El buen gusto
Se parte el respeto a la pelota. Nadie la maltrata, todos la cuidan. La llevan de un sitio para el otro casi acarici¨¢ndola, procurando el efecto justo, el toque preciso. Se agrupan para tocar y disfrutar, con elegancia, con gusto. Han creado escuela, son propietarios de un estilo que los define antes y despu¨¦s de los resultados.Cuando juega el Ajax, la propuesta es m¨¢s atrac-, tiva y nunca se traicionan ni para lograr el gol que les d¨¦ la victoria, ni para aferrarse a un empate salvador. Por eso, se salvan siempre.
Lo hacen desde siempre, o desde hace tantos a?os que uno se pierde en la memoria. Sus jugadores aparecen muy j¨®venes en primer plano, y desde entonces se enrolan en el placer del buen f¨²tbol. Saben que si ellos tienen la pelota, los contrarios deben correr detr¨¢s si quieren alcanzarla, y no se apresuranpara llegar a la red, porque tambi¨¦n saben que as¨ª es, precisamente, como se llega m¨¢s r¨¢pido. Todo lo hacen con tanta naturalidad, que hasta parece normal que con mucha frecuencia surjan jugadores como Van Basten, Berkamp, Riftaard, Roy, Overmars, y tantos otros que no tienen que confundirse con la referencia hist¨®rica de CruyfF y con el argumento de una identidad tan definida.
Claro que los utilitaristas les piden cuentas a fin de mes, porque ya sabemos que "aqu¨ª lo que importa es ganar y lo dem¨¢s son pamplinas".
Entonces, los llevan a las vitrinas y les muestran copas de todos los colores, antiguas y recientes, nacionales e internacionales, y balances impecables con resultados dif¨ªcilmente igualables. Despu¨¦s los invitan, respetuosamente, a que dejen libre el paso para los que quieran entrar a disfrutar del juego, a los que resucitan ilusiones y dan rienda suelta a las emociones. Pasen y vean se?ores, que empieza la funci¨®n. Juega el Ajax y la alegr¨ªa es una costumbre y el buen gusto una obligaci¨®n.
Cuentan que en un partido, Pipo Rossi, el que jug¨® junto a Di Stefano, regate¨® a un rival dentro de su ¨¢rea, le hizo un ca?o a otro, un sombrero a un tercero y finalmente le quitaron la pelota y le cost¨® un gol. Los compa?eros le miraron con ganas de matarle. "?Y qu¨¦?", dijo Pipo, "si me sale". El Ajax est¨¢ peleando la Copa de Europa jugando como siempre, tocando y tocando, respetando el estilo. Si no la gana, le quedar¨¢ el hermoso consuelo de Pipo Rossi: ?Y si me sale?".
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