S¨®lo una de cada cinco familias espa?olas pobres recibe el salario social, seg¨²n C¨¢ritas

S¨®lo una de cada cinco familias necesitadas espa?olas recibe salario social, seg¨²n los datos de C¨¢ritas, que present¨® ayer el primer estudio global que se ha hecho en Espa?a sobre estas rentas m¨ªnimas, que dependen de las comunidades aut¨®nomas. En 1993 -¨²ltimos datos disponibles-, unos 50.000 hogares (el 0'4% del total nacional) recibieron esta ayuda econ¨®mica, cuaya media se sit¨²a en 34.337 pesetas por presona. Los autores del trabajo criticaron la dispersi¨®n y desigualdad que se produce en estos salarios sociales en Espa?a -al estar en manos exclusivas de los Gobiernos aut¨®nomos- y que el Ministerio de Asuntos Sociales no haya hecho el m¨¢s m¨ªnimo movimiento en este asunto.

Tres d¨ªas despu¨¦s del final de la Cumbre de la Pobreza, que ha reunido en Copenhague a 121 jefes de Estado y Gobierno para hacer declaraciones de principios sobre la necesidad de erradicar la pobreza del planeta; este informe de la Fundaci¨®n FOESSA (la fundaci¨®n de C¨¢ritas Espa?ola) vuelve a resaltar las distancias que separan los hechos de las palabras, y sin irse muy lejos de casa.Manuel Aguilar y Miguel Laparra, autores, junto a Mario Gaviria, del estudio La ca?a y el pez, criticaron ayer que los 22.000 millones de pesetas anuales de salario social, que los Gobiernos regionales reparten entre los m¨¢s necesitados, son una cantidad muy peque?a para mitigar las malas condiciones de vida en que se mueven miles de familias espa?olas, que han quedado excluidas tanto del mercado de trabajo como de otro tipo de pensiones p¨²blicas. Aguilar estim¨® que para aplicar estos programas con un m¨ªnimo de rigor, se necesitan 100.000 millones anuales.

Ambos reconocieron el paso dado por los Gobiernos aut¨®nomos y arremetieron contra Asuntos Sociales por no hacer nada para homogeneizar y coordinar estas prestaciones, adem¨¢s de aportar una financiaci¨®n complementaria; o, por *lo menos, para asegurar unos m¨ªnimos y recoger en una ley este derecho de los "nuevos pobres". En la UE, s¨®lo Italia tiene estas ayudas tan descentralizadas.

Una comunidad aut¨®noma, Baleares, todav¨ªa no cuenta con esta asistencia. S¨®lo el Pa¨ªs Vasco aplica satisfactoriamente, seg¨²n el estudio de FOESSA, las rentas m¨ªnimas: reparte 6.000 millones anuales entre 16.500 hogares, lo que supone casi el 2% de familias de esa comunidad -porcentaje que los autores del informe consideran que debiera ser el que se alcanara en toda Espa?a-.Junto al Pa¨ªs Vasco, Madrid y Catalu?a se salvan en el estudio por aplicar estos programas sociales con bastante rigor y medios. El resto dejan bastante que desear; sobre todo, Canarias, Cantabria, Castilla y Le¨®n, Valencia y Extremadura, tanto por la escasa cobertura que prestan como por las abundantes limitaciones que imponen para acceder a estas ayudas de supervivencia. Cantabria s¨®lo dedic¨®, en 1993, 10 millones a este concepto.

Las mujeres solas con hijos son el principal grupo receptor de los salarios sociales (m¨¢s de un tercio del total), seguidas de personas que viven solas.