El Atl¨¦tico se salva en el ¨²ltimo minuto
Alfio Basile no mejora en su estreno el aspecto de los madrile?os
Un gol al l¨ªmite de Vizca¨ªno amortigu¨® otro golpe terrible. El Atl¨¦tico sali¨® con la cara llena de sangre y el bolsillo cargado de negativos, pero esquiv¨® una desgracia mayor. El zapatazo postrero le sirvi¨® de consuelo y endulz¨® los efectos de otra j ornada negra. Alfio Basile no arregl¨® en su deb¨² el aspecto del Atl¨¦tico, que volvi¨® a dar sensaci¨®n de equipo vac¨ªo, pero se llev¨® un punto inesperado con el que ya nadie contaba.Un estreno de t¨¦cnico ha dejado de ser noticia por estos barrios. El Calder¨®n est¨¢ demasiado acostumbrado a ver caras nuevas por su banquillo como para tildar de acontecimiento la llegada de un nuevo inquilino. Basile debut¨® casi en silencio, ense?¨® alguna de sus cartas y se fue contento con un punto. El Atl¨¦tico, claro, no mejor¨®. La enfermedad de este equipo no proviene de las pizarras.
Basile colore¨® el cuadro m¨¢s de lo previsto. El Atl¨¦tico no jug¨®, pese al anuncio de la v¨ªspera, con el mismo traje de los tres ¨²ltimos meses, el dise?ado por D'Alessandro. Los peque?os detalles prometidos por el nuevo t¨¦cnico construyeron otro equipo, aunque s¨®lo por fuera. Carrocer¨ªa nueva, pero el motor averiado de siempre. El mismo que acab¨® con los d¨ªas de Maturana. El mismo que acab¨® con los d¨ªas de D'Alessandro.
As¨ª, el nuevo director de orquesta pint¨® un 4-4-2 puro, con un mediocampo en rombo y encogido hacia el centro, con dos puntas claros (ninguno camuflado como falso centrocampista), y, con menos intensidad en la presi¨®n defensiva que en el pasado. M¨¢s novedades:, Geli ,de volante izquierdo -s¨®lo hasta la lesi¨®n de Ferreira- y Dobrovolski, en el equipo titular y con licencia de mando. Y por ¨²ltimo, la m¨¢s saludable de sus instrucciones: permiso para la imaginaci¨®n en los golpes francos. Este equipo hab¨ªa desterrado hace tiempo las suertes a bal¨®n parado y ayer las ejecut¨® de forma efectiva y variada.
El nuevo mapa del Atl¨¦tico dur¨® lo que tard¨® el encuentro en convertirse en una bomba de relojer¨ªa. Antes, s¨®lo le dej¨® un minuto para el recuerdo, el 28. Sesenta segundos que concentraron lo mejor de los rojiblancos: dos cabezazos de Ferreira, un tiro raso de Kiko y el gol de Geli. Ese minuto fue la secuencia m¨¢s seductora del deb¨².
Poco despu¨¦s, todo se vino abajo. Diego concedi¨® el empate en una salida horrorosa y el Atl¨¦tico se derrumb¨®. Al gol en contra se uni¨®, sobre todo, la lesi¨®n de Ferreira (el defensa m¨¢s en forma del equipo). La baja del central vasco no s¨®lo oblig¨® a recomponer todo el equipo (Geli pas¨® al lateral, Tom¨¢s al central y Pirri entr¨® de volante izquierdo), sino que convirti¨® la defensa en un manojo de nervios. Insegura y d¨¦bil. La hinchada pag¨® todo contra Soloz¨¢bal, al que reproch¨® de forma airada cada lance.
El Oviedo, a cambio, se creci¨®. Aproxim¨® entre s¨ª sus l¨ªneas y se hizo con la llave del partido. Se comport¨® firme atr¨¢s, dej¨® que Prosinecki acaparara, la posesi¨®n de la pelota y abri¨® heridas, no s¨®lo t¨¢cticas, con Carlos y Oli en el ataque. Los nervios locales tambi¨¦n jugaron del lado asturiano. El Oviedo se coloc¨®para s¨ª el. marcador (1-2 y 2-3).
Luego, el partido cay¨® en un cont¨ªnuo ejercicio de ida y vueltas. Iba el Atl¨¦tico, s¨®lo a base de coraje, el ¨²nico argumento que le queda; y volv¨ªa el Oviedo, con m¨¢s sentido que valent¨ªa. Al final, cuando todo parec¨ªa cerrado, apareci¨® Vizca¨ªno, solt¨® su pierna y empat¨®.
El Atl¨¦tico recibi¨® un golpe de suerte, quiz¨¢s el primero de la temporada, que salv¨® a Basile de un estreno m¨¢s triste. A Gil el punto le supo a victoria. El Coco, pues, dispone a¨²n de unas cuantas jornadas de margen. Por si acaso, no se encari?en.
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