El Betis regresa a su nube europea

El Betis se agarr¨® al penalti que cometi¨® Carreras en el minuto 20. Jug¨® la baza de la organizaci¨®n para detener al Racing. Hasta que Sabas irrumpi¨® en el campo y tom¨® la tensi¨®n al partido, su equipo se desliz¨® por un camino peligroso. Entreg¨® el campo a los c¨¢ntabros y se encomend¨® a la sobriedad de Ure?a y Vidakovic, que actuaron de barrenderos durante casi una hora. Pero el Betis conoci¨® el efecto Sabas. El escurridizo delantero llev¨® el sosiego a la grada cuando s¨®lo faltaba un minuto. El 2-0 devuelve al Betis a la nube. La UEFA est¨¢ cada vez m¨¢s cerca para un equipo sorprendente, capaz de hilvanar una estrategia ofensiva virtuosa y, despu¨¦s, tirar a la basura la imaginaci¨®n.

Porque as¨ª fue. La primera parte de los verdiblancos borr¨® del c¨¦sped al Racing. Marc¨® de penalti, pero pudo haberlo hecho de cualquier manera. Kowalczyk, Cu¨¦llar, M¨¢rquez y Ca?as, se dejaron caer en el ¨¢rea de Ceballos en siete ocasiones clar¨ªsimas que no tuvieron reflejo alguno en el marcador. Las llegadas del Betis ten¨ªan desconcertada a toda la defensa racinguista. Para organizar este terremoto en ataque el Betis necesit¨® que Carreras cometiera un penalti en una jugada extra?a, apenas da?ina. El gol de Alexis desactiv¨® los grilletes de la zaga visitante. El Betis entraba en el ¨¢rea con una sencillez pasmosa. La mejor jugada fue tan lujosa que debi¨® ser gol para registrase siempre. Al primer toque, Alexis, Cu¨¦llar, Kowalczyk y M¨¢rquez descubrieron la geometr¨ªa. La culminaci¨®n, a cargo del ¨²ltimo, encontr¨® las yemas de los dedos de Ceballos, que se sac¨® un parad¨®n portentoso.

El secreto del empuje b¨¦tico est¨¢ en el concurso de un futbolista an¨®nimo: Juanjo Ca?as, un guerrillero de pulmones de acero y zancada inalcanzable. Tan pronto estaba pisando ¨¢rea rival como desbaratando las ideas de Seti¨¦n. Ambos libraron un duelo precioso. El c¨¢ntabro, andando, fue capaz de gobernar a todo su equipo. Este futbolista lo ser¨¢ mientras pueda mantenerse en pie. Su antagonista, Ca?as, apel¨® a la fuerza y la zancada, permitiendo que el Betis brillara en la primera parte y siguiera vivo cuando pintaron bastos en la segunda mitad.

Tras el descanso, Serra Ferrer orden¨® cautela. El Betis cedi¨® terreno y se ech¨® en los brazos de su ganada fama de equipo menos goleado.