Demasiado bonito y barato

Prometen regalos que no son tales y utilizan un lenguaje enga?oso con el que confunden al cliente sobre supuestos premios y sorteos. Una buena parte de, las empresas, de venta por cat¨¢logo enganchan a sus clientes con este tipo de juegos de lenguaje de los que los consumidores han. empezado a hartarse. Seg¨²n las organizaciones de consumidores, cada vez se presentan m¨¢s reclamaciones sobre publicidad enga?osa en este tipo de ventas. Las organizaciones de consumidores reciben anualmente entre 300 y 500 quejas procedentes de todo el pa¨ªs. Est¨¢ pendiente la aprobaci¨®n de una, directiva del Parlamento Europeo de protecci¨®n al consumidor.Algunas de sus promociones en las que se prometen regalos ya son famosas entre los clientes (unos cinco millones de espa?oles). "En la carta de la promoci¨®n me aseguraron que hab¨ªa ganado un v¨ªdeo", cuenta la decoradora de 60 a?os,Carmen R. E. , de Madrid. "Pero cu¨¢l fue mi sorpresa al saber que lo que me hab¨ªa tocado era una cinta de v¨ªdeo. Para colmo, s¨®lo pod¨ªa elegir entre dos: una de la vida de, Diana de Gales y otra de los ejercicios de gimnasia de la modelo Cindy Crawford". Cuando esta clienta llam¨® para protestar a la empresa en cuesti¨®n le replicaron: "Es que en su carta pon¨ªa que le hab¨ªa correspondido un v¨ªdeo, no un v¨ªdeo reproductor". A pesar de todo, no present¨® Carmen ninguna queja.

Como este caso hay muchos y de lo m¨¢s variopintos. Las promesas de regalos aparecen ya en los sobres y persiguen varios objetivos: que el receptor no tire directamente el sobre a la basura y que pruebe, al menos una vez, sus productos. Sin embargo, varias de estas empresas ya est¨¢n sufriendo el peor coste de sus publicidades enga?osas: la p¨¦rdida de clientes", tal y como apunta Eler¨ªa G¨®mez, gerente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Marketing Directo (AEMD). Esta organizaci¨®n cuenta con un c¨®digo ¨¦tico que deben seguirlas empresas que de forma voluntaria se Lian adscrito a ella (el 80% de las que existen en el mercado espa?ol, seg¨²n la AEMD). "Muchas empresas ya se empiezan a moderar y reconocen su error al utilizar este tipo de promociones", comenta G¨®mez.

J. A. G. , de Fuenlabrada (Madrid), escribi¨® a la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) indignado. Recibi¨® un certificado de premio enviado por Arcadia a su nombre, en el que se dec¨ªa que ya era "propietario de uno de estos premios seguro". Y se ve¨ªa una fotograf¨ªa con un televisor, una c¨¢mara de v¨ªdeo, un microoridas... Seg¨²n el afectado, "es publicidad enga?osa porque el premio era un recogemigas, que no se ve¨ªa en la foto". La OCU averigu¨® lo sucedido: "en la foto hab¨ªa un peque?a cosa sobre el microondas que parec¨ªa un mando a distancia. Era su recogemigas". Seg¨²n esta organizaci¨®n este tipo de publicidad, "induce a enga?o".

"?Conteste hoy mismo!, ?Recibir¨¢ un regalo gratis!, ?Felicidades, ya es oficial. Ataba de ganar premio en este gran juego en el que el primer premio es un mill¨®n de pesetas!" ?stos son mensajes que la Confederaci¨®n de Espa?ola de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) se?ala como "muy habituales y que vulneran la Ley General de Defensa del Consumidor". "Hay un in cremento en las reclamaciones en el ¨²ltimo a?o y destacan las referidas a informaci¨®n incompleta, y sobre pseudomedicamentos y productos diet¨¦ticos", se?ala.

Un peque?o n¨²mero de empresas copan la mayor parte de este sector, que factur¨® el a?o pasado 85.000 millones de pesetas. Las que m¨¢s dinero y clientes mueven son Venca Cat¨¢logo y el Club Internacionacional del Libro, con una facturaci¨®n que rond¨® el pasado a?o. los 15.000 millones de pesetas. Les siguen empresas como CEAC, Damart, Distoplay, el C¨ªrculo de Lectores, Editorial Planeta, Quelle y La Redoute, que facturan por debajo de los. 10.000 millones.

Un melillense, J. A. A., adquiri¨® un diccionario enciclop¨¦dico escolar distribuido por Club Internacional del Libro. Le cargaron cuatro plazos en el banco pero no recibi¨® los libros. Escribi¨® anulando el pedido y reclamando el dinero, y le contestaron que s¨®lo le hab¨ªan cobrado un plazo. La OCU intervino y le devolvieron el dinero.