hecho desde el a?o 1976. No se trata de culpar a nadie, sino de tachar como malo lo que est¨¦ o haya estado mal, y despu¨¦s hacer lo posible para ponerle remedio.Pero esto no es todo. Hay una palabra que ha hecho fortuna. Me refiero a la palabra "comunidad": "Comunidades aut¨®nomas", "comunidades europeas", y, ?por qu¨¦ no?, "comunidad nacional". Y si formamos parte de una comunidad (de ¨¢mbito nacional), ?no existir¨¢ un lazo real que nos haga responsables de todo lo que ocurra dentro de ella?

Este tema es delicado, porque ya hemos visto lo que ha sucedido con el comunismo. Por lo pronto, y mientras se nos aclaran las ideas, hay que considerar como muy probable que este lazo exista, y que no har¨ªa falta ponerlo en la Constituci¨®n. Pero para eso hay que respetar a la naturaleza y, como la naturaleza no se ha hecho sola, hay que volver a poner a Dios en su lugar como autor de todo este tinglado. Est¨¢ claro que podr¨ªamos actuar como si ese lazo de que hablamos no existiera; pero eso probablemente traer¨ªa como consecuencia el que las cosas se liaran cada vez m¨¢s. El "esto a m¨ª no me importa" no vale. Por eso hay que hacer una reflexi¨®n "nacional" o "comunitaria" -como quieran- y hacerse cargo de lo que haya que hacerse cargo. Esto no es agradable. Ser¨ªa mucho m¨¢s f¨¢cil echarle a todo tierra encima y asunto concluido. Pero me temo que esto, a la larga, ser¨ªa un mal negocio.

En resumen (para quien pueda entender), "liberalismo", pero no demasiado; "comunismo" o "comunitarismo", pero no demasiado, y "laicismo", pero no demasiado. Y valor, mucho valor-