Daniel M¨²gica inicia una colecci¨®n de novelas de aventuras "¨¦ticas" dirigidas a los adolescentes
Daniel M¨²gica (San Sebasti¨¢n, 1967) ha abierto un camino singular para su literatura con la serie La Senda de los Elefantes, que present¨® la editorial Anaya ayer en Madrid. Las tres primeras entregas se centran en temas como la ecolog¨ªa, el racismo y la corrupci¨®n del poder y est¨¢n dirigidas a un p¨²blico adolescente. "Las cosas est¨¢n muy mal, hay una tremenda degeneraci¨®n de la vida social", dice M¨²gica.Con 27 a?os, este escritor prefiere hablar de la adolescencia como de "la primera edad del hornbre". Para ¨¦l, se trata de una "edad peligrosa", el momento en que uno se enfrenta a la realidad y al deber de interpretarla. "Con estas novelas no pretendo ejemplarizar", explica. "Pero s¨ª hablar desde cierto rigor moral, con el que hay que enfrentarse a los malvivientes, desde una ¨¦tica sin resquicios". Para ello, M¨²gica enmascara cualquier tipo de lecci¨®n bajo el ritmo de la aventura. "Estas novelas van orientadas fundamentalmente a un p¨²blico juvenil, aunque no s¨®lo a ellos. Son novelas trepidantes, r¨¢pidas, que es la ¨²nica manera de hablar de ¨¦tica sin aburrir.
Luego viene un segundo paso, que es la reflexi¨®n, el sabor que te deja el libro despu¨¦s de leerlo". El ritmo que les ha pretendido infundir es, indudablemente, deudor del cine. "El cine y la imagen son aliados perfectos de la literatura", afirma M¨²gica. "La novela puede liarse con recursos similares a los movimientos de c¨¢mara o la elaboraci¨®n de los personajes propios del cine o el c¨®mic" .
Los tres primeros t¨ªtulos, de un total de ocho, son Alba y los cazadores de ara?as, Alba y la maldici¨®n gamada y Alba y el recaudador de aguas, que abordan temas como la ecolog¨ªa, el racismo y la corrupci¨®n del poder. Las siguientes novelas tratar¨¢n temas como los incendios forestales, el sida, los medios de comunicaci¨®n y el paro. Los personajes son tres chavales de 16 a?os. "Hay un problema general de desinformaci¨®n", comenta el escritor. "La realidad a la que ellos se enfrentan es el reflejo de lo que ven en los medios de comunicaci¨®n. Yo les propongo la libertad como m¨¢ximo valor", precisa M¨²gica.
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