Muere en Madrid el director de cine Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦
El pasado 21 de enero, su hija Ver¨®nica le hizo entrega de un premio Goya a su obra
El director de cine aragon¨¦s Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦ muri¨® el pasado viernes en Madrid, sin que la noticia, por deseo de su familia, trascendiese a los medios de comunicaci¨®n hasta mediod¨ªa de ayer, tras su incineraci¨®n en el cementerio de la Almudena, en un acto celebrado en la intimidad. El cineasta ten¨ªa 72 a?os y fue recientemente homenajeado por sus colegas de la Academia de Cine, que le concedieron un premio Goya por la totalidad de su obra, que le fue entregado por su hija Ver¨®nica. En la retransmisi¨®n del acto se hizo evidente su deterioro f¨ªsico, por lo que su muerte era presentida.
No obstante y durante ese acto, Forqu¨¦ manifest¨®, tras recoger el premio, que "este tipo de distinciones no son una l¨¢pida, sino un golpe en la espalda para seguir adelante", lo que recordado ahora pone de relieve su voluntad de lucha contra el c¨¢ncer que lo invad¨ªa. El cineasta era padre de otro director de cine, ?lvaro, y fue su hija Ver¨®nica, una eminente actriz, quien le hizo entrega de la estatuilla. El cineasta tiene, por tanto, que a?adir a su obra cinematogr¨¢fica personal la parte que le corresponde en la forja de una estirpe de cineastas.Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦ Galindo naci¨® en Zaragoza el 8 de marzo de 1923 e inici¨® en su ciudad natal la carrera de arquitecto. Fue en la universidad donde descubri¨® su vocaci¨®n cinematogr¨¢fica a trav¨¦s de su dedicaci¨®n al teatro, de manera que, al enrolarse en el TEU (Teatro Espa?ol Universitario) de Zaragoza, cruz¨® el umbral del itinerario biogr¨¢fico que le condujo, en 1951, a la realizaci¨®n, junto a otro director espa?ol, Pedro Lazaga, de Niebla y oro, punto de partida de una filmograf¨ªa que abarca alrededor de medio centenar de t¨ªtulos, algunos de ellos muy populares y con frecuencia de muy solvente y afinada construcci¨®n, que le proporcionaron, sobre todo en los a?os situados a caballo de las d¨¦cadas cincuenta y sesenta, y posteriormente al final de esta, ¨¦xitos de gran alcance, que m¨¢s tarde se vieron repetidos en sus series televisivas Ram¨®n y Cajal y Miguel Servet.
Las obras de Forqu¨¦ que mejor han superado la prueba del paso del tiempo son Embajadores en el infierno, realizada en 1956; Amanecer en Puerta Oscura, con la que gan¨® un Oso de Plata en el festival de Berl¨ªn de 1957 y donde puso en bandeja a Francisco Rabal una de sus mejores interpretaciones; Maribely la extra?a familia, magn¨ªfico trabajo de recreaci¨®n cinematogr¨¢fica de la c¨¦lebre comedia de Miguel Mihura, en 1960 y Atraco a las tres, en 1962.
Son todos ellos trabajos ¨¢giles, ambiciosos y de perfecta factura, que aportaron al cine espa?ol de su tiempo una combinaci¨®n de oficio e imaginaci¨®n con calidades infrecuentes y no adecuadamente valoradas por todos los comentarios cr¨ªticos que suscitaron en su tiempo, que eran tiempos, y el mismo as¨ª lo dijo en una intensa entrevista de 1977, en el arranque de la actual etapa democr¨¢tica de la vida espa?ola, "oscuros y propicios a la confusi¨®n y al trueque de valores". En plena marea del movimiento del llamado Nuevo Cine Espa?ol de los a?os sesenta, el cine de Forqu¨¦ fue injustamente infravalorado por los sectores llamados progresistas de la cinefil¨ªa espa?ola, que ve¨ªan en ¨¦l, con exceso de apresuramiento, cine del pasado, lo que hoy es cuestionado por muchos historadores y estudiosos.Aunque de la edad de Garc¨ªa Berlanga y J. A. Bardem, Forqu¨¦ sigui¨® una trayectoria distinta a la de estos cineastas, sobre los que gravit¨® la evoluci¨®n del cine espa?ol. Forqu¨¦ encaj¨® en pautas menos innovadoras, pero lo mejor de su obra es parte de un clasicismo insuficientemente estudiado de nuestro cine, que ha sido revisado por Carlos Heredero en un riguroso libro donde se inicia una recuperaci¨®n de las calidades y capacidad de creaci¨®n de estilo e industria de cineastas como Pedro Lazaga, Jos¨¦ Antonio Nieves Conde, S¨¢enz de Heredia, Manuel Mur Oti y Forqu¨¦, entre otros.
Babelia
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