Garz¨®n impone una fianza de un mill¨®n a los agentes que custodiaron a Marey

El juez Baltasar Garz¨®n dej¨® ayer en libertad bajo fianza de un un mill¨®n de pesetas a los inspectores de polic¨ªa Juan Ram¨®n Corujo Rodr¨ªguez y Luis Hens Serena, que eran miembros de la Brigada de Informaci¨®n de la Jefatura de Bilbao y fueron acusados por su ex compa?ero Michel Dom¨ªnguez de haber custodiado a Segundo Marey durante el tiempo en que permaneci¨® secuestrado por los GAL, en diciembre de 1983, en una caba?a de la localidad c¨¢ntabra de Colindres.

El magistrado les tom¨® ayer declaraci¨®n en calidad de imputados en un delito de detenci¨®n ilegal y, al concluir su comparecencia, les prohibi¨® abandonar el territorio nacional y les impuso la obligaci¨®n de comparecer los d¨ªas 1 y 15 de cada mes.La fianza fue constituida ayer mismo por el abogado de los dos agentes, Jos¨¦ An¨ªbal ?lvarez, que es. tambi¨¦n defensor de los polic¨ªas Miguel Planchuelo, Francisco Saiz Oceja y, Julio Hierro, implicados en el caso GAL.

Seg¨²n este letrado, sus clientes no tuvieron nada que ver con el secuestro y nunca estuvieron en la caba?a en la que supuestamente estuvo secuestrado Marey, y por eso s¨®lo se les ha puesto una fianza de un mill¨®n.

Dom¨ªnguez declar¨® ante Garz¨®n en diciembre que Corujo y Hens hab¨ªan permanecido junto a Marey en Colindres y que incluso todos, ellos se acostaban en la misma cama para darse calor debido al intenso fr¨ªo reinante y a las p¨¦simas condiciones en las que se encontraba la caba?a. Los dos inspectores negaron rotundamente la versi¨®n de Dom¨ªnguez y se?alaron que nunca hab¨ªan estado en Colindres.

Debido a la contradicci¨®n entre las versiones, Garz¨®n acord¨® un careo entre los inspectores por un lado y Dom¨ªnguez por otro. Los careos, seg¨²n el abogado de Dom¨ªnguez, Jorge Manrique Castellano, fueron brev¨ªsimos, y los tres se mantuvieron firmes en sus versiones. El abogado de los dos polic¨ªas implicados, Jos¨¦ An¨ªbal ?lvarez, inform¨® que Dom¨ªnguez hoy no se acordaba de uno de ellos, Luis Hens. Seg¨²n el letrado, Dom¨ªnguez no reconoci¨® f¨ªsicamente a Hens, del que dijo que se encontraba muy cambiado.

Los dos inspectores de polic¨ªa ya hab¨ªan declarado en el sumario con anterioridad, aunque en calidad de testigos y no de inculpados como ahora, cuando el juez Manuel Garc¨ªa Castell¨®n acord¨® la reactivaci¨®n del caso.

Previamente, por la ma?ana, un polic¨ªa destacado en el paso fronterizo de Dantxarinea (Navarra) declar¨® ante Garz¨®n en calidad de testigo. Este agente hab¨ªa visto al mercenario Mohand Talbi en el paso fronterizo el d¨ªa del secuestro de Marey. Su declaraci¨®n, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, no tiene mayor relevancia, debido b¨¢sicamente a que el propio Amedo ha reconocido que fue a Dantxarinea para recoger a un etarra y que Talbi le entreg¨® a Segundo Marey.

Prorrogado el secreto

Por otro lado, el juez Baltasar Garz¨®n ha prorrogado el secreto del sumario por el secuestro de Marey hasta el pr¨®ximo 28 de febrero. El caso lleva secreto pr¨¢cticamente desde su inicio, ya que s¨®lo fue levantado parcialmente el 23 de diciembre en lo relativo a las declaraciones sumariales de todos los implicados y los careos realizados entre ellos, pero no en los documentos, y ese mismo d¨ªa se volvi¨® a decretar el secreto para las actuaciones sucesivas. El abogado Manuel Murillo, defensor del comisario An¨ªbal Mach¨ªn, ha recurrido la pr¨®rroga del secreto.

Fuentes jur¨ªdicas han se?alado que cuando Garz¨®n tenga en su poder el denominado caso Amedo, declarar¨¢ tambi¨¦n previsiblemente el secreto sobre ese sumario.

El comisario Miguel Planchuelo, uno de los inculpados en el caso GAL, abandon¨® el domingo la prisi¨®n de Guadalajara tras obtener de Garz¨®n un permiso por razones m¨¦dicas. Planchuelo podr¨¢ estar ausente del establecimiento tres d¨ªas y deber¨¢ regresar el jueves, informa Jes¨²s Duva.

La autorizaci¨®n para abandonar temporalmente la prisi¨®n est¨¢ relacionada con el estado de salud del comisario, que padece una afecci¨®n g¨¢strica, seg¨²n fuentes penitenciarias. Ni el juez de vigilancia penitenciaria ni la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias han participado en su concensi¨®n.

Los art¨ªculos 244 y 245 del reglamento penitenciario regulan la concesi¨®n de estos permisos. El primero establece como causas la enfermedad grave de parientes o del interno. El segundo se?ala que la autorizaci¨®n para abadonar la c¨¢rcel debe ser aprobada siempre por la autoridad judicial a disposici¨®n de la cual se encuentra el interesado.