El clima de confianza del consumidor desciende desde principios de a?o, seg¨²n los analistas

Los analistas no se ponen de acuerdo en si consumo privado sigue durante los primeros meses del a?o con la pujanza con que, sorprendentemente, termin¨® el ¨²ltimo trimestre de 1994. Apenas hay indicadores concretos que ayuden a saber qu¨¦ est¨¢ ocurriendo y los indicadores subjetivos, como el ¨ªndice de confianza del consumidor, muestran una cierta ca¨ªda en los dos primeros meses del a?o sobre la que a¨²n es pronto para sacar conclusiones.

El consumo privado se ha ralentizado durante los dos primeros meses del a?o actual, se?alan buena parte de los miembros de algunos de los grupos intersectoriales que peri¨®dicamente se re¨²nen e intercambian informaci¨®n sobre la situaci¨®n concreta de sus empresas y sectores. Pero se trata m¨¢s, reconocen ellos mismos, de impresiones que de hechos concretables en cifras.Los ¨²ltimos grupos de este tipo que han mantenido reuniones son el Observatorio Econ¨®mico y el Comit¨¦ de Coyuntura y en ellas se constataron estas mismas opiniones. En estos grupos est¨¢n bancos y cajas de ahorro, empresas constructoras, del sector del autom¨®vil, grandes superficies de distribuci¨®n.

El ¨²nico indicador cualitativo. de que se dispone es el de clima de confianza del consumidor y muestra un empeoramiento de las expectativas desde principios de a?o. "Pero es muy peque?o como para pensar que puede ser permanente", se?alan algunos de los asistentes a la reuni¨®n. "No tenemos informaci¨®n cuantitativa apenas", a?aden, ya que "s¨®lo disponemos de la evoluci¨®n del consumo de gasolinas que registra un escaso crecimiento positivo, de las matriculaciones de autom¨®viles que han desacelerado su ritmo de crecimiento respecto a un a?o ya que entonces crecieron mucho y poco m¨¢s

Uno de los indicadores de consumo m¨¢s utilizado, el ¨ªndice de venta en grandes superficies "ha dejado de ser publicado desde hace meses por el INE que prepara un nuevo indicador sobre comercio minorista", se?ala ?ngel Laborda, director general de previsi¨®n y Coyuntura del Ministerio de Econom¨ªa. La Comunidad de Madrid elabora el suyo propio, pero la modificaci¨®n de horarios ha trastocado la fiabilidad de este indicador tan parcial, se?alan otros analistas.

La evoluci¨®n del negocio de Telef¨®nica sol¨ªa ser otro indicador fiable a la hora de medir una recuperaci¨®n o una crisis.

Pero ahora ha perdido importancia pues es mucho m¨¢s dif¨ªcil saber el grado real de utilizaci¨®n de determinadas l¨ªneas o circuitos. En todo caso, "la evoluci¨®n de contrataci¨®n en telefon¨ªa m¨®vil en los dos primeros meses va por encima de las previsiones del a?o, mientras que en la otra telefon¨ªa se va algo por debajo de lo previsto", dicen en la compa?¨ªa.

Y poco m¨¢s es lo que se sabe. El cr¨¦dito al sector privado viene aumentando, desde hace meses, pero no se diferencia la parte que corresponde a endeudamiento de empresas y la que afecta a las familias. Otra de las inc¨®gnitas es si sigue siendo tan alta la tasa de ahorro de las familias como lo fue en la etapa de la recesi¨®n. Las cifras de 1994 que maneja el Banco de Espa?a parecen mostrar que la propensi¨®n al ahorro se mantuvo muy alta aunque, seg¨²n algunos analistas, "pr¨¢cticamente todo el aumento del consumo privado que tuvo lugar el a?o pasado se debi¨® a la movilizaci¨®n de parte de ese ahorro".

Crisis pol¨ªtica

Lo que se discute ahora es cu¨¢ndo el aumento de la renta disponible de la familias, y la eliminaci¨®n de incertidumbres, permitir¨¢ que el consumo privado crezca no por movilizaci¨®n del ahorro sino por gasto de esa renta. "El aumento de renta disponible vendr¨¢ por el crecimiento del empleo, no por las subidas salariales" dice Laborda. Por eso, mientras no avance m¨¢s el a?o, este aumento del empleo no se concretar¨¢ realmente.

Y una vez que esto ocurra "deber¨¢n desaparecer las incertidumbres a medio plazo que hacen que las familias opten por dedicar una parte importante al ahorro", se?alan los analistas. "Es posible que la situaci¨®n pol¨ªtica retraiga algo el consumo", a?aden "pero la situaci¨®n laboral concreta hace pensarse dos veces cualquier decisi¨®n de compra de un bien de consumo duradero", concluyen.