Querida loca

Hay que tener mucho cuidado con los elogios. Yo digo el justo: que Pavlowsky hace un mon¨®logo inteligente. Puedo asustar. Si a?ado adem¨¢s que es culto, le hundo. Hay un p¨²blico que repele todo eso, por las trampas que ha ido encerrando. Sin embargo, Pavlowsky hace un espect¨¢culo inteligente, culto, con un texto muy bien escrito y muy bien dicho (como en la par¨¢frasis del t¨ªtulo por Crimen y castigo) y, adem¨¢s, es divertido. ?No conseguir¨¢ ocultar que es pesimista! Hasta el punto de que hace su propia necrolog¨ªa... Y, sin embargo, entretiene, da risa o sonrisa, cautiva.Es una nueva manera del showman tan acreditado y tan querido en Espa?a. No renuncia a su condici¨®n deloca: la exhibe y la acaricia con una ropa ambigua, pero no exhibe trajes ni corretea por entre el p¨²blico y le compromete, como hac¨ªa antes. Yo le prefiero as¨ª: supongo que sus antiguos espectadores, que han cambiado al mismo tiempo que ¨¦l, tambi¨¦n le preferir¨¢n; y que los nuevos encontrar¨¢n en ¨¦l una fascinante manera de hacer teatro de una sola persona. Los que hubo en la tarde del estreno le aplaudieron con el mismo entusiasmo de siempre.