"La pesca fue la principal causa del 'no' a la UE"
ENVIADO ESPECIALEl rey Harald de Noruega, de 58 a?os, se muestra preocupado por la posibilidad de que la pesca acabe extingui¨¦ndose en el mar y una parte importante de la poblaci¨®n noruega se quede sin medios de subsistencia, seg¨²n expone en la entrevista mantenida con EL PA?S con motivo de su visita oficial a Espa?a entre los pr¨®ximos d¨ªas 25 y 28, junto con la reina Sonia, de 57 a?os. La importancia que los noruegos atribuyen a la pesca qued¨® reflejada en el rechazo al ingreso en la Uni¨®n Europea por temor a que los espa?oles, entre otros, entrasen a saco en sus caladeros. Los dos reyes se sienten orgullosos de no tener aristocracia ni corte en su pa¨ªs, y de contribuir a la estabilidad de una de las naciones m¨¢s desarrolladas del mundo, con un alto nivel de igualdad social.
La entrevista se desarroll¨® en el despacho del rey Harald en el Palacio Real de Oslo, situado en una colina desde donde se domina parte de la ciudad. Sobre la mesa de trabajo se acumulan los papales y, a espaldas del Rey, una hilera de revistas noruegas y una estanter¨ªa con libros y trofeos. Es una estancia grande y luminosa, pero sin pretensiones, con una mesa de reuniones para un m¨¢ximo de ocho personas, algunos cuadros del siglo XIX, varias fotos de familia y tres o cuatro jarrones con flores. El palacio lo utiliza la familia real, integrada, adem¨¢s de los Reyes, por sus dos hijos, Marta Luisa, de 23 a?os, y el pr¨ªncipe heredero, Haakon Magnus, de 21, para el trabajo oficial. La familia reside en Skaugum, una casa de campo con explotaci¨®n agr¨ªcola y ganadera incorporada, a 20 kil¨®metros de Oslo.
Pregunta. ?Cree que el contencioso pesquero entre Espa?a y Noruega puede perjudicar las relaciones entre los dos pa¨ªses?
Rey Harald. Espero que no, y deseo que el problema se solucione en tomo a la mesa de negociaciones. En este pa¨ªs tenemos una importante poblaci¨®n pesquera, y fue precisamente la pesca la causa principal de que Noruega decidiese en su ¨²ltimo refer¨¦ndum no entrar en la Uni¨®n Europea. Se ha producido un exceso de pesca incluso en nuestras propias aguas. Todo el mundo quiere pescar en nuestra zona y eso no es justo. Sabemos que la pesca va de aguas territoriales a aguas internacionales y viceversa, pero si en ¨¦stas se captura sin control la pesca desaparece. Por tanto, el gran problema radica en d¨®nde se puede pescar, c¨®mo se pesca qui¨¦n pesca y qu¨¦ autoridad internacional controla los caladeros. No hay todav¨ªa una organizaci¨®n internacional que lo controle. Creo que tanto Espa?a como Noruega est¨¢n de acuerdo en que haya una regulaci¨®n para que no se extingan los caladeros. No queremos que un d¨ªa no se pueda pescar porque los mares est¨¦n vac¨ªos.
P. ?Tienen las monarqu¨ªas futuro en el mundo de hoy?
R. H. Las monarqu¨ªas hoy est¨¢n. precisamente en los pa¨ªses m¨¢s estables del mundo, y me refiero al tipo de monarqu¨ªas como la noruega y la espa?ola. Claro que siempre se puede preguntar cu¨¢les son los pros y los contras; y si el pa¨ªs es estable por la monarqu¨ªa o la monarqu¨ªa lo es porque es estable el pa¨ªs. La verdad es que no tengo respuesta a eso. Pero, en el caso concreto de mi pa¨ªs, si usted pregunta a cualquiera le dir¨¢ que est¨¢ muy satisfecho con la monarqu¨ªa.
P. ?En qu¨¦ basa esa popularidad?
R. H. En dos cosas: en que mi familia ha sido elegida por el pueblo y hoy cuenta con el apoyo del 80% de los noruegas, y en que mi abuelo (Haakon VII) encabez¨® e impuls¨® la resistencia contra la invasi¨®n de nuestro pa¨ªs por la Alemania nazi durante la II Guerra Mundial.
P. ?Hay oposici¨®n republicana en Noruega?
R. H. Casi insignificante.
P. ?Y qu¨¦ papel ejerce la aristocracia?
Reina Sonia. (muy enf¨¢ticamente) Aqu¨ª no hay aristocracia ni corte. Eso fue abolido.
P. El Estado de bienestar, uno de los grandes logros de Noruega, est¨¢ en crisis. ?Les preocupa esto?
R. H. Es un tema que est¨¢ empezando a ser debatido en este pa¨ªs. El Gobierno considera que si somos capaces de planificar anticipadamente ser¨¢ posible mantener el Estado de bienestar. En Noruega a¨²n no hemos tenido la experiencia del declive del Estado de bienestar, y, por tanto, no representa un gran problema, aunque en un futuro puede afectarnos como a otros pa¨ªses.
P. ?Usted puede definirse como Monarca de un pa¨ªs socialista con democracia parlamentaria?
R. H. S¨ª, al menos por ahora.
P. Noruega es un pa¨ªs que siempre se ha mostrado bastante reticente a admitir extranjeros.
R. H. Tratamos de cumplir con nuestras obligaciones de acuerdo con las resoluciones de la ONU. La filosof¨ªa del Gobierno es ayudar a los refugiados en su propio pa¨ªs antes de llegar al nuestro. Este sistema es mejor para ellos y para nosotros.
P. ?Es dif¨ªcil ser rey en Noruega?
R. H. En cierto sentido es m¨¢s f¨¢cil en mi pa¨ªs que en otros. Noruega es un pa¨ªs peque?o. Tiene poco m¨¢s de cuatro millones de habitantes.
P. ?C¨®mo mantener la vida oficial separada de la vida privada?
R. H. Es muy dif¨ªcil. Tratamos de hacerlo lo mejor que podemos.
R. S. En eso somos muy afortunados, porque vivimos en un pa¨ªs poco poblado y podemos ir a esquiar, a navegar, al campo pasando desapercibidos.
P. Dicen que ustedes son los reyes m¨¢s pobres del mundo.
R. H. (Riendo) ?Ya me gustar¨ªa no serlo!
P. Muchos noruegos viven en Espa?a todo o parte del a?o. ?Cree que esto contribuye a que se conozcan mejor los dos pa¨ªses.
R. S. No. No lo creo porque los noruegos se suelen concentrar s¨®lo en una parte de Espa?a, all¨ª donde hay sol, y no viajan por el resto del pa¨ªs. Es incre¨ªble cu¨¢ntos escandinavos viven en Mallorca, con tantas cosas maravillosas que ver en Espa?a. He visitado sus magn¨ªficas ciudades hist¨®ricas: C¨®rdoba, Sevilla, Toledo, Barcelona, incluso Almagro, con su hermosa plaza.
Los dos reyes se consideran tambi¨¦n con suerte por haber tenido una educaci¨®n nada especial, la misma que est¨¢n dando a sus hijos, lo que les permite mantenerse en contacto con la realidad. Del rey Juan Carlos encuentran atractiva su personalidad. "Se parece mucho a mi marido", dice la reina Sonia. "Los dos tienen un gran sentido del humor". De la reina Sof¨ªa admiran su cultura. Conocen a las infantas Elena y Cristina, pero no al pr¨ªncipe Felipe.
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