Madrid esta de luto
La capital de Espa?a se ha sentido humillada por la celebraci¨®n de la boda de la infanta Elena en Sevilla. "Qu¨¦ de temblor de peinetas tiritando bajo el polvo", dir¨ªa el poeta (pero, como le asesinaron, no dice nada). Los madrile?os nos sentimos muy desgraciados por no tener ocasi¨®n de "hacer el sevillano". Queremos salir a la calle con cualquier pretext¨® y dar vivas, ol¨¦s, palmas, palmitas, higos y casta?itas. Queremos revolotear entre calles abarrotadas exaltando las virtudes... ?De qu¨¦? Da igual, hoy se ha ganado al f¨²tbol a la selecci¨®n sub-23 de Rumania, ma?ana es el secuestro y desv¨ªo del cortejo f¨²nebre de un torero muerto en acto de servicio para darle la ¨²ltima vuelta al ruedo, pasado es la proclamaci¨®n o hundimiento de alguna forma de gobierno, pero queremos salir, alienarnos en esa emoci¨®n colectiva, perder la raz¨®n, recuperarla embriagados por el aroma de la flor de azahar, cantar un par de coplas al puente de Triana, comprar un cucurucho de pesca¨ªto frito, y al cobijo de una sombra, merendar a fuerza de manzanilla con unos pocos m¨¢s de ol¨¦s. Queremos mirarnos el ombligo, sentir que "somos lo m¨¢s grande", encontrar un lenguaje de autoadulaci¨®n, de autocomplacencia, que a todos convenza y a todos convoque, descubrir y hacer nuestra esa l¨ªrica popular tan sencilla y efectiva que a todos provoca im¨¢genes, que a todos emociona, en la que todos recuerdan su pasado y hacen de su presente el mejor de los posibles. Queremos dar la absoluta seguridad de que se puede contar con nuestra ciudad para lo que sea, porque el paisanaje responde. ?Y c¨®mo!Pero nuestros puentes no cruzan el Guadalquivir, sino la M-30. Nuestra catedral ha sido inaugurada hace cuatro d¨ªas como quien dice, no es una catedral como Dios manda. El aroma de nuestras calles es indescriptible (los cient¨ªficos no se ponen de acuerdo: ?gallinejas? ?mon¨®xido?, ?gas natural?). Lo m¨¢s parecido a un lenguaje propio es el cheli, que ni rima ni nada. Por no tener, no tenemos ni baile regional y, claro est¨¢, en este paisaje desolador es muy dif¨ªcil convocar actos trascendentes. Por eso llora la maruja madrile?a, en la soledad de su cocina alicatada. Por eso la nobleza de la capital ensalza las virtudes del AVE, y por eso celebra el maca la lejan¨ªa del evento:, "Cuanto menos mamoneo, menos maderos por la calle, colega".
Madrid est¨¢ de luto. La capital de la clase media bienpensante se siente periferia cuando de reivindicar esencias se trata, porque aqu¨ª, donde todos est¨¢n representados, nadie representa a nadie, y menos por la cara, patilla o filosa, que de las tres formas puede y debe decirse.
Madrid viste de luto porque sabe que nunca estar¨¢ a la altura de ese alborozo colectivo, enajenador, que convierte a millones de seres humanos en uno solo.
Las amas de casa madrile?as saben que la corte est¨¢, en el foro por, una cuesti¨®n geogr¨¢fica, por un accidente de la naturaleza, pero que la desnaturalizaci¨®n y la p¨¦rdida progresiva de los valores esenciales les privar¨¢n de ser testigos de las cuestiones que realmente interesan al ser humano. En su terrible sufrimiento, que lo es m¨¢s por incomprendido, tendr¨¢n que conformarse con exigir a Televisi¨®n Espa?ola la reposici¨®n de Cristal, que, para el caso, es, lo mismo.
?Viva la maruja madrile?a, que llora friendo boquerones porque ning¨²n Marichalar quiso llamar a su puerta!
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