Los espa?oles son cada vez menos xen¨®fobos, seg¨²n el ¨²ltimo sondeo del CIS
Aumenta la opini¨®n de que los extranjeros no constituyen una amenaza labora
Espa?a, el pa¨ªs menos racista de Europa seg¨²n varias encuestas, es hoy m¨¢s tolerante con la inmigraci¨®n que hace dos o cinco a?os. Un reciente sondeo del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) refleja que ha aumentado el n¨²mero de espa?oles a favor de que los inmigrantes tengan derecho a un trabajo digno, a la educaci¨®n y la sanidad. La gran mayor¨ªa sigue reconociendo, que el extranjero vive peor que el espa?ol y coja pocas oportunidades de evitar la marginalidad: crece la idea de que no hay amenaza de invasi¨®n y de que tampoco quitan el puesto de trabajo.
La primera gran encuesta sobre Actitudes ante la inmigraci¨®n la realiz¨® el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS, adscrito al Ministerio de la Presidencia) en marzo de 1993. La presente segunda macroencuesta se ha realizado del 20 al 30 de enero de este a?o y arroja una clara mejor¨ªa en cuanto a las actitudes de los espa?oles hacia la inmigraci¨®n.Quiz¨¢ la raz¨®n de esa mejor¨ªa se puede encontrar en la misma encuesta, que viene a demostrar que los espa?oles se sienten menos inquietos por la posible invasi¨®n de inmigrantes. Y as¨ª, mientras que en el sondeo de 1993 el 40% de los espa?oles cre¨ªa que aqu¨¦llos eran "bastantes pero no demasiado", en ¨¦ste el porcentaje se eleva al 44%.
Espa?a es el pa¨ªs menos racista de Europa, seg¨²n reflejan diversas encuestas y, a pesar del aumento de la afluencia de trabajadores extranjeros que se ha producido en los ¨²ltimos a?os, sigue teniendo una de las tasas de inmigrantes m¨¢s bajas de la Uni¨®n Europea: algo m¨¢s 400.000 residentes legales en total, en su mayor parte procedentes de Europa occidental, siendo los 60.000 marroqu¨ªes el colectivo extraeuropeo m¨¢s numeroso.
No son peligrosos
Definitivamente, los espa?oles han constatado que los extranjeros s¨®lo ocupan un sector marginal de la sociedad y, por tanto, no constituyen un peligro para su estabilidad laboral. En este apartado, el CIS dispone de diversas encuestas que demuestran que, en 1990, el 55% de los espa?oles opinaba que los inmigrantes desempe?an los trabajos que ellos mismos no est¨¢n dispuestos a hacer. Ese porcentaje se ha ido elevando de forma sostenida en los diversos sondeos hasta que, en la actualidad, se ha generalizado entre la poblaci¨®n al alcanzar el 74%.Paralelamente, no ha crecido tan espectacularmente el, n¨²mero de los que creen que la presencia de los extranjeros provoca la bajada de salarios, al aceptar ¨¦stos sueldos m¨¢s peque?os. Dicho porcentaje oscila de forma irregular en las diversas encuestas: entre el 48% y el 54%.
De manera que, finalmente, y poco y poco, son cada vez menos los espa?oles que consideran que los inmigrantes quiten a los oriundos puestos de trabajo. El porcentaje de los que lo creen ha bajado del 64% al 58%, al tiempo que los que est¨¢n convencidos de lo contrario ha pasado nada menos que del 20% al 33%.
La mayor¨ªa de los espa?oles (el 60%) sigue estando de acuerdo, sin embargo, en la conveniencia de que el Gobierno establezca cupos de entrada en Espa?a para los inmigrantes; aunque tambi¨¦n en este punto se ha abierto paso la tolerancia, ya que hace s¨®lo dos a?os estaba a favor de esta medida restrictiva el 67% de la ciudadan¨ªa.
Frente a los alt¨ªsimos porcentajes que se muestran a favor de que los extranjeros tengan acceso a educaci¨®n, sanidad o vivienda digna, los espa?oles mantienen una cierta "preocupaci¨®n" de que un hijo o una hija se case con un ciudadano del ?frica negra o con un marroqu¨ª. En este caso, tambi¨¦n los porcentajes han bajado, pero en mucho menor medida y, as¨ª, del 30% se ha bajado al 26% en el caso de la hip¨®tesis de los negros y del 29% al 27% en la de los marroqu¨ªes. Se da la circunstancia de que los magreb¨ªes -marroqu¨ªes y argelinos- configuran globalmente la colonia de extranjeros m¨¢s numerosa y la menos aceptada, en bloque, por los espa?oles.
Simpat¨ªas
Los magreb¨ªes son, de hecho, seg¨²n las dos ¨²ltimas encuentas del CIS, los extranjeros que menos simpat¨ªas despiertan. Ahora, su valoraci¨®n ha subido un tanto, pero siguen ocupando el furg¨®n de cola en este apartado. En realidad, todas las colonias de extranjeros caen ahora un poco mejor que hace s¨®lo dos a?os, aunque el avance m¨¢s espectacular lo han logrado los africanos negros, que en el ¨²ltimo sondeo obtienen una puntuaci¨®n de simpat¨ªa de 6,10 en una escala de 0 a 10, situ¨¢ndose por encima de los norteamericanos, de los asi¨¢ticos, de los polacos y ciudadanos de Europa del Este, de los rusos y de los filipinos. Los mejor valorados siguen siendo los europeos occidentales y de la Uni¨®n Europea y muy, muy cerca, los latinoamericanos.Los sentimientos paulatinamente favorables de la ciudadan¨ªa espa?ola se compaginan con la intervenci¨®n de las instituciones. En diciembre pasado el Consejo de Ministros aprob¨® el Plan para la Integraci¨®n Social de los Inmigrantes, presentado posteriormente a la opini¨®n p¨²blica por la ministra de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi. Entre los nuevos instrumentos de fomento de la integraci¨®n, el Plan prev¨¦ el Observatorio Permanente de la Inmigraci¨®n (OPI) -que "diagnosticar¨¢ la realidad inmigratoria, efectuar¨¢ pron¨®sticos, evaluar¨¢ el impacto en la sociedad y difundir¨¢ las aportaciones positivas que supone la emigraci¨®n"- y el Foro para la Integraci¨®n (FPI), un "cauce de participaci¨®n y di¨¢logo, a canalizar las demandas y aspiraciones de los inmigrantes y a lanzar propuestas para la convivencia".
Asimismo C¨¢ritas ha presentado un informe, Inmigrantes: propuestas para su integraci¨®n, que aboga por normalizar la relaci¨®n de espa?oles e inmigrantes en el ¨¢mbito personal, vecinal, laboral y pol¨ªtico.
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