Major toma la decisi¨®n de retirar, por primera vez, soldados brit¨¢nicos de Irlanda del Norte

El proceso de paz en Irlanda del Norte se est¨¢ convirtiendo cada vez m¨¢s en un proceso de gestos, a menudo dif¨ªciles de interpretar. Pese a la cruda ret¨®rica utilizada en los ¨²ltimos d¨ªas por el Gobierno brit¨¢nico, que a simple vista podr¨ªa haberse interpretado como s¨ªntoma de un retroceso en el delicado camino hacia la paz, ayer Londres tom¨® una decisi¨®n repleta de contenido simb¨®lico: la retirada por primera vez de parte de las tropas brit¨¢nicas en el Ulster. Una buena noticia para el l¨ªder del Sinn Fein, Gerry Adams, que ayer continuaba, triunfal, su visita a EE UU.

Downing Street y el Ministerio de Irlanda del Norte insistieron en que la retirada de 400 soldados pertenecientes al V Regimiento de Artiller¨ªa acantonado en el Ulster, prevista para dentro de 15 d¨ªas, no es sino una cuesti¨®n t¨¢ctica. En anteriores ocasiones se han producido reducciones. La cifra de soldados brit¨¢nicos en el Ulster ha variado en funci¨®n de los acontecimientos, pero como una mera cuesti¨®n t¨¦cnica. Esta vez es diferente. Ahora se anuncia una reducci¨®n de tropas en medio de un proceso de paz. El significado no es t¨¦cnico, es pol¨ªtico. Nadie lo duda.La decisi¨®n se tom¨® tras consultar con la polic¨ªa local, el Royal Ulster Constabulary. Una medida motivada por la ausencia de presi¨®n terrorista que vive el Ulster como consecuencia de los seis meses largos de paz que la tregua del IRA ha proporcionado a la provincia. De hecho, el regimiento en cuesti¨®n, desplegado en los condados norirlandeses m¨¢s rebeldes de Tyrone y Armagh, ten¨ªa previsto regresar dentro de un mes a su base inglesa en Yorkshire, para ser sustituido por otro contingente.

A nadie se le escapa que la decisi¨®n, en un largo proceso de tira y afloja entre el Gobierno de Londres y el partido pol¨ªtico que representa al IRA, el Sinn Fein, supone una respuesta, aunque t¨ªmida y moderada, a las aspiraciones de este ¨²ltimo. Ayer, tanto portavoces del partido nacionalista como del Partido Unionista del Ulster, acogieron con satisfacci¨®n, por una vez un¨¢nime, la noticia. No as¨ª el reverendo lan Paisley, quien la calific¨® de "escandalosa".Apenas 24 horas antes de que Downing Street diera a conocer esta decisi¨®n, Gerry Adams, l¨ªder del Sinn Fein, hab¨ªa reclamado en Nueva York, una vez m¨¢s, la retirada de las tropas brit¨¢nicas que permanecen en el Ulster desde 1969. Adams, que ayer mismo inaugur¨® una sede de la Asociaci¨®n de Amigos del Sinn Fein en Washington, ser¨¢ el hu¨¦sped de honor hoy en una comida de 200 d¨®lares (25.000 pesetas) el cubierto, a celebrar en el selecto marco del hotel Plaza.

La tensi¨®n pol¨ªtica entre Londres y Washington ha aumentado varios grados por este motivo. Por una vez, incluso el primer ministro brit¨¢nico, John Major, se atrevi¨® a criticar veladamente al presidente Bill Clinton por recibir a Adams como a un hombre de Estado, cuando los periodistas le preguntaron en Israel -pa¨ªs que visita oficialmente Major- si no era equivalente su actitud al entrevistarse con Yasir Arafat.

Por alg¨²n motivo no aclarado, el primer ministro brit¨¢nico fue incapaz de ponerse al tel¨¦fono para atender una llamada del presidente Clinton, mientras continuaba el lunes su viaje a Gaza. ?Descordinaci¨®n? ?Desaire?

Major, al final, dijo a los periodistas que le acompa?an en este viaje a Israel -donde ayer se entrevist¨® con Arafat- que hablar¨¢ con Clinton en un futuro pr¨®ximo. "Me he movido mucho durante los ¨²ltimos d¨ªas", dijo el primer ministro, "pero estoy seguro de que si el presidente Clinton quiere hablar conmigo encontrar¨¢ la manera de hacerlo". Si la conversaci¨®n entre ambos mandatarios llega a producirse, Major aprovechar¨¢ la ocasi¨®n para pedirle que utilice su capacidad de persuasi¨®n con Gerry Adams y le convenza para que lleve un poco m¨¢s lejos su compromiso de presionar al IRA para que entregue las armas; una de las escaramuzas dial¨¦cticas que se ha revelado m¨¢s complicada en el camino para alcanzar la paz en el Ulster.

Lo ¨²nico cierto en medio de este proceso, a menudo cifrado, entre Londres, Dubl¨ªn y Washington, es la peque?a mengua en los efectivos militares brit¨¢nicos en el Ulster que, no obstante, se sit¨²an todav¨ªa en torno a los 18.000 hombres.

El V Regimiento de Artiller¨ªa quedar¨¢ acantonado en Catterick (North Yorkshire), su base de origen y a la que estaba previsto que regresara el mes pr¨®ximo. Despu¨¦s de la supresi¨®n de las patrullas del Ej¨¦rcito en las calles y carreteras de Irlanda del Norte, el acantonamiento de los soldados se ha convertido en un engorro cada vez mayor para el Gobierno brit¨¢nico.