El videodisco digital enfrenta a las compa?¨ªas de electr¨®nica
Las especificaciones de un nuevo aparato de electr¨®nica de consumo, el videodisco digital, ha dividido a las grandes compa?¨ªas en dos bandos rivales. Toshiba, respaldada por la poderosa Matsushita y las principales empresas cinematogr¨¢ficas, ha dado a conocer las caracter¨ªsticas del aparato, que son incompatibles con las que promueve el bando rival, liderado por Philips y Sony. Si no llegan a un acuerdo, se repetir¨¢ la historia del v¨ªdeo con los formatos VHS y Betamax.El videodisco digital (o v¨ªdeo-CD) quiere ser el sucesor del v¨ªdeo convencional para la reproducci¨®n de pel¨ªculas. El aparato lee los mismos discos compactos de audio, pero con una capacidad cinco veces superior, que es la necesaria para tener grabada en una sola cara una pel¨ªcula completa. El est¨¢ndar propugnado por Toshiba y Matsushita permite almacenar hasta cinco gigabytes (5.000 millones de bytes) en una cara del disco, lo que supone grabar hasta 142 minuto de pel¨ªcula de calidad de imagen comparable a la del v¨ªdeo VHS, ocho canales de sonido para distintos idiomas y 32 posibilidades de subtitulado.
L¨¢ser azul
Esta elevada capacidad es posible con un lector l¨¢ser azul. Al ser de longitud de onda m¨¢s corta que los convencionales, tiene mayor poder de resoluci¨®n y los datos grabados en el disco se pueden poner m¨¢s juntos. Adem¨¢s, la propuesta utiliza la norma de compresi¨®n de datos MEPG-2, que permite una gran calidad de las im¨¢genes.
La propuesta de Philips y Sony admite 3,7 gigabytes de informaci¨®n en un disco compacto, equivalente a 128 minutos de pel¨ªcula de calidad parecida a la del v¨ªdeo VHS. En la Feria de Consuno de Las Vegas (EE UU), celebrada en enero, las dos compa?¨ªas mostraron un prototipo operativo de su sistema y anunciaron planes para comercializarlo a finales de este a?o. Toshiba espera comercializar sus aparatos en oto?o de 1996.
En realidad, las dos propuestas no est¨¢n muy alejadas. Se trata m¨¢s de una cuesti¨®n econ¨®mica, de derechos de propiedad. Sony y Philips cobran un porcentaje por cada CD que se fabrica, como propietarios de, la licencia, y lo mismo hace JVC, filial de Matsushita, con cada v¨ªdeo VHS.
Sony y Philips quer¨ªan que toda la industria adoptara su formato de videodisco digital y cobrar por ello. Pero la decisi¨®n de Matsushita de respaldar las especificaciones de Toshiba ha hecho que compa?¨ªas cinematogr¨¢ficas como Metro-Goldwyn-Mayer, Time Warner y MCA, y fabricantes de consumo como Hitachi, Pioneer y Thomson, dejaran solas a Sony y Philips.Matsushita es el principal fabricante mundial de aparatos de electr¨®nica de consumo y la compa?¨ªa que impuso en todo el mundo el formato de v¨ªdeo VHS y oblig¨® a Sony a abandonar el Betamax, y a Philips, el V-2000.El amargo recuerdo de la historia del v¨ªdeo ha hecho que Sony y Philips adoptasen una postura conciliatoria ante el anuncio realizado por Matsushita. En un comunicado, Sony dijo al d¨ªa siguiente que su formato "es una opci¨®n excelente", pero que Philips y Sony "evaluar¨¢n con detalle las caracter¨ªsticas" del formato rival. Estas dos compa?¨ªas pon¨ªan ¨¦nfasis en las ventajas de un est¨¢ndar ¨²nico.
El formato que se adopte para el videodisco digital puede servir para lectores de discos ¨®pticos que contengan videojuegos, datos o cualquier tipo de informaci¨®n audiovisual. Es m¨¢s, los actuales lectores, como el CD-ROM o el CD-I, tienen una evidente falta de capacidad para proporcionar informaci¨®n multimedia y el nuevo est¨¢ndar aumentar¨ªa sus posibilidades.
Los requerimientos de memoria que se precisan para almacenar im¨¢genes son muy elevados. Con cinco gigabytes s¨®lo se puede conseguir una calidad de imagen comparable a la del v¨ªdeo VHS, por lo que muchos especialistas dudan de que el videodisco digital tenga ¨¦xito. Es preciso tener en cuenta que con el videodisco no se podr¨ªan grabar pel¨ªculas.
El futuro, para los especialistas, pasa por un lector de discos ¨®pticos que puedan grabarse y borrarse y a precio econ¨®mico, algo dudoso de conseguir en lo que queda de d¨¦cada, m¨¢xime si dar el primer paso -lograr unas especificaciones comunes para un lector multimedia- cuesta tanto.
Duplicar la capacidad
Con el fin de aumentar a¨²n m¨¢s la capacidad del disco compacto, Toshiba propone que est¨¦ grabado por la dos caras y se llegue as¨ª a los 10 gigabytes. Ello permitir¨ªa tener almacenadas dos pel¨ªculas completas, una en cada cara, aunque el usuario deber¨ªa dar la vuelta al disco.Philips y Sony, para evitar este inconveniente, proponen una soluci¨®n m¨¢s compleja, aunque m¨¢s c¨®moda para el usuario. Se trata de que el disco tenga dos capas o niveles y que el lector enfoque la capa que quiera leerse.
El a?o pasado, IBM mostr¨® un prototipo capaz de leer discos con cinco capas, y as¨ª consegu¨ªa multiplicar por cinco la capacidad del disco compacto. Se trata de distintas alternativas para conseguir una necesidad apremiante: aumentar la capacidad del disco ¨®ptico para poder incorporar im¨¢genes en movimiento.
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