On¨¦simo rescata al Rayo
El delantero inici¨® la remontada que permiti¨® salvar un punto
JEREM?AS CLEMENTE. On¨¦simo actu¨® de matador en una faena que prepar¨® Calder¨®n: la de la remontada. El Rayo parec¨ªa abocado a una nueva derrota, pero acab¨® aplicando a raJatabla la teor¨ªa de Paquito: suma y sigue, aunque sea sin ganar.
Durante el primer tiempo, el Badajoz estuvo espl¨¦ndido y dispuso de numerosas ocasiones de gol, mientras el Rayo controlaba,. pero sin profundizar. El tri¨¢ngulo formado por On¨¦simo, Visjnic: y Guilherme recre¨® el juego en un tercio f¨¢cil para el adversario.
La defensa en zona del Badajoz cedi¨® terreno sin asfixiarse. La banda izquierda madrile?a parec¨ªa no existir y ah¨ª hall¨® el equipo pacense un fil¨®n con la velocidad de Soler y un cabezazo de Altimira, elev¨¢ndose a la vieja usanza del delantero centro. Era el justo premio a un f¨²tbol pr¨¢ctico. Pozo remat¨® la faena, aprovechando' un fallo madrile?o.
Incluso pudieron los locales aumentar su ventaja con lanzamientos de Altimira y Paco. Ortuondo pod¨ªa estar satisfecho. Su pron¨®stico iba cumpli¨¦ndose, incluso, en el inicio de la segunda parte.
La querencia natural de On¨¦simo se perd¨ªa en pases que no encontraban destinatario y Paquito vio clara. la necesidad de reconducir el asunto: Calder¨®n y Andersen por Morillas y Chesa. El Rayo Vallecano se transform¨® y comenz¨® un nuevo partido con un juego. m¨¢s ambicioso. Calder¨®n puso la chispa, y On¨¦simo, el sentido letal. En cuatro minutos, el peque?o matador meti¨® el miedo en el cuerpo de los locales y la incertidumbre recorri¨® los grader¨ªos del viejo. Vivero. Pero para confirmar la inexactitud cient¨ªfica del f¨²tbol, en plena efervescencia rayista, el Badajoz pudo resolver con un tiro de Pozo al larguero. No fue as¨ª. Ambos t¨¦cnicos aceptaron el mal menor.
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