La perspectiva de que Euskadi no contribuya al Estado dificulta el di¨¢logo entre Madrid y Vitoria

Ha llegado la hora de la verdad en la negociaci¨®n de los Gobiernos central y vasco para materializar el Estatuto de Gernika. Las delegaciones presididas por el vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra, y el tambi¨¦n vicepresidente y titular de Administraci¨®n P¨²blica y Hacienda del Ejecutivo vasco, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, debatieron ayer sin ¨¦xito los espinosos temas econ¨®micos. El fondo del problema radica en que la culminaci¨®n estatutaria, con el traspaso de todas o buena parte de las 45 competencias solicitadas por el Gobierno vasco, originar¨¢ el contrasentido de un cupo negativo, esto es, que el Gobierno central tendr¨ªa que pagar al vasco pese a seguir prest¨¢ndole servicios comunes.

La reuni¨®n en La Moncloa se celebr¨® en un clima de inquietud, por parte de ambas delegaciones, ante una negociaci¨®n permanentemente aplazada por su complejidad. La delegaci¨®n vasca -en la que junto con Ibarretxe participaron el portavoz del PNV en el Congreso, I?aki Anasagasti, y el miembro de la direcci¨®n nacionalista Juan Mar¨ªa Ollora- plante¨® previamente al cupo otra cuesti¨®n espinosa, la transferencia de la formaci¨®n ocupacional al Pa¨ªs Vasco, prevista en el primero de los tres paquetes de traspasos previstos para culminar en el oto?o de 1996 el Estatuto de Gernika.El vicepresidente vasco, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, manifest¨® al t¨¦rmino de la reuni¨®n que "no se hab¨ªa avanzado en cuestiones que son fundamentales a juicio de la Administraci¨®n vasca".

El Gobierno vasco, que recauda sus propios impuestos, pretende incorporar el apartado de formaci¨®n ocupacional de la cuota de los trabajadores de la Seguridad Social y establecer un mecanismo concertado de redistribuci¨®n con la Administraci¨®n central. La aceptaci¨®n de este mecanismo por la Administraci¨®n central, con un comienzo de la ruptura de la caja ¨²nica, crear¨ªa un precedente para el objetivo final que el Gobierno vasco no oculta: el r¨¦gimen concertado de la Seguridad Social.

Este planteamiento cuenta con la firme oposici¨®n del ministro de Trabajo y Seguridad Social, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, que ya se lo ha manifestado al titular para las Administraciones P¨²blicas, Jer¨®nimo Saavedra, al vicepresidente Serra, y al secretario de relaciones pol¨ªticas socialista, Txiki Benegas, representantes del Gobierno y del PSOE en la negociaci¨®n. Gri?¨¢n opina que originar¨ªa un agravio comparativo.

Este primer escollo tiene un tel¨®n de fondo m¨¢s profundo a¨²n, y es la ca¨ªda en picado del cupo, esto es, de la cantidad que el Gobierno vasco tiene que pagar a la Administraci¨®n central por los servicios comunes que ¨¦sta le presta.

Desde 1987 a 1995, el cupo ha disminuido progresivamente de 103.896,2 millones a 17.822 millones (ver cuadro) sobre un presupuesto para este a?o de 715.604 millones. El a?o pasado, la comunidad vasca tuvo que pagar al Estado en concepto de cupo la cifra de 34.000 millones. Las razones de esta ca¨ªda se explican por la menor recaudaci¨®n de las diputaciones vascas a causa de la crisis industrial, los incentivos fiscales y el fraude fiscal.

Como consecuencia de esta situaci¨®n, el desarrollo del Estatuto de Gernika, con el traspaso de nuevas competencias, es previsible que para 1996 arroje un saldo negativo en el cupo. En pura teor¨ªa, esta situaci¨®n es imposible, porque resulta absurdo que el Pa¨ªs Vasco reciba dinero cuando sigue consumiendo servicios del Estado.

La explicaci¨®n se encuentra en la base del propio Concierto econ¨®mico. Por ejemplo, una partida de tanto peso como la Ertzaintza est¨¢ fuera del cupo. A ello hay que a?adir los impuestos no concertados, desde los aranceles a las gasolinas.

Si los escollos econ¨®micos se resuelven, el traspaso de una buena parte de las 45 transferencias solicitadas por la comunidad vasca, para culminar el Estatuto de Gernika, no presentar¨ªa mayores dificultades.

Los negociadores pretenden que los traspasos de buena parte de las 45 competencias solicitadas se realicen en tres fases, la primera de ellas, antes del verano. En este primer paquete figuran algunas de gran trascendencia pol¨ªtica como el personal de la Administraci¨®n de la Justicia y la ya citada formaci¨®n ocupacional. El ¨²ltimo paquete se traspasar¨ªa en el oto?o de 1996, seg¨²n pactaron Felipe Gonz¨¢lez y el lehendakari.