Alumnos de Bellas Artes restauran la iglesia de San Jos¨¦ en sus clases

Mar¨ªa Teresa Escohotado, profesora de Restauraci¨®n de la Facultad de Bellas Artes, se propuso que los alumnos de quinto curso pudieran aprender sobre el terreno la disciplina que ella ense?a. Por eso, desde el mes pasado, buena parte de esta asignatura se estudia a 27 metros de altura. Los pupitres y mesas se han sustituido por andamios, y el cuaderno de apuntes, por los frescos de la iglesia de. San Jos¨¦, a la que los estudiantes acuden dos veces por semana para completar sus ocho horas lectivas semanales.

Se trata de un programa de investigaci¨®n patrocinado por la Comunidad de Madrid del que se benefician, adem¨¢s de esta iglesia barroca terminada en 1742, 24 alumnos del ¨²ltimo curso de la facultad y becarios que est¨¢n haciendo su tesis doctoral.Comunidad y Facultad de Bellas Artes se proponen con este programa formar a profesionales realizando obras de verdad y, adem¨¢s, preservar y restaurar el patrimonio art¨ªstico madrile?o.

Retablo y artesonado

Los alumnos trabajan en la restauraci¨®n del ¨¢bside de la iglesia de San Jos¨¦, concretamente en el retablo, en dos lienzos pintados por san Jacobo Pav¨ªa en el siglo XVII y en todo el artesonado del techo y de la pared, confeccionado con m¨¢rmol y oro. La veterana iglesia de la calle de Alcal¨¢ empieza a recobrar su esplendor.

Seg¨²n explica Escohotado, cada estudiante tiene asignada una parte y trabaja bajo la supervisi¨®n de los becarios, que coordinan y est¨¢n pendientes de todo el proceso. La labor que hagan en este templo se tendr¨¢ en cuenta en sus calificaciones finales.

Para la profesora, trabajar a esas alturas no entra?a el m¨¢s m¨ªnimo peligro. "Es imposible caerse, los andamios son de una seguridad absoluta", se?ala. Adem¨¢s, los estudiantes han recibido unas directrices b¨¢sicas para sujetarse y andar por las alturas. Como atuendo de trabajo es imprescindible vestir pantalones protegidos por un mono. Todos calzan zapatillas de deporte y llevan guantes, y en ocasiones tambi¨¦n es b¨¢sica una mascarilla para no respirar polvo.

Escohotado asegura que no se obliga a nadie a trabajar encima de los andamios. Los alumnos que han preferido el trabajo de estauraci¨®n a nivel del suelo -ha habido muchos que han optado por no trepar por el ¨¢bside de la iglesia- se ocupan de la recuperaci¨®n de los lienzos. "La verdad es que el primer d¨ªa que subes es horroroso. Impone respeto", confesaba una alumna.

El p¨¢rroco de la iglesia, don Felipe, tambi¨¦n est¨¢ encantado con el trabajo que los estudiantes est¨¢n haciendo en ella. Tanto que ¨¦l mismo patrocina a dos becarios, adem¨¢s de haberse hecho cargo de la instalaci¨®n de los andamios. Y la iglesia sigue con su funcionamiento normal: se dice misa, incluso se celebran bodas en la capilla principal que, hasta abril por lo menos, lucir¨¢ una tela blanca colgada detr¨¢s del altar para impedir presenciar lo que ocurre en el taller que han montado los alumnos de Bellas Artes.

El sue?o de Mar¨ªa Teresa Escohotado es ahora poder hacerse cargo del cimborrio de esta iglesia de la que opina que "tranquilamente pod¨ªa ser una catedral". Esta profesora y 100 alumnos ya restauraron hace dos a?os otra de sus capillas, la de Santa Teresa. El problema que tiene este templo, seg¨²n cita Escohotado, es que apenas cuenta con fieles que se preocupen de ella, ya que la mayor¨ªa de los edificios vecinos son oficinas.