Noche sin consuelo

PEDRO GOROSPE. El partido di¨® paso a una noche sin consuelo. Los jugadores se quedaron clavados en el banquillo de Estambul, y en Vitor¨ªa los cohetes preparados para el triunfo se tuvieron que conformar con pintar el cielo de desesperaci¨®n. Los aficionados, sin embargo, le dieron la vuelta al resultado, y en un mar de las l¨¢grimas empezaron a preparar la Liga que "est¨¢ chupada". M¨¢s de 1.000, aficionados corearon a su equipo.

"Europa tiene una deuda con nosotros, y espero que nos la pague el pr¨®ximo aflo", dijo nada m¨¢s acabar el partido el presidente del Taugr¨¦s-Basconia, Josean Querejeta, a Radio Euskadi-Radio Vitoria. "Una final es a cara o cruz, y esta vez nos hemos quedado con la cruz". El presidente di¨® palabras de aliento a sus jugadores felicit¨¢ndoles por el trabajo realizado frente a un equipo, el Benetton de Treviso, que le duplica en presupuesto y por lo tanto con una mayor posibilidad de rotaci¨®n.

"Para ser un equipo grande hay que perder finales", dijo cabizbajo Ferr¨¢n L¨®pez, el primero de los jugadores que hizo algunas declaraciones tras verse obligados todos a salir a la cancha para saludar a los aficionados. "De todas formas con esta afici¨®n es como si hubi¨¦ramos ganado".

El entrenador basconista, Manel Comas, encaj¨® la derrota como "una cornada muy grande. Es muy duro llegar, perder es doloroso, y es terrible no poder darles nada a todos estos seguidores que han hecho un gran esfuerzo por venir hasta aqu¨ª". Comas reconoci¨® la superioridad del contrario e incluso los errores cometidos. "Pero no nos podemos parar hay que seguir dando ca?a, y a ver si el pr¨®ximo a?o disponemos de m¨¢s jugadores para encarar los encuentros con m¨¢s garant¨ªas", concluy¨®.

En la capital alavesa los minutos posteriores a la derrota se vivieron con intensidad. Rabia e impotencia en primer lugar porque la falta intencionada que le pitaron a Santiago Abad cort¨® el ¨²ltimo acercamiento del equipo al marcador, y quiz¨¢s porque todos esperaban el milagro y no lleg¨®. Y tristeza despu¨¦s disfrazada de aritos y canciones. La mayor¨ªa de los aficionados que vieron el partido en bares y sociedades. iniciaron una bulliciosa procesi¨®n de regreso a sus casas, pero sin la fiesta final. Unos 200 seguidores con una charanga y un bombo transformaron la desolaci¨®n del resultado en una celebraci¨®n contenida que llevaron por las calles del Casco Viejo de Vitoria.

"Ellos ten¨ªan m¨¢s personal en el circo al final", explic¨® Marcelo Nicola, el jugador hispano-argentino que junto a Sasa Radunovic no est¨¢n inscritos en este torneo. El Taugr¨¦s que perdi¨® ayer no era el mismo. que gan¨® la Copa del Rey, destac¨® Nicola, para el que ahora todos los jugadores "tenemos que centramos en la liga, jugar la final, y ganarla".