Jerusal¨¦n en el Taju?a
Unos 40.000 visitantes abarrotaron ayer las calles de Morata para seguir la Pasi¨®n de Jes¨²s
Cuando el sol estaba a punto de ocultarse bajo los tejados de Morata de Taju?a (5.270 habitantes), el silencio era absoluto. Los miles de visitantes que abarrotaban las plazas y las calles del pueblo ten¨ªan sus ojos fijos en un altozano de las afueras. La novena Pasi¨®n de Morata de Taju?a iba a comenzar.Una pieza de m¨²sica cl¨¢sica inund¨®, a trav¨¦s de altavoces, todos los recovecos del pueblo. Una potente voz de hombre comenz¨® a recitar: "Bienaventurados los limpios de coraz¨®n...". Trece actores aficionados (Jesucristo y los doce ap¨®stoles), integrantes del grupo de teatro Tal¨ªa, obraron entonces el primer milagro. Morata empez¨® a desaparecer al tiempo que una Jerusal¨¦m de hace 2.000 a?os despuntaba junto al Taju?a.
La Pasi¨®n de Morata dura tres horas. Los actores recorren en este tiempo las principales v¨ªas del casco urbano. Las plazas y las calles se convierten, a su paso, en escenarios de la vida de Cristo. Nueve cuadros esc¨¦nicos componen la representaci¨®n: desde el serm¨®n de la monta?a hasta la resurecci¨®n final.
S¨®lo existe un problema. El pueblo no es el¨¢stico. A las nueve de la noche, por ejemplo, decenas de miles de personas inundaban la avenida principal. "?Qu¨¦ barbaridad! Yo creo que nunca ha venido tanta gente", aseguraba el vecino ?ngel S¨¢nchez. "Han llegado autocares de toda Espa?a. Y tambi¨¦n hay muchos grupos de japoneses", a?ad¨ªa.
Seg¨²n el concejal de Cultura, Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez, independiente, "las agencias de viajes ya anuncian la Pasi¨®n de Morata en sus excursiones de Semana Santa". Los responsables de esta representaci¨®n calculan en m¨¢s de 40.000 personas las que se acercaron ayer hasta el municipio.
El origen de esta tradici¨®n se remonta a varios siglos atr¨¢s, cuando en los autos sacramentales se representaban las Sagradas Escrituras para conocimiento del pueblo.
Hace nueve a?os, el m¨¦dico local, F¨¦lix Mart¨ªn del Moral, decidi¨® recuperar la tradici¨®n. Ayudado por el grupo de teatro local y por una importante parte del pueblo (se calcula que intervienen entre actores y tramoyistas cerca de mil vecinos) puso en marcha la primera Pasi¨®n de Morata. De esta manera, el librero del pueblo se convierte en Poncio Pilato, el transportista en Judas, un ama de casa en la Virgen Mar¨ªa y el hijo de Jos¨¦ Mora (casualmente un carpintero de la localidad) en Jes¨²s de Nazareth.
"Lo m¨¢s curioso es que mi mujer se llama Mar¨ªa y que mi hijo [Fernando, que hace de Jes¨²s] tambi¨¦n es carpintero", comenta Jos¨¦ con una amplia sonrisa..
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