El 'informe Crillon'
De entre las muchas sorpresas, esc¨¢ndalos, mentiras, desmentidos y ruido, de todo lo cual no acabamos de salir, si hay algo que no me llama la atenci¨®n es el informe Crill¨®n. Y como creo que estamos perdidos por los complejos meandros de procesos pol¨ªtico-judiciales en los que el medio acaba siendo fin y lo accesorio, esencial, bueno ser¨¢ intentar separar el trigo de la paja. Si mi informaci¨®n es correcta, los hechos son (presuntamente, por supuesto) los siguientes: la vicepresidencia del Gobierno encarga, a trav¨¦s del director de la Guardia Civil, a una agencia internacional de detectives (por lo dem¨¢s acreditada) la preparaci¨®n de un dossier sobre el se?or Conde (quiz¨¢s otro sobre De la Rosa), informaci¨®n que es pagada con fondos reservados. Pues bien, declaro sinceramente que tal proceder no s¨®lo me parece normal sino casi obligado y, aunque comprendo el desmentido del vicepresidente (estas cosas no se hacen, si se hacen no se dicen, y en todo caso se niegan), no s¨¦ si tiene mejor defensa negando o aceptando.Las razones son obvias. Que el se?or Conde no era trigo limpio era un secreto a voces desde poco despu¨¦s de su fulgurante ascenso a la c¨²pula del Banesto. Que cobraba comisiones por las ventas que efectuaba el banco, que estaba llevando al desastre a la instituci¨®n que presid¨ªa, que ten¨ªa oscuros (y alocados) proyectos pol¨ªticos y que estaba blindando todo ello mediante insensatas inversiones en medios de comunicaci¨®n y proyectos de imagen, todo ello y mucho m¨¢s era una generalizada sospecha para todo el mundo, incluso para quienes le presentaban en primera p¨¢gina de sus peri¨®dicos como "ejemplo y modelo de financiero". En resumen, el se?or Conde ten¨ªa un inmenso poder econ¨®mico y una inmensa ambici¨®n pol¨ªtica, y utilizaba mal lo uno y lo otro. Era, pues, un peligro, un riesgo de seguridad, no s¨®lo econ¨®mico, sino tambi¨¦n pol¨ªtico.
Pues bien, para precavernos frente a esos (y otros) peligros tenemos gobiernos. ?No es no ya prerrogativa sino casi obligaci¨®n de un Gobierno responsable estar informado de las andanzas de un personaje claramente peligroso? Y si quiere estar informado, ?no es razonable que lo intente a trav¨¦s del director de la Guardia Civil, por muy impresentable que haya resultado luego? Y como se necesita dinero para pagar esa informaci¨®n, ?no est¨¢n los fondos reservados justamente para esas operaciones? Por supuesto, cabe preguntarse si no hubiera sido m¨¢s correcto intentar adquirir esa informaci¨®n a trav¨¦s del Cesid o alg¨²n organismo oficial. Quiz¨¢s. Pero, de entrada, no veo la diferencia jur¨ªdica. Y adem¨¢s, qu¨¦ narices sabemos nosotros de todo ese tinglado; puede que el Cesid estuviera infiltrado por Conde (ten¨ªa a varios ex agentes a su servicio); puede que no estuviera capacitado para el tipo de investigaci¨®n financiera que la operaci¨®n requer¨ªa; puede que Crillon fuera al final m¨¢s barato. No es cuesti¨®n, creo, que nos interese mucho comparado con el obvio inter¨¦s de poner coto a un sujeto peligroso.
M¨¢s bien me pregunto c¨®mo se dej¨® que el tema llegara tan lejos y c¨®mo no se investig¨® antes, pues, de haberlo hecho as¨ª, puede que los espa?oles nos hubi¨¦ramos ahorrado una buena parte del medio bill¨®n largo de pesetas que nos ha costado el se?or Conde. De modo que, en mi modesta opini¨®n, bien pagado est¨¢ el informe Crillon si con ello el Gobierno evit¨® un mayor deterioro de una instituci¨®n bancaria de la importancia del Banesto. Y que ello pueda ser considerado delito me causa pasmo y asombro.
Por supuesto que debe investigarse el enriquecimiento de Rold¨¢n y la trama de Interior; por supuesto que deben aclararse las circunstancias del horrible asesinato de Lasa y Zabala; por supuesto el Gobierno deber¨ªa dejar de toquetear todas las instituciones judiciales para teledirigir los asuntos camino de jueces fieles (es decir partidistas); y por supuesto que debenos exigir responsabilidades pol¨ªticas (y no s¨®lo judiciales) por todo ello, incluso si el Gobierno actual dura 25 a?os como imperialmente proclama su presidente. Pero por favor, no nos liemos con asuntos que no lo son. Bastante tenemos con los que s¨ª son.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Mario Conde
- Ministerio de Defensa
- V Legislatura Espa?a
- Banesto
- Presidencia Gobierno
- Gobierno de Espa?a
- Ministerios
- Legislaturas pol¨ªticas
- PSOE
- Gobierno
- Corrupci¨®n
- Fuerzas seguridad
- Seguridad nacional
- Empresas
- Espa?a
- Delitos
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n Estado
- Defensa
- Pol¨ªtica
- Econom¨ªa
- Administraci¨®n p¨²blica
- Justicia