Las Prostitutas defender¨¢n sus derechos desde un nuevo centro

"Un primer paso para superar el autodesprecio es autoestimamos como trabajadoras del sexo". Esta frase de Nancy, una prostituta transexual de Madrid, es uno de los lemas del colectivo en defensa de los derechos de las prostitutas, que se presenta esta tarde en el primer piso del n¨²mero 16 de la calle del Desenga?o. Esta nueva asociaci¨®n, formada por 20 mujeres -seis de ellas, prostitutas-, pretende alejarse de "la hip¨®crita doble moral que recae sobre las prostitutas", seg¨²n afirman sus creadoras.El principal objetivo que mastica la asociaci¨®n es defender que las prostitutas se organicen para trabajar tranquilas. "Creemos que las prostitutas tambi¨¦n tienen derecho a sindicarse, a tener pensiones y a trabajar dignamente", explica la psic¨®loga Cristina Garaiz¨¢bal, una de las organizadoras del colectivo, formado en su mayor¨ªa por feministas conscientes de que intentar dignificar la prostituci¨®n es una idea que s¨®lo acepta una minor¨ªa. "Incluso dentro del feminismo somos una minor¨ªa", apunta Garaiz¨¢bal.
Una historieta
La soci¨®loga y feminista norteamericana Gail Pheterson, fundadora del Comit¨¦ Internacional por los Derechos de las Prostitutas y una de las activistas m¨¢s comprometidas en dar voz, y legitimidad a este sector, ser¨¢ la invitada de honor en la fiesta que esta tarde abrir¨¢ las puertas del nuevo centro. En el piso de la calle del Desenga?o, abierto de lunes a viernes de siete a diez de la noche, habr¨¢ asesor¨ªa m¨¦dica, jur¨ªdica y psicol¨®gica. Adem¨¢s, el colectivo pretende que se impartan clases de autodefensa, de maquillaje o de gimnasia. El local tambi¨¦n contar¨¢ con un peque?o bar. "Las prostitutas podr¨¢n venir aqu¨ª a descansar un rato, a tomarse un caf¨¦ y hablar".
Ayer por la ma?ana la noticia era todav¨ªa desconocida en la calle del Desenga?o. Las prostitutas que a esa hora se apoyaban en las paredes de la v¨ªa ignoraban la existencia de este nuevo centro y sus pretensiones. "No me creo nada" sentenci¨® una de ellas casi sin escuchar, mientras las otras se mostraban menos desconfiadas con el nuevo proyecto.
"Todav¨ªa no hemos bajado, a la calle a presentamos", explica Cristina Garaiz¨¢bal. "Hemos preparado unas historietas informativas que estamos empezando a repartir para que nos conozcan y suban. Este ser¨¢ un lugar abierto a todas ellas. A las prostitutas que quieran dejar la profesi¨®n les diremos cu¨¢les son las asociaciones a las que pueden acudir, y a las otras les intentaremos ofrecer armas para defenderse como trabajadoras del sexo".
Frente a la situaci¨®n legal actual, este colectivo pide la total descriminalizaci¨®n del ejercicio de la prostituci¨®n y la derogaci¨®n de la Ley de Peligrosidad Social, en la que se penaliza el ejercicio de la prostituci¨®n, sin distinguir s¨ª ¨¦sta es voluntaria o forzada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
