Umberto Eco presenta en Mil¨¢n la primera enciclopedia 'multimedia' europea
El escritor alerta sobre la "bulimia intelectual" y la insaciable curiosidad in¨²til
La b¨²squeda del saber tiene desde ayer un nuevo y deslumbrante instrumento. Un solo disco compacto legible por ordenador (CD-ROM) ofrece un potent¨ªsimo banco de datos audiovisuales sobre todos los aspectos del siglo XVII: de la filosofia a la pol¨ªtica, de la pintura a la m¨²sica, con las inagotables posibilidades de acceso -por cronolog¨ªa, concepto, nombre, idea o persona relacionada- que da la inform¨¢tica. Umberto Eco, director de este primer volumen de Enciclomedia, la primera enciclopedia audiovisual que se hace en Europa, reconoce que el invento tiene un peligro: puede fomentar la "bulimia intelectual", entendida como insaciable curiosidad in¨²til o dispersi¨®n extrema.
Se puede arrancar, por ejemplo, de la primera p¨¢gina de El Quijote, en una edici¨®n milanesa de 1971 revisada por F. Meregalli, o, mejor a¨²n, de la contemplaci¨®n de Las meninas, recordando inmediatamente que Vel¨¢zquez lo pint¨® para Felipe IV cuando en el reino de N¨¢poles era aplastada la rebeli¨®n de Masaniello, h¨¦roe popular sobre el que Christian Wise, poeta y dramaturgo alem¨¢n, escribi¨® un drama hist¨®rico antit¨¦tico del arte barroco de la ¨¦poca, en el que, en cambio, destac¨® Claudio Monteverdi, del que se oye un fragmento del Lamento de Ariana. Y proseguir por cualquiera de las numerosas v¨ªas abiertas, por ejemplo, hacia la Guerra de los Treinta A?os, que llen¨® el siglo de acontecimientos sociales y de los continuos cambios de fronteras que refleja el mapa animado seleccionado en la pantalla, mientras una voz en off explica la evoluci¨®n de la contienda. Esta capacidad de navegar sin moverse de una silla a trav¨¦s de innumerables hechos, fen¨®menos y ¨¦pocas que, como m¨ªnimo, requerir¨ªan la sucesiva consulta de otros tantos vol¨²menes de alguna importante biblioteca es la caracter¨ªstica clave de la multimedialidad y su arma suprema.Lo sostiene Eco cuando afirma que el disco compacto est¨¢ llamado a sustituir a los repertorios y enciclopedias, "pero no a los libros de profundizaci¨®n o reflexi¨®n filos¨®fica ni a las obras literarias", y lo confirma Aldo Schiavone, historiador y responsable del aspecto hist¨®rico de esta "gu¨ªa multimedi¨¢tica de la civilizaci¨®n europea", quien estima que "el hipertexto acerca la historia al funcionamiento natural del cerebro humano, que percibe como simult¨¢neo lo que en los libros s¨®lo se puede mostrar sucesivamente debido a la linealidad de la escritura".
El disco multimedi¨¢tico permite, en cambio, saltar instant¨¢neamente "de la m¨²sica a la filosof¨ªa y de la pol¨ªtica a la pl¨¢stica". Facilita, seg¨²n el autor de El p¨¦ndulo de Foucault y de El nombre de la rosa, desde constataciones inmediatas sencillas, pero complicadas para un estudiante, como que Caravaggio y Descartes no pudieron conocerse porque un lapso de 14 a?os separa sus vidas relativamente contempor¨¢neas, hasta investigaciones complejas sobre la contemporaneidad de determinados acontecimientos de la f¨ªsica o la econom¨ªa.
Enciclomedia, que continuar¨¢ pr¨®ximamente hasta el siglo XX y que su director querr¨ªa extender retroactivamente "hasta el Neanderthal", a fin de completar un fondo de datos "que ser¨ªa entonces m¨¢s importante que la Enciclopedia Brit¨¢nica", ofrece al navegante, seg¨²n Eco, los instrumentos m¨¢s modernos desarrollados hasta ahora.
El peque?o CD-ROM desarrollado por Olivetti en dos a?os con un coste de 1,5 billones de liras (m¨¢s de cien millones de pesetas), seg¨²n datos de la empresa, contiene, en efecto, una biblioteca de 200 vol¨²menes ordenados en seis cap¨ªtulos: historia, literatura y teatro, m¨²sica, filosofia, ciencia y tecnolog¨ªa y artes visuales. En los textos de los libros hay palabras seleccionadas que remiten a unas diez mil fichas de consulta inmediata, las cuales, a su vez, abren nuevas referencias terminol¨®gicas y bibliogr¨¢ficas. Una especie de sabueso permite reconstruir en cualquier momento el recorrido de la propia investigaci¨®n, que depende del estudioso
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