?Acoso o intento de ligue?

Una parte importante de la plana mayor de Iniciativa per Catalu?a se encontr¨® ayer en los pasillos de un juzgado de Barcelona, reunida por una demanda de acoso sexual. Se ve¨ªa el juicio contra Eloy Jurado, coordinador del Grupo Parlamentario de IC en Catalu?a, a ra¨ªz de la demanda por acoso sexual presentada por Roser ?lvarez Mar¨ªn, que trabajaba como administrativa del grupo. El juicio, sin embargo, no lleg¨® a realizarse: el juez aplaz¨® la vista e inst¨® a las partes a intentar Regar a un acuerdo.

Roser ?lvarez est¨¢ dispuesta a retirar la demanda si IC rescinde su contrato laboral y la indemniza por ello. Pero el demandado rechaza esta propuesta por considerar que aceptarla significar¨ªa reconocer, al menos en parte, que la demanda es justa.En los pasillos se encontraron el vicepresidente y diputado de Iniciativa, Joan Saura, las diputadas Inma Mayol y Magda Oranich, entre otros muchos cargos del grupo pol¨ªtico. No todos, sin embargo, estaban del mismo bando.

Roser ?lvarez se encuentra actualmente en situaci¨®n de baja laboral por una "depresi¨®n motivada fundamentalmente por el acoso sexual al que estaba sometida en el trabajo y que pod¨ªa llegar a tener graves consecuencias ps¨ªquicas", seg¨²n consta en el parte m¨¦dico que acompa?a al escrito de la demanda judicial.

La empleada de IC present¨® la demanda a principios de este a?o para poner fin, seg¨²n afirma, a una situaci¨®n insostenible que se hab¨ªa iniciado en el oto?o de 1993.

Seg¨²n explica en la demanda, un d¨ªa de noviembre de ese a?o su superior jer¨¢rquico, Eloy Jurado, se ofreci¨® para acompa?arla a su domicilio: "En lugar de llevarme a mi casa, me llev¨® al rompeolas de Barcelona, sin hacer caso alguno de mi insistencia de no ir all¨ª". A?ade que Jurado insisti¨® en mantener relaciones sexuales y que intent¨® abrazarla y besarla, a lo que ella se opuso firmemente.

Las proposiciones y los intentos de manoseo siguieron durante tiempo, seg¨²n la versi¨®n de la empleada, lo que le hizo sentirse "acosada sexualmente".

A finales de enero de 1994, Jurado le advirti¨® que pod¨ªa tener problemas en el trabajo. Ese fue el motivo, seg¨²n afirma Roser ?lvarez, por el que la cambiaron de destino, para realizar a partir de entonces un trabajo que ella defini¨® como mec¨¢nico y sin ning¨²n inter¨¦s.

Investigaci¨®n interna

Frente a la versi¨®n de la empleada, Eloy Jurado niega tajantemente que hubiera acoso sexual. Ante el conflicto, el grupo de Iniciativa opt¨® por realizar una investigaci¨®n interna. Las pesquisas permitieron concluir a los responsables de IC que la actuaci¨®n de Jurado hab¨ªa sido "inadecuada y criticable". Sin embargo, su conducta fue calificada como "un intento de ligarse a la trabajadora".

As¨ª estaban las cosas momentos antes de la hora fijada para el juicio. La defensa de Roser ?lvarez guardaba, sin embargo, un as en la manga otra mujer que aguardaba en los pasillos para declarar.

La testigo asegura haberse encontrado en la misma situaci¨®n que Roser ?lvarez con Eloy Jurado hace unos cuantos a?os, cuando ella era empleada de la autoescuela en la que tambi¨¦n trabajaba Jurado. Esta mujer decidi¨® ponerse en contacto con los abogados de Roser ?lvarez al leer en la prensa que hab¨ªa sido presentada la demanda por acoso sexual contra Jurado.

No era la ¨²nica testigo que iba a apoyar a la empleada de IC: la activa feminista y diputada de Iniciativa, Magda Oranich, acud¨ªa tambi¨¦n como testigo de la demandante.

Roser ?lvarez afirm¨® que si cuando present¨® la demanda la hubieran trasladado a la sede central, hubiera aceptado un acuerdo. Ahora, sin embargo, percibe hostilidad en una parte de los directivos de IC y prefiere rescindir la relaci¨®n laboral y obtener una indemnizaci¨®n con la que afrontar la b¨²squeda de un nuevo trabajo.

"Me duele mucho tener que encontrarme en esta situaci¨®n, porque he perdido amigos y porque ha acurrido con gente con la que tengo mucha afinidad ideol¨®gica", dec¨ªa ?lvarez.