El Tribunal Superior condena a un alcalde por eludir una moci¨®n de censura
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha puesto coto a las alcaldadas (impedir votar a un concejal en una moci¨®n de censura o simplemente no convocar el pleno donde se debatir¨¢) en una reciente sentencia. Cuatro regidores (los de Humanes, Brunete, Navas del Rey y Valdemorillo, todos del PP, aun que el primero ha dejado el par tido) llevan meses sorteando una moci¨®n de censura convocada, en su contra con argucias puestas ahora, en entredicho por este tribunal.Aunque la sentencia del 1 de febrero se refiere en concreto al caso de Mariano Parras, alcalde de Navas del Rey (1.220 habitantes), la intenci¨®n de los magistrados es generalista, ya que hacen referencia en el documento a otros casos similares acaecidos durante esta legislatura.
La negativa a convocar un pleno extraordinario para debatir la moci¨®n de censura "vulnera el derecho fundamental de los concejales recurrentes a participar en actos p¨²blicos, reconocido en el art¨ªculo 23.1 de la Constituci¨®n", dicen los jueces, que ordenan al alcalde Navas convocar de forma inmediata el pleno.
El principal ardid utilizado por estos alcaldes para negar el debate pol¨ªtico consiste en recusar a algunos de los concejales firmantes de la moci¨®n. Los magistrados entienden que ese argumento no es aplicable en estos casos "porque la recusa ci¨®n no es otra cosa que el derecho que tiene el interesado en un procedimiento [administrativo] a obtener la no intervenci¨®n en el mismo del funciona rio o concejal que incumpla su deberde abstenerse".
Otra excusa empleada para impedir el debate de la moci¨®n es justiciar que ha sido presentada por tr¨¢nsfugas.
El Tribunal explica en su sentencia: "Lo que parece traslucirse de la postura del alcalde de Navas del Rey, y de otros municipios de la provincia en parecida situaci¨®n, es un af¨¢n de impedir el debate de una moci¨®n de censura planteada con un vot¨® tr¨¢nsfuga y as¨ª evitar que, con la ayuda de quien ha sido elegido concejal por formar parte de la lista m¨¢s votada, pueda arrebatarse la direcci¨®n del gobierno municipal al partido m¨¢s votado en las elecciones".
Los magistrados concluyen al respecto que "cualquiera que sea el juicio ¨¦tico, social y pol¨ªtico que el fen¨®meno del transfuguismo merezca, deber¨¢n ser los electores los que en las urnas emitan su veredicto, en tanto la vigente legislaci¨®n no se modifique no existe cauce legal alguno para impedirlo". Los jueces consideran. que los alcaldes no est¨¢n legitimados para impedir el derecho de la oposici¨®n a derribarlos cuando consideren oportuno.
Los jueces consideran que abortar mociones de censura vulnera derechos constitucionales. La crisis pol¨ªtica en Navas del Rey data de agosto de 1994, cuando el regidor se neg¨® a convocar la moci¨®n con el argumento de que una concejal de la oposici¨®n ten¨ªa intereses espurios. Este peri¨®dico no ha podido conocer la opini¨®n del alcalde, pero s¨ª la de la oposici¨®n. El concejal Jos¨¦ Barroso, independiente, explica: "Lo m¨¢s seguro es que el alcalde se niegue a convocar la moci¨®n de censura con el argumento de que piensa recurrir al Tribunal Supremo". Y a?ade: "Cuando un delincuente es condenado por los jueces va a la c¨¢rcel y, desde all¨ª, apela ante las instancias judiciales pertinentes. No s¨¦ por qu¨¦ Mariano Parras va a tener m¨¢s derechos".
Brunete. Los magistrados hacen referencia impl¨ªcita en este fallo a su anterior sentencia contra el alcalde de Brunete. A finales de este ¨²ltimo enero, el mismo tribunal oblig¨® a Aquilino Gonz¨¢lez, alcalde de Brunete (2.950 habitantes), a convocar la moci¨®n de censura. Gonz¨¢lez justifica su oposici¨®n a celebrar este acto democr¨¢tico con las excusas de que la oposici¨®n hab¨ªa presentado la moci¨®n "con defectos de forma" y que, adem¨¢s, "no exist¨ªan motivos econ¨®micos o pol¨ªticos suficientes" para ello.
Los jueces aclaran, que "al alcalde no le corresponde valorar si se dan o no las circunstancias motivadoras de la moci¨®n, extremos que deben ser debatidos en el correspondiente pleno".
Por su parte, el Tribunal Superior de Justicia dicta en ¨²ltima sentencia: "No est¨¢ legitimada la autoridad municipal para enervar [debilitar], con desprecio de la normativa vigente, las consecuencias de un concejal discrepante de su propia formaci¨®n pol¨ªtica".
Valdemorillo.
Esta parte del fallo puede aplicarse al caso de Mariano Gamella, regidor m de Valdemorillo (3.700 habitantes), que desde 1992 no quiere debatir la moci¨®n de censura pendiente. Gamella argument¨® en aquel momento para no convocar la moci¨®n de censura que dos de los concejales del PP que se pasaron a la oposici¨®n eran "unos tr¨¢nsfugas y, por lo tanto, est¨¢n descalificados" para echarle, argumenta.
Humanes. Por ejemplo, en el caso Madrid de Humanes de Madrid (8.900 habitantes), el alcalde, Julio Pachecho, impidi¨® el pasado mayo la celebraci¨®n de la moci¨®n de censura con el sencillo m¨¦todo de despojar de voz y voto en el pleno a Lisardo Rodr¨ªgue, edil del CDS.
Pacheco esgrimi¨® entonces que el concejal centrista era un tr¨¢nsfuga y que apoyaba la moci¨®n "por intereses particulares".
El regidor hab¨ªa declarado a este peri¨®dico d¨ªas antes de la abortada moci¨®n: "El PSOE [partido mayoritario de la oposici¨®n] obtendr¨¢ la alcald¨ªa gracias a un traidor pagado [en referencia al concejal del CDS que fue recusado en el pleno]. Le dije a Rodr¨ªguez que comprobase que el cheque que le hab¨ªan dado los socialistas estaba conformado, porque, de lo contrario, no se lo abonar¨¢n".
Alcaldadas con excusa. Los cuatro alcaldes que obstinadamente se niegan a convocar las mociones de censura han ideado curiosas excusas para mantenerse en el sill¨®n municipal.
El alcalde de Navas del Rey convoc¨® la moci¨®n el mismo d¨ªa que un edil de la oposici¨®n se casaba en Asturias.
Mariano Gamella, alcalde de Valdemorillo, prefiri¨® agarrarse a la siguiente excusa: "EI anterior equipo de gobierno [PSOE] quiere echarme para tapar el agujero econ¨®mico que ha dejado". Un dictamen del Tribunal de Cuentas desminti¨® estas acusaciones.
Julio Pacheco, alcalde de Humanes, fue capaz de inhabil¨ªtar a un edil "porque ten¨ªa intereses particulares en la moci¨®n". Pacheco relat¨®: "El edil quiso que le recalificase una parcela rural que hab¨ªa vendido como urbanizable. Como me negu¨¦, apoy¨® la moci¨®n de censura".
El regidor de Brunete, Aquilino Gonz¨¢lez, tras darle muchas vueltas a la cabeza, encontr¨® otro m¨¦todo infalible para no perder la moci¨®n: no debatirla o convocarla en d¨ªas festivos, cuando la oposici¨®n estaba de vacaciones.
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