Vuelve Jordan

Michael Jordan, el mejor baloncestista de la historia, anunci¨® ayer su regreso a las canchas. "I'm back" ("Vuelvo") anunci¨® ayer en un comunicado que ley¨® su agente, David Falk, en Deerf¨ªeld (Illinois), lugar de entrenamiento de los Bulls de Chicago, el equipo donde ha jugado durante toda su carrera como profesional. Jordan no hizo ninguna declaraci¨®n a la prensa. Acudi¨® al entrenamiento y se reuni¨® con Phil Jackson, t¨¦cnico de los Bulls, que decidi¨® incluirle en el equipo que se enfrentar¨¢ hoy a los Pacers de Indiana. Terminado el entrenamiento, abandon¨® el lugar en su imponente deportivo, sin hacer manifestaciones.El anuncio puso fin a las continuas especulaciones sobre su regreso. El tema se hab¨ªa convertido en uno de los principales focos noticiosos en Estados Unidos, donde su figura es reverenciada. Jordan, que se retir¨® en octubre de 1993, regresa tras una fallida aventura en el b¨¦isbol. Su vuelta trasciende los l¨ªmites del deporte y alcanza una importante dimensi¨®n social y ecorn¨®mica. Todas las empresas que mantienen una relaci¨®n comercial -Nike, Quaker y McDonald's entre otras- con el jugador han saludado con entusiasmo su retorno. Las acciones de estas empresas han registrado una apreciable subida en la Bolsa de Wall Street desde que comenzaron las informaciones sobre el reingreso de Jordan en los Bulls.

Jordan, de 32 a?os, regresa con su impresionante historial y con el carisma que ayud¨® a la NBA a traspasar las fronteras estadounidenses para convertirse en un acontecimiento de alcance mundial. Su vuelta es la mejor noticia para la Liga profesional, sometida en los dos ¨²ltimos a?os a un cierto descr¨¦dito. Ninguno de los sucesores de Magic Johnson, Larry Bird y Michael Jordan han alcanzado el nivel de respetabilidad de sus predecesores.

La calidad del juego ha decrecido y el mal temperamento de las j¨®venes estrellas ha contribuido a rebajar la popularidad del campeonato. Sin Jordan, la NBA ha tenido una crisis de identidad. Ni tan siquiera Shaquille O'Neal, su heredero en el mercado baloncest¨ªstico, ha logrado detener la erosi¨®n del campeonato.

La.satisfacci¨®n era extraordinaria en Chicago, donde se vive una campa?a para las elecciones municipales. "Ya no importa nada en Chicago. S¨®lo interesa Jordan. Si decide presentarse a alcalde, ganar¨¢ sin duda", declar¨® un aficionado. La alegr¨ªa tambi¨¦n era evidente en el equipo. Peter Myers, base suplente de los Bulls, manifest¨® ayer que Jori4n estaba en un perfecto estado forma. "Est¨¢ igual que el d¨ªa que lo dej¨®. Su temporada en el b¨¦isbol le ha ayudado a mantener su estado f¨ªsico".

Phil Jackson, con el que Jordan mantiene una buena relaci¨®n, no ocult¨® su excitaci¨®n por la noticia. "Jordan entr¨®, me dio la mano y me dijo: 'Trato hecho'", dijo el entrenador de los Bulls. Sobre el estado del jugador, fue tajante: "No ha perdido nada". Jackson se mostr¨® impaciente por el regreso de Jordan a las pistas: "Cuando le vea con el uniforme rojo

[indumentaria de los Bulls], ser¨¢ el momento que todos esper¨¢bamos". La alegr¨ªa era l¨®gica: los Bulls, que estaban fuera de las apuestas en la lucha por el t¨ªtulo, figuran ahora entre los favoritos a conquistar el, campeonato.

La noticia devuelve a Jordan a su condici¨®n estelar. Durante sus nueve temporadas con los Bulls de Chicago, Michael Jordan traspas¨® las fronteras del deporte para erigirse en una figura de extraordinario impacto social y econ¨®mico. Con los Bulls, gan¨® tres campeonatos consecutivos (1990-93) y cambi¨® el curso del juego. Nunca se ha visto un jugador m¨¢s dotado, espectacular y carism¨¢tico que Jordan. Su reflejo en el mercado de la publicidad fue impactante. En su ¨²ltima etapa como baloncestista, el salario de Jordan (alrededor de 450 millones anuales) representaba s¨®lo la d¨¦cima parte de sus ganancias totales.

Despu¨¦s de conquistar todos los t¨ªtulos posibles (campe¨®n universitario con North Carolina, campe¨®n ol¨ªmpico en 1984 y 1992 y tres veces ganador del campeonato de la NBA), se retir¨® en octubre de 1993, en medio de una crisis personal provocada por la publicaci¨®n de un libro sobre su adicci¨®n al juego y por el asesinato de su padre, ocurrido en extra?as circunstancias.

Jordan, al que se le ten¨ªa por una figura ejemplar, aparec¨ª¨® abatido en el verano del 93. El libro Las reglas de Jordan, donde se ofrec¨ªa un perfil tir¨¢nico del jugador con sus compa?eros, contribuy¨® a enfangar su imagen. Era el rostro oculto de un personaje que parec¨ªa inmaculado. En medio de la pol¨¦mica, Jordan anunci¨® su retirada del baloncesto. Decidi¨® intentar entrar en el b¨¦isbol, pero fracas¨®. Su paso por los Barons de Birmingham, un equipo filial de los White Sox de Chicago, fue decepcionante en el aspecto estad¨ªstico, pero volvi¨® a mostrar a un deportista con una voluntad indeclinable, capaz de soportar la dureza de la temporada en un equipo menor, sometido a la indiferencia del p¨²blico y la prensa. Ahora vuelve al baloncesto. De pronto, todo cambia: la NBA se ilumina, las posibilidades de los Bulls renacen y el mundo se dispone a ver de nuevo al mejor jugador de la historia.