Sotheby?s saca a la venta la biblioteca Karl Popper

Un adicto a la lectura como era, capaz de sumergirse en no menos de seis libros al mismo tiempo, el fil¨®solo Karl Popper, fallecido a finales del pasado a?o en el Reino Unido, logr¨® completar una biblioteca de 6.000 vol¨²menes a lo largo de su vida. Los depositarios de sus bienes -su esposa muri¨® hace a?os- han decidido ahora ponerla a la venta en un s¨®lo lote por el que Sotheby's, la casa de subastas brit¨¢nica, espera obtener no menos de medio mill¨®n de libras (m¨¢s de 100 millones de pesetas). Pero no s¨®lo los libros de trabajo del autor de La sociedad abierta y sus enemigos ser¨¢n vendidos el 19 de mayo al mejor postor.Tambi¨¦n parte de su correspondencia privada incluida una curiosa carta que le envi¨® Albert Einstein en 1935-, copias de sus propias obras llenas de anotaciones de su pu?o y letra, y su colecci¨®n de libros antiguos -unos 300- ser¨¢n subastados en lotes separados. La carta de Einstein, por ejemplo, saldr¨¢ a la venta a un precio superior a 1,2 millones de pesetas.

El mayor defensor de la econom¨ªa de libre mercado, de la cacidad humana de transformar la historia, habr¨ªa visto probablemente con buenos ojos la decisi¨®n de subastar sus libros. Entre los ejemplares m¨¢s curiosos hay varios de Bertrand Russell, al que Popper describi¨® en su d¨ªa como "tal vez el m¨¢s importante fil¨®sofo desde Kant". Tambi¨¦n figuran libros de Wittgenstein, Marx, Sigmund Freud, Plat¨®n y tomos que abarcan todas las ¨¢reas de la- historia antigua, matem¨¢ticas, cosmolog¨ªa, econom¨ªa, ling¨¹¨ªstica, teolog¨ªa y literatura inglesa.El capitalismo

Nacido en Austria en 1902, Popper ha sido celebrado como el gran fil¨®sofo del siglo XX, y, desde luego, el gran pensador del capitalismo, el m¨¢s entusiasta de los defensores del mundo de hoy. Pol¨ªticos como Margaret Thatcher, el presidente de Portugal, Mario Soares, o el antiguo canciller alem¨¢s Helmut Schmidt se contaban entre sus admiradores Hasta el d¨ªa de su muerte, a finales del pasado a?o, su domicilio en Kenley (Surrey) fue lugar de peregrinaci¨®n de todos ellos.

Su iconoclasta concepci¨®n de la ciencia, su certeza de que s¨®lo aprendemos a partir de nuestros errores, su brutal ataque al marxismo, especialmente en su libro La pobreza del Historicismo, publicado en 1957, le granjearon una reputaci¨®n acaso demasiado conservadora. Quiz¨¢s demasiado adelantado para su ¨¦poca, dominada por el pensamiento de la izquierda rebelde, Popper tuvo que convivir durante a?os con su fama de pensador reaccionario.

La subida del nazismo le oblig¨® a un exilio semivoluntario en Nueva Zelanda. De regreso a Europa, Popper se instal¨® en Londres, convirti¨¦ndose en 1946 en uno de los profesores m¨¢s cotizados de la London School of Economics. Su biblioteca ir¨¢, probablemente, a manos de alguna instituci¨®n internacional capaz de afrontar un coste tan elevado.