Clinton defiende en Ottawa la unidad nacional de Canad¨¢

La enfermedad del secretario de Estado, Warren Christopher, que ha tenido que ser ingresado en un hospital con una ¨²lcera sangrante, empa?¨® la visita de Bill Clinton a Canad¨¢, en la que el presidente norteamericano se entrevist¨® con el l¨ªder independentista de Quebec, pero hizo una fuerte declaraci¨®n en defensa de la unidad nacional canadiense.

Warren Christopher, que suspendi¨® el jueves sus actividades para pasar la noche en una cl¨ªnica de Ottawa, ten¨ªa previsto regresar anoche a Washington a bordo del Air Force One [el avi¨®n del presidente de EE UU]. Posteriormente, seg¨²n los planes de sus m¨¦dicos, ser¨ªa trasladado al hospital de la Universidad de Georgetown, donde quedar¨¢ ingresado para ser sometido a revisi¨®n.Christopher, de 69 a?os de edad, present¨® s¨ªntomas de hemorragia en una ¨²lcera estomacal mientras acompa?aba el jueves al presidente Clinton en su visita a Canad¨¢. Despu¨¦s de unas primeras horas de preocupaci¨®n, los m¨¦dicos informaron que el secretario de Estado hab¨ªa dejado de sangrar y se encontraba en buenas condiciones f¨ªsicas, aunque le recomendaron guardar reposo por unos d¨ªas.

El estado de salud de Christopher, que siempre ha tenido tendencia a delegar varias responsabilidades de la secretar¨ªa, de Estado en otras oficinas de la Administraci¨®n, puede reabrir los rumores sobre una pr¨®xima renovaci¨®n del equipo de pol¨ªtica exterior del presidente Clinton, permanentemente sometido a cr¨ªticas. Esos rumores, que fueron muy intensos a finales del a?o pasado, quedaron acallados con una declaraci¨®n de Clinton en el sentido de que ten¨ªa intenci¨®n de conservar a Christopher en su Gabinete hasta el final de su Administraci¨®n. Desde ese momento, sin embargo, la actividad del secretario, de Estado, que antes hab¨ªa estado fundamentalmente concentrada en Oriente Pr¨®ximo, ha sido todav¨ªa m¨¢s gris de lo habitual. La embajadora norteamericana en las Naciones Unidas, Madeleine Albright, ha sido mencionada con frecuencia como sucesora.

Los comentarios sobre este asunto restaron cierta brillantez a una visita a Canad¨¢ en la que Clinton, como en otros viajes al exterior, volvi¨® a presentarse como un l¨ªder con carisma y personalidad. En su discurso ante el Parlamento canadiense, el jueves, el presidente destac¨® que "en un mundo oscurecido por los conflictos ¨¦tnicos, Canad¨¢ se mantiene como un modelo de c¨®mo pueblos de diferentes culturas pueden vivir y trabajar juntos en paz, prosperidad y respeto mutuo". "El notable ¨¦xito de Canad¨¢ en su unidad nacional puede ser estudiado con beneficios para otras naciones hermanas", a?adi¨® Clinton, entre los aplausos de todos los miembros del Parlamento, con excepci¨®n de los 54 miembros del partido separatista de Quebec.

Las palabras del presidente norteamericano disgustaron al dirigente del Bloque Quebequ¨¦s, Lucien Bouchard, con quien Clinton se reuni¨® por la noche, con car¨¢cter privado para aminorar las cr¨ªticas que el anuncio de ese encuentro hab¨ªa despertado anteriormente. Bouchard, que acaba de reanudar su actividad despu¨¦s de haber perdido una pierna a causa de la enfermedad de la bacteria asesina, declar¨® que Clinton "tiene el derecho de decir lo que quiera", pero advirti¨® que ¨¦l no se siente obligado a respaldar algo con lo que no est¨¢ de acuerdo. "No me ha dado ning¨²n entusiasmo para hacerlo", dijo el l¨ªder independista al t¨¦rmino de la conversaci¨®n. Quebec deber¨¢ decidir en refer¨¦ndum este a?o si se proclama independiente o si. permanece unido a Canad¨¢.

La Casa Blanca explic¨® que las palabras de Clinton ante el Parlamento hab¨ªan sido cuidadosamente negociadas en conversaci¨®n telef¨®nica con el primer ministro canadiense, Jean Chretien.