"No necesitas nada m¨¢s para lograr algo m¨¢s, es la idea de emerger"
Murray Gell-Mann, 66 anos, unas de las mentes m¨¢s brillantes de la ciencia, ha abordado una de las cuestiones m¨¢s dif¨ªciles desde el punto de vista cient¨ªfico: explicar la complejidad, buscar las conexiones entre la m¨¢xima simplicidad subyacente en la naturaleza -un manojo de Part¨ªculas sometidas a unas pocas fuerzas- y las entidades m¨¢s complejas -los sistemas adaptativos capaces de evolucionar y aprender, como las personas o incluso las sociedades-.
En un extremo de esa cadena de conexiones Gell-Mann triunf¨® hace 30 a?os, cuando propuso los quarks, part¨ªculas elementales (no compuestas, ¨¦l cree) que constituyen todos los n¨²cleos at¨®micos. Pocos a?os despu¨¦s, este f¨ªsico te¨®rico estadounidense recibi¨® el Premio Nobel. Ahora, inspirado, dice, por un poema, El mundo del quark lo tiene todo para dar cuenta de un jaguar caminando en c¨ªrculo en la noche, encontr¨® un t¨ªtulo para su primer libro de divulgaci¨®n, El quark y el jaguar, donde presenta su esquema de c¨®mo debe ser esa cadena de conexiones entre lo simple a lo complejo. Para dar una charla en Madrid, y para presentar su libro en Barcelona
[publicado por Tusquetes], GellMann ha estado en Espa?a.
"La consciencia y la inteligencia (que nosotros tenemos en mayor grado que cualquier otro animal) emergen de la biolog¨ªa y de la qu¨ªmica, m¨¢s las circunstancias especiales del propio nivel de complejidad, y no hace falta una fuerza vital inexistente en la naturaleza para explicarlas", dice Gell-Mann. "La consciencia es el ¨²ltimo refugio del oscurantismo, pero la idea de este emeger es que no necesitas nada m¨¢s para lograr algo m¨¢s", dice. Pero, cuidado, advierte: al hacer reduccionismo en cada nivel de la naturaleza no hay que perder de vista las circunstancias especiales y los accidentes. Esquem¨¢ticamente: la f¨ªsica nuclear surgede la f¨ªsica de part¨ªculas (el nivel inferior) m¨¢s las circunstancias del ¨¢tomo, sus reglas; la qu¨ªmica emerge de la fisica nuclear m¨¢s sus reglas de enlaces qu¨ªmicos; la biolog¨ªa emerge de la bioqu¨ªmica m¨¢s sus circunstancias y accidentes, la evoluci¨®n.
Cubrir el salto
As¨ª, de mano de este emerger, y desde la perspectiva de la informaci¨®n, Gell-Mann propone recorrer los pasos de la complejidad creciente: "El quark y el jaguar se encuentran pr¨¢cticamente en los extremos opuestos de la escala de lo fundamental. La f¨ªsica de las part¨ªculas elementales y la cosmolog¨ªa son las dos disciplinas cient¨ªficas, m¨¢s b¨¢sicas, mientras que el estudio de la materia viva altamente compleja es mucho menos b¨¢sico, aunque, obviamente, de la mayor importancia". La complejidad est¨¢ en la mente de muchos cient¨ªficos; la cuesti¨®n es c¨®mo cubrir el, salto, o los saltos, entre el quark y el jaguar.
Porque ?c¨®mo manejar cient¨ªficamente esas circunstancias de cada nivel? Gell-Mann responde con. ¨¦nfasis, casi como si estuviera cansado de que se lo pregunten: "No sabemos, no sabemos cu¨¢nto depende de las circunstancias y cuanto es obligado... Por eso, por ejemplo, no sabemos si s¨®lo hay una posible forma de bioqu¨ªmica, de gen¨¦tica o miles de ellas y la de la Tierra es s¨®lo una de las posibles".
Insiste en que merece la pena estudiar las reglas de cada nivel y critica que en el prestigioso centro donde ha trabajado 40 a?os, Caltech (California), est¨¦n pr¨¢cticamente excluidas las ciencias sociales. Donde ahora est¨¢, el Instituto de Santa Fe, caben los investigadores interesados en estas cadenas de conexiones.
Lo chocante es que un investigador como ¨¦l, metido en un campo como la f¨ªsica de part¨ªculas, donde rigen la exactitud, la precisi¨®n y el an¨¢lisis riguroso, se sienta c¨®modo pensando en evoluci¨®n biol¨®gica o econom¨ªa sociolog¨ªa y psicolog¨ªa.
Responde con varios argumentos: primero, siempre le han interesado la historia natural, la antroplog¨ªa y la arqueolog¨ªa; segundo, dice, algunas ciencias sociales se est¨¢n abordando desde enfoques anal¨ªticos y racionales; tercero, hay personas que tienden a una actitud anal¨ªtica, racional y l¨®gica, mientras que otras son m¨¢s proclives a la s¨ªntesis, la intuici¨®n y la emoci¨®n; y algunas personas compaginan ambas vertientes y pueden jugar con los dos enfoques. Es lo que ¨¦l denomina la pl¨¦ctica, el estudio de lo simple y lo complejo, con una nueva palabra.
Cibern¨¦tica
La etimolog¨ªa le interesa enormemente, y en su libro se detiene a menudo para precisar el origen de vocablos. Por ejemplo, explica, la palabra cibern¨¦tica, introducida por Norbert Wiener, deriva del vocablo griego kubernetes, que significa timonel, y del que deriva el verbo gobernar.
Un tema enormemente dif¨ªcil para los profanos, aun 1 que es el nivel b¨¢sico de simplicidad seg¨²n los principios de la ciencia, apasiona a Gell-Mann. Se trata de las supercuerdas, un marco te¨®rico en elaboraci¨®n que, por primera vez, integra la mec¨¢nica cu¨¢ntica y la gravitaci¨®n de Einstein sin generar inconsistencias y que podr¨ªa ser la ley ¨²ltima que rige toda la materia. Seg¨²n esta teor¨ªa, en el nivel fundamental, part¨ªculas y fuerzas son unos lazos de tama?o min¨²sculo (10-33 cent¨ªmetros) con estados de excitaci¨®n o vibraci¨®n que se concretan en el n¨²mero finito de part¨ªculas observables.
?Puede cualquier persona comprender esta teor¨ªa? "Puede entender que podr¨ªa ser la ley que gobernar¨ªa todas las part¨ªculas y todas tas fuerzas de la naturaleza, una ¨²nica ley que gobierne la materia..., igual que no hace falta saber, resolver todas las ecuaciones para entender que el universo est¨¢ en expansi¨®n".
Sobre las cr¨ªticas de est¨¢ teor¨ªa de supercuerdas que muchos de sus colegas hacen destacando la, dificultad, si no la imposibilidad en una perspectiva de tiempo razonable, de demostrar su validez en laboratorio, GellMann casi se enfurece: "No s¨¦ por qu¨¦ unos cuantos f¨ªsicos cabezotas, por otra parte muy serios, siguen diciendo la mentira de que no se puede probar la teor¨ªa de supercuerdas. Es rid¨ªculo".
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