Unas elecciones a la generala
La oposici¨®n quiere convertir el 28 de mayo en la demostraci¨®n del rechazo al Gobierno socialista
Para unos ser¨¢n las elecciones de la conquista, para otros, las de il sorpasso, y para otros, en fin, las de la resistencia. Pero, en cualquier caso, los grandes partidos pol¨ªticos abordan unos comicios en los que s¨¦ est¨¢ jugando el mapa, definitivo o no, del poder en Espa?a. Todos los partidos han llamado a rebato para conseguir sus fines. PP e IU intentan convertirlas en unas generales y el PSOE trata de impedir una fuga masiva de votos.Los nacionalistas conf¨ªan en sacar de esta batalla, entre las grandes formaciones un reforzamiento de sus posiciones. Pero no en todas partes. En Andaluc¨ªa, los andalucistas, fraccionados en el Partido Andalucista y en el Partido Andaluz de Progreso, tendr¨¢n dificil repetir mandato en Sevilla, donde el PSOE juega la baza de uno de sus dirigentes m¨¢s hist¨®ricos, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla. Y Pedro Pacheco se enfrenta al desgaste l¨®gico de 16 a?os de alcald¨ªa.
En Galicia, el presumible descenso socialista otorgar¨ªa una posici¨®n de privilegio al Bloque Nacionalista Galego (BNG), que acapara casi todo el espacio electoral a la izquierda del PSOE. El BNG se ha mostrado dispuesto a acuerdos con los socialistas -que conf¨ªan en el tir¨®n popular de sus candidatos, singularmente de Francisco V¨¢zquez en La Coru?a-, aunque supeditados a un pacto global para toda la comunidad aut¨®noma.
En el Pa¨ªs Vasco todo hace sospechar que funcionar¨¢n las mismas alianzas que en el Gobierno aut¨®nomo para controlar los ayuntamientos. Y en Catalu?a, salvo en Barcelona, donde el actual alcalde, Pasqual Maragall, est¨¢ muy igualado en intenci¨®n de voto al convergente Miquel Roca, los socialistas conf¨ªan en mantener sus ayuntamientos.
El Partido Popular espera consolidar en los municipios y comunidades aut¨®nomas la Ventaja que obtuvo sobre el PSOE, por vez primera, en las europeas del pasado a?o, m¨¢s de nueve puntos de distancia a favor del partido de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. La repetici¨®n de una victoria de proporciones similares representar¨ªa la conquista de niveles intermedios de poder muy considerables, en una operaci¨®n ' similar a la que prepar¨® la victoria socialista en las generales de octubre de 1982.
El reto de la direcci¨®n del PP consiste en ganar en las comunidades aut¨®nomas y capitales importantes con "mayor¨ªa suficiente", expresi¨®n acu?ada para evitar referirse a la "mayor¨ªa absoluta". Aznar ya ha advertido a los suyos que en casi ninguna comunidad- aut¨®noma encontrar¨¢n apoyo de ning¨²n tipo, con las excepciones previsibles de los regionalistas conservadores de Arag¨®n y la Comunidad Valenciana. En el resto, o los populares consiguen mayor¨ªa absoluta o se ven derrotados por coaliciones PSOE-IU, o se ven condenados a gobernar en minor¨ªa frente a la izquierda.
La lecci¨®n la tienen bien aprendida desde las anteriores municipales y auton¨®micas en Madrid. Alberto Ruiz Gallard¨®n gan¨® las elecciones, pero perdi¨® el Gobierno gracias a un pacto entre Joaqu¨ªn Leguina (PSOE) e Isabel Vilallonga (IU).
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