Publicidad negativa

El objetivo principal de un patrocinador deportivo es la publicidad, pero parece que esa salida a la luz p¨²blica est¨¢ a punto de acabar con un patrocinio: la. misteriosa Agrupaci¨®n europea de profesionales de mercadotecnia, o, en corto, Le Groupement (La Agrupaci¨®n), una firma que entr¨® en el ciclismo hace apenas dos meses con planes de permanecer hasta el a?o 2000, ha anunciado que piensa retirar su patrocinio al equipo ciclista en el que pensaba gastarse 30 millones de francos anuales (casi 700 millones de pesetas). Una cifra puesta a disposici¨®n de un par de personajes con mala fama dentro del ciclismo: Guy Mollet y Patrick Valcke, cuyo ¨²nico aval es su amistad con Stephen Roche y el desaguisado que condujo a la desaparici¨®n del Fagor.A mediados de agosto pasado, Luc Leblanc, un ciclista franc¨¦s de 28 a?os, casado con una madrile?a y con un historial pasable -acababa de hacer un buen Tour con victoria de etapa en Hautacam incluida-, pens¨® que hab¨ªa firmado el contrato de su vida. Un agresivo emisario de un equipo que saldr¨ªa el a?o siguiente le hab¨ªa ofrecido 12 millones de francos (unos 270 millones de pesetas) por un contrato de tres a?os. La mayor cantidad jam¨¢s pagada a un corredor franc¨¦s.

Siete meses despu¨¦s -entre medias el t¨ªtulo de campe¨®n del mundo y un Mercedes regalo de su patr¨®n- Leblanc parece haber entrado bajo la maldici¨®n del maillot arcoiris. Le Groupement -una empresa dedicada a la venta directa, organizada desde Arizona por Jean Godzich, un millonario de origen polaco, cuyos trabajadores m¨¢s parecen adeptos de una secta y con unos ingresos en 1994 de 1.188 millones de francos (unos 27.000 millones de pesetas)-, que funcionaba por los subsuelos de la econom¨ªa, ha visto c¨®mo desde todos los medios se han hecho informaciones sobre su funcionamiento y no precisamente positivos. Acusaciones de venta piramidal, de timo a los parados y de mafia encubierta han salpicado su imagen. Las ventas han descendido espectacularmente. La respuesta ha sido pensar en deshacer el equipo.

20 corredores y casi una decena de auxiliares pueden quedar en paro. Cobrar¨¢n del aval depositado ante la UCI (tres millones de francos, equivalente a tres meses de salarios) y de lo que consigan ante los juzgados laborales. Y, por lo menos, quedar¨¢n en libertad para buscar un nuevo patr¨®n. Los corredores podr¨¢n explotar la v¨ªa colectiva -buscar un nuevo patrocinador que asuma todas las cargas- o buscarse la vida individualmente.

Leblanc tiene las mayores probabilidades de encontrar nuevo equipo -s¨®lo su presencia garantiza a cualquier escuadra poder disputar el Tour-, pero su responsabilidad le obligar¨¢ a llevarse consigo dos o tres compa?eros, al igual que Pascal Lino, la otra estrella del equipo. Eso encarecer¨ªa su fichaje hasta el l¨ªmite de los 100 millones de pesetas, una cifra para echarse a pensar.