Dr¨¢stica reducci¨®n del presupuesto de EE UU para los 'cascos azules'
La C¨¢mara de Representantes norteamericana aprob¨® anoche un apartado de una ley que obliga a reducir dr¨¢sticamente el presupuesto de Estados Unidos para los cascos azules de las Naciones Unidas y que, a la larga, dejar¨ªa las operaciones de fuerzas internacionales de paz de la ONU al borde de la desaparici¨®n. El proyecto de ley, que forma parte de una profunda reforma de la pol¨ªtica exterior y de defensa de Estados Unidos, pasar¨¢ ahora al Senado, donde el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana, Robert Dole, defiende una propuesta muy similar.
El secretario de Estado, Warren Christopher, y el secretario de Defensa, William Perry, han recomendado al presidente Bill Clinton que haga uso de su derecho de veto para impedir la entrada en vigor de una ley que desvirtuar¨ªa el papel de la ONU en los conflictos. internacionales, ya que privar¨ªa a esa organizaci¨®n de su principal instrumento de paz.La ley, que aprob¨® la C¨¢mara de Representantes por 241 votos a favor y 181 en contra, exige al Gobierno reducir su contribuci¨®n al presupuesto de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas del 31 % que tiene en la actualidad al 20%. Adem¨¢s, obliga a deducir de las deudas norteamericanas pendientes con la ONU la cantidad de 1.700 millones de d¨®lares (unos 220.000 millones de pesetas), que. Estados Unidos aport¨® voluntariamente el a?o pasado para distintas misiones de los cascos azules.
Como la contribuci¨®n estadounidense es de 1.100 millones de d¨®lares, eso significa que Washington no pagar¨ªa un s¨®lo d¨®lar para el ejercicio de 1994 y s¨®lo unos 400 millones para 1995.
Efecto en cadena
Una decisi¨®n as¨ª empujar¨ªa inmediatamente a otros pa¨ªses a replantearse tambi¨¦n sus contribuciones a las fuerzas de paz, con lo que ese instrumento, que ya atraviesa actualmente un periodo de gran incertidumbre por el retraso de los pagos de los pa¨ªses miembros de la ONU, quedar¨ªa virtualmente eliminado.
"El efecto de esa medida ser¨ªa la destrucci¨®n de las fuerzas de paz como un instrumento de nuestra pol¨ªtica exterior", declar¨® ayer Christopher en un intento frustrado de convencer a la mayor¨ªa republicana de la C¨¢mara de que suprimiese esa iniciativa, que forma parte del programa legislativo conocido como Contrato con Am¨¦rica.
El argumento de los republicanos es que el dinero que Estados Unidos se ha gastado en los cascos azules ha sido en detrimento del fortalecimiento de las propias fuerzas armadas norteamericanas. Los l¨ªderes republicanos se oponen tambi¨¦n a poner soldados estadounidenses bajo mando de oficiales extranjeros dentro de una fuerza de paz multinacional, y acusan a la ONU de ser una instituci¨®n burocratizada que derrocha el presupuesto que recibe.
El portavoz de la Casa Blanca, Michael McCurry, defendi¨® ayer. que las fuerzas de paz, al contrario de lo que dice la oposici¨®n, sirven para que Estados Unidos pueda compartir sus responsabilidades de seguridad con otros pa¨ªses sin cargar sus costos exclusivamente al contribuyente norteamericano.
La ONU tiene actualmente desplegadas en el mundo 15 misiones de paz, desde Georgia a Liberia. La m¨¢s cara, con un coste anual de 1.600 millones de d¨®lares, es la de la antigua Yugoslavia, cuyo destino puede estar seriamente en peligro si Estados Unidos deja de pagar. La segunda de mayor presupuesto la de Somalia, concluir¨¢ en breve.
Antes de esa medida, la C¨¢mara de Representantes aprob¨® otro apartado que propone la creaci¨®n de una comisi¨®n que supervisar¨ªa la pol¨ªtica de Defensa del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, el presidente Bill Clinton.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.