Segunda decepci¨®n europea del Taugr¨¦s
La pobre aportaci¨®n de Perasovic facilit¨® el triunfo del Benetton en la final de la Recopa
El Taugr¨¦s vivi¨® ayer su segunda decepci¨®n europea en el momento m¨¢s dulce de su historia. Un equipo cerebral, poco dado al espect¨¢culo, pero infatigable en su actitud, el Benetton de Treviso, fundi¨® los plomos del conjunto baskonista, que nunca fue capaz de ponerse por delante en el marcador. La escasa aportaci¨®n de Perasovic y las continuas p¨¦rdidas de bal¨®n le condujeron a un fracaso.El Taugr¨¦s asumi¨® de salida su papel de debutante: aceleraci¨®n, nervios, errores, temor y todo el cat¨¢logo de inexactitudes que definen a los actores voluntariosos pero inexpertos. La primera jugada defini¨® el alma del partido. Taugr¨¦s caz¨® el bal¨®n al vuelo, pero Pablo Laso lo regal¨® al contrario. En un santiam¨¦n el Taugr¨¦s se vio 10 puntos por debajo sin que el Benetton necesitara ning¨²n ejercicio de imaginaci¨®n baloncest¨ªstica. Lo suyo era una pura declamaci¨®n del manual deportivo: fuerte defensa y constataci¨®n de los errores del rival.
Manel Comas entendi¨® r¨¢pidamente que la taquicardia de Laso le conduc¨ªa al infarto e introdujo serenidad con Ferr¨¢n L¨®pez. El partido se recondujo a la normalidad y le permiti¨® al Taugr¨¦s mantener las constantes vitales. La anarqu¨ªa del Benetton permiti¨® a los alaveses recordar su personalidad, es decir, el dominio del rebote, el imperio del juego interior e imponer un partido bajo el m¨²sculo.Rivas barri¨® el aro y el Taugr¨¦s consigui¨® igualar el encuentro como tratando de demostrar a su oponente que el precio de la final iba a resultar caro. Fue un espejismo.
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