Las IIamas arrasan interior del Palacio de Exposiciones y Congresos
Las llamas arrasaron ayer el interior del Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid, edificio inaugurado en 1969. El fuego se desat¨® en un compartimiento utilizado como almac¨¦n y situado en la zona de oficinas de la primera planta, seg¨²n la primera hip¨®tesis de los t¨¦cnicos municipales. El espectacular incendio, considerado fortuito por los servicios municipales, se origin¨® presumiblemente por un cortocircuito. El momento exacto del inicio se desconoce. Cuando, a las 14.51, los bomberos recibieron la llamada de socorro de un empleado del edificio, el fuego ya se hab¨ªa propagado lo suficiente como para exhibir negras columnas de humo en el exterior, seg¨²n vecinos y personal del edificio. Muestra de su extensi¨®n -propiciada por la f¨¢cil combusti¨®n de las maderas del auditorio- lo da el hecho de que a los cuatro minutos exactos de la entrada en acci¨®n de los bomberos, el techo delescenario, de piedra, se del rrumbase -a causa de una colosal llamarada- y uno de los dos auditorios -con capacidad para 800 personas- quedase reducido a escombros. No hubo v¨ªctimas.
Ante este devastador avance del fuego, que adem¨¢s arras¨® tres pisos de oficinas, los sistemas de seguridad demostraron su incapacidad. De hecho, el incendio fue descubierto por la telefonista de la centralita. La mujer oli¨® a quemado antes que el modern¨ªsimo y complejo sistema de alarma, revisado este mismo mes y basado en detectores de calor y humo. Estos sensores emiten su se?al a un ordenador central, cuyo panel debe ser vigilado permanentemente por el equipo de seguridad.
Una vez descubierto el fuego, se dispararon las alarmas ."Cuando llegu¨¦ a la sala de control, estaban encendidas 17 luces", indic¨® el arquitecto conservador del edificio, Mar¨ªano Martitegui, quien insisti¨® en 'que este sistema de detecci¨®nfue probado con ¨¦xito la pasada semana. A estas medidas se suman las mangueras -seis en el lugar donde se desat¨® el fuego- y un sistema rociador, que no abarca toda la superficie, sino b¨¢sicamente las partes del auditorio ocupadas por p¨²blico. Pero ninguna de estas instalaciones sirvi¨® para atajar el fuego, que a su paso se encontr¨® con otras facilidades. El director del Palacio de Congresos, Francisco Rodr¨ªguez Mafias, para explicar la propagaci¨®n, aludi¨® a los materiales de revestimiento, especialmente a la madera, altamente inflamable, que recubr¨ªa las paredes del auditorio. "Es un edificio viejo, que iba a cumplir los 25 a?os", indic¨® Rodr¨ªguez Mafias, quien no se atrevi¨® a cuantificar los da?os.
A esta explicaci¨®n, el conservador a?adi¨® que la parte devastada hab¨ªa quedado marginada de las-¨²lt¨ªmas reformas estructurales -como la de 1989, cuando Espa?a ocup¨® la presidencia de la CE- y que carec¨ªa de protecci¨®n ign¨ªfuga. Lo que s¨ª funcion¨® fue el tel¨®n mec¨¢nico de separaci¨®n del escenario -cuyo cierre divide la gran sala en dos auditorios- La cortina met¨¢lica, puesta en marcha por el encargado de seguridad, salv¨® del fuego la mitad del escenario -el auditorio A
PASA A LA P?GINA 5
VIENE DE LA P?GINA 1
Un estallido derrumbo techo del escenario
El alcance del incendio no se conocer¨¢ con exactitud hasta hoy, cuando una comisi¨®n formada por t¨¦cnicos del departamento municipal de Protecci¨®n de la Edificaci¨®n y de la Secretar¨ªa General de Turismo -quien explota el edificio- revisen los da?os. En este contexto el jefe del servicio municipal de Protecci¨®n de la Edificaci¨®n, Fernando Mac¨ªas, destac¨® que el enorme calor generado por el incendio ha podido afectar a las estructuras, que aparentemente han salido inc¨®lumes. "Tras la dilataci¨®n por calor", a?adi¨® Mac¨ªas, "el enfriamiento puede ocasionar retracci¨®n y las estructuras pueden colapsarse, como ocurri¨® con el edificio de Almacenes Arias [se derrumb¨® el 4 de septiembre de 1987 en la calle de la Montera y murieron 10 bomberos]". Este factor propiciar¨¢ un especial cuidado en la retirada de escombros de hoy. En la noche de ayer, un ret¨¦n de bomberos permaneci¨® en el edificio, que al ser un inmueble p¨²blico no necesita seguro de accidentes.'Y a pie de escombros, los expertos municipales manejaban una hip¨®tesis explicativa del incendio. Sosten¨ªan que el fuego originado en el compartimiento de la primera planta -situado debajo de la pendiente del auditorio- se propag¨® hacia los pisos superiores.
Las llamas y el humo treparon pegados al muro -de ladrillo y recubierto de corcho de insonorizaci¨®n- que separa la zona de oficinas del auditorio. Tuber¨ªas, conducciones de la calefacci¨®n y resquicios sirvieron para este ascenso, que ocurri¨® a una hora, la de comer, en la que en las oficinas no hab¨ªa casi nadie. Los t¨¦cnicos, adem¨¢s, aventuran que posiblemente la combusti¨®n, ante la falta de ox¨ªgeno, fue lenta. Una contenci¨®n que se desbord¨® al alcanzar las llamas la tercera planta. All¨ª, en la parte m¨¢s alta del edificio, el fuego se abri¨® paso al exterior. La bocanada de ox¨ªgeno gener¨® una tremenda llamarada.
El estallido ¨ªgneo se desat¨® en la parte del muro de ladrillo en la que se apoyaba el techo del escenario. Superado el. l¨ªmite de resistencia, la cubierta se derrumb¨® sobre el a¨²ditorio. Eran las tres de la tarde. Tan s¨®lo 10 minutos antes, la telefonista de la centralita del Palacio de Congresos y Exposiciones hab¨ªa olido a quemado.
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