La paz, en marcha

EL SECRETARIO de Estado norteamericano, Warren Christopher, acaba de anunciar que en muy breve se reanudar¨¢n las conversaciones de paz entre Siria e Israel. Esas conversaciones, interrumpidas en diciembre pasado, se hallaban sumidas en un bloqueo total, tanto por s¨ª mismas como por la falta de progreso en las conversaciones principales: las de Israel con la OLP palestina. Por ello, para que fuera posible hacer este anuncio era preciso, primero, que israel¨ªes y palestinos avanzaran en lo suyo.La semana pasada, el l¨ªder de la OLP, Yasir Arafat, y el ministro de Asuntos Exteriores israel¨ª, Sim¨®n Peres, declaraban que para el 1 de julio pr¨®ximo esperan haber llegado a acuerdos de fondo sobre la extensi¨®n de la autonom¨ªa a todos los territorios ocupados, a partir de los n¨²cleos ya existentes de Jeric¨® y Gaza. En la pr¨¢ctica, eso significa que para la fecha citada tiene que haber acuerdo sobre la celebraci¨®n de las primeras elecciones a la Asamblea Nacional Palestina, lo que le dar¨¢ un car¨¢cter ya plenamente institucional ala experiencia auton¨®mica. Y, al mismo tiempo, eso implica una retirada, se supone que parcial, del Ej¨¦rcito israel¨ª de los. territorios ocupados.

Toda una serie de f¨®rmulas condicionales permiten colegir hasta qu¨¦ punto nos hallamos todav¨ªa ante un camino de asperezas extremas, aunque tambi¨¦n junto a una voluntad de no dejar que el proceso muera por inanici¨®n. Israel y la Autoridad Palestina deber¨¢n llegar, casi por fuerza, a alg¨²n tipo de acuerdo antes de julio, con un a?o de retraso sobre el calendario previsto al firmarse los acuerdos de paz de Washington el 13 de septiembre de 1993. Por otra parte, sirios e israel¨ªes van, aparentemente, a reanudar unas conversaciones en las que tendr¨¢n puesto un ojo en lo que ocurra en las negociaciones vecinas. Y todo ello porque Damasco no quiere, de ninguna manera, adelantarse con un acuerdo que d¨¦ la impresi¨®n de que abandona a los palestinos a su suerte, como hizo el Egipto de Sadat en 1979 y la Jordania de Hussein el a?o pasado, firmando la paz con Israel.

Ello se debe mucho menos al inter¨¦s del presidente sirio, Asad, por la suerte del pueblo palestino que a sus propias ansias de recuperar los altos del Gol¨¢n. Sin embargo, Asad no ignora que la soluci¨®n a ese problema est¨¢ ligada a una soluci¨®n global en la zona.

Aparte de ello, abundan las dificultades aut¨®nomas de la negociaci¨®n entre Siria e Israel. Aun cuando es probable que ambas partes ya est¨¦n de acuerdo en lo b¨¢sico: la devoluci¨®n del Gol¨¢n a cambio de paz, reconocimiento diplom¨¢tico pleno por parte de Siria y relaciones comerciales sin cortapisas, falta. todo lo dem¨¢s: plazos de la retirada israel¨ª, posible neutralizaci¨®n militar de la zona, presencia de fuerzas de interposici¨®n internacionales, derechos de los colonos israel¨ªes en las colinas y, muy especialmente, alguna codificaci¨®n, al menos t¨¢cita, de la influencia siria sobre el vecino L¨ªbano. Lo importante aqu¨ª es que haya movimiento, aunque ni la meta ni los plazos del recorrido est¨¦n por ahora claros.