?Censura econ¨®mica?
Leo en EL PA?S que algunas empresas importantes han retirado su publicidad de programas como Esta noche, sexo o Luz roja. Tengo mis dudas de que, por las caracter¨ªsticas de tales programas, los motivos que aducen para ello sean los verdaderos. Pero de luz roja calificar¨ªa yo a esta situaci¨®n por la que la antigua y apenas olvidada censura pol¨ªtica puede dar paso a un nuevo tiempo de censura: la econ¨®mica. Este nuevo censor, a diferencia del anterior, no lleva tijeras, sino d¨®lares. Preocupante. He aqu¨ª lo que dicen al respecto N. Chomsky y E. Herman en su libro Los guardianes de la libertad. "El poder de los anunciantes sobre la programaci¨®n televisiva, se debe sencillamente a que son ellos los que compran y pagan los programas. Ellos son los patrones que dan las subvenciones a los medios (...), con lo que los anunciantes se convierten en lo que W. Evan denomina 'organizaciones normativas de referencia' a cuyas exigencias y demandas deben acomodarse los medios de comunicaci¨®n que desean tener ¨¦xito".Sobre el tipo de programas que son del agrado de estas empresas, dicen los autores: "Por lo general, los anunciantes evitar¨¢n los programas con serias complejidades y molestas controversias, susceptibles de interferir con la disposici¨®n del comprador. Buscar¨¢n programas que entretengan alegremente (...)". Afirmaci¨®n que se parece bastante a lo que dice una representante de estas empresas al hablar de la inserci¨®n de su publicidad en la programaci¨®n: "Desde siempre, su pol¨ªtica consiste en incluirla donde no moleste a nadie y sea agradable para todos". A todo esto hay que a?adir que tales empresas han encontrado un coro de comparsas en las conservadoras asociaciones de espectadores. Unas y otras parecen tener el mismo objetivo: que los ciudadanos sigamos siendo tratados como menores de edad a los que hay que llevar de la mano.-
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