10 a?os de despu¨¦s
El 20 de noviembre de 1984 ca¨ªa en su consulta de Bilbao, asesinado a tiros, el pediatra Santiago Brouard, de 64 a?os, un cualificado dirigente de Herri Batasuna. M¨¢s de 10 a?os ha tardado en llegar el caso al Tribunal Supremo, que deber¨¢ decidir si da por buena o anula la sentencia de la Audiencia de Bilbao de mayo de 1993. El fallo calificaba el crimen de "claramente pol¨ªtico". Quiz¨¢ por eso la investigaci¨®n top¨® con tantos y tan poderosos obst¨¢culos. El polic¨ªa Antonio Rosinos estuvo a punto de resolverlo en pocas semanas, cuando un confidente le pidi¨® dinero a cambio de los nombres de los autores.
El fiscal del caso, Emilio Valerio, se fue de la lengua e hizo p¨²blica la existencia del confidente. Todos los indicios se?alan que se trataba de Alberto Granados C¨¦spedes, en cuyo domicilio de Madrid hab¨ªan estado las armas usadas contra Brouard.
Granados muri¨® en Madrid tiroteado por su cu?ado, Miguel ?ngel L¨®pez Oca?a, el 15 de agosto de 1985. Le callaron para siempre. Las declaraciones de L¨®pez Oca?a ante el juez Bueren para exculpar a su mujer de aquel crimen ofrecieron el hilo para desenmadejar el ovillo Brouard.
Ocho jueces de instrucci¨®n sucesivos, entre ellos Mar¨ªa Elisabeth Huerta; una labor detectivesca del abogado de la familia Brouard, Txema Montero, y m¨¢s de 5.000 folios de sumario llevaron a los jueces a la convicci¨®n de que el asesinato fue obra del hermano de Miguel ?ngel, Rafael L¨®pez Oca?a.
Las armas las proporcion¨® Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez D¨ªaz, el Franc¨¦s. Sospechoso de haber participado junto a L¨®pez Oca?a, Luis Morcillo Pinillos prefiri¨® poner tierra por medio y escapar de Espa?a.
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