Muster fue una locomotora
El sueco Larsson confes¨®, tras perder la final en tres mangas, que se sent¨ªa arrollado por un tren
MANEL SERRAS El God¨® 1995 tuvo un gran campe¨®n. Thomas Muster se convirti¨® ayer en el primer austriaco que gana el torneo de Barcelona. A sus 27 a?os, Muster no es un tenista consagrado. Este calificativo s¨®lo lo lograr¨¢ si alg¨²n d¨ªa consigue ganar un t¨ªtulo del Grand Slam. Y por el momento ¨¦sta es la mayor laguna de su carrera deportiva. Sin embargo, su historial tiene ya algunos aspectos brillantes. Ha ganado 26 t¨ªtulos, entre los que se encuentran los de los mejores torneos del circuito. Y ayer sum¨® a esa lista el de Barcelona. Super¨® en la final al sueco Magnus Larsson, 12? mundial, por 6-2, 6-1, 6-4 en 1 hora y 34 minutos. Larsson, de 25 a?os, confes¨®, tras salir de la pista, que se sent¨ªa arrollado por una locomotora.
Ni Muster ni Larsson son jugadores carism¨¢ticos. Si alguien pregunta por ellos es probable que se encuentre con caras de duda o con expresiones como ¨¦sta: "Apenas les conozco". Es cierto que el austriaco se ha con vertido en la bestia negra de los tenistas espa?oles, a los que ha ganado 11 veces consecutivas desde mediados del a?o pasado. Y tambi¨¦n lo es que su cara ha aparecido muchas veces en la pantalla del televisor o en las fotograf¨ªas de las revistas: ha ganado 26 torneos y eso tiene su merito. Para Larsson lo m¨¢s importante de su carrera fue llegar a las semifinales de Roland Garros el a?o pasado, donde perdi¨® con Berasategui.
Pero ni Larsson ni Muster han disputado ninguna final del Grand Slam. Y es ah¨ª donde se gana la gloria. Tal vez por ello, en el fondo siguen siendo dos grandes desconocidos. De Muster se conoce una triste y aleccionadora historia. En 1989, cuando ten¨ªa 21 a?os y . era considerado el tenista con m¨¢s futuro, tuvo un accidente que le mantuvo un a?o alejado de las pistas. Un coche arroll¨® al suyo cuando ¨¦l met¨ªa las bolsas en el maletero. Sufri¨® lesiones en las dos rodillas, pero sigui¨® entren¨¢ndose gracias a una silla que le fabricaron especialmente. De Larsson nadie sabe nada. Datos deportivos, todos los que se quiera. Pero su vida personal es una inc¨®gnita, todav¨ªa. ning¨²n periodista se ha interesado a fondo por ella.
Sin embargo, salta a la vista que Muster y Larsson entienden la vida de una forma muy distinta. Mientras que el austriaco es un nervio que necesita saltar y moverse constantemente para que salga su energ¨ªa, el sueco mantiene una actitud calmada, reposada y sin ning¨²n tipo de estridencias. Como algunos de sus antecesores en el God¨® -Bjorn Borg y Mats Wilander-, no exterioriza casi nunca sus sentimientos.Sobre la pista es donde se descubre todo eso. Muster act¨²a como un robot programado para correr tras cualquier cosa que se mueva sobre el terreno. Parece inhumano. Corre como un loco, se entrega como un animal, alcanza bolas incre¨ªbles y logra golpes mortales. Larsson lo piensa todo. Est¨¢ concentrado, medita sus errores, intenta buscar soluciones cuando las cosas no funcionan y mantiene la calma.
Pero ante Muster nada de eso le sirvi¨®. Comenz¨® mal el partido y se vio impotente para enderezarlo. "Es como si me hubiera apisonado una m¨¢quina de tren", confes¨® tras abandonar la pista central del RCT Barcelona, que ayer no se llen¨® por completo. "Es un luchador. Hay que respetar su juego, sobre todo en pistas lentas y con este tipo de bolas. Tiene todo mi cr¨¦dito".
La superioridad de Muster qued¨® patente en el hecho de que en todo el partido s¨®lo afront¨® dos bolas de break que acab¨® salvando. En cambio, realiz¨® seis roturas de saque sobre Larsson. El sueco no tuvo ninguna opci¨®n. Pero no se desesper¨®. Intent¨® cambiar el tipo de juego: pegar fuerte, mandarle bolas flojas, subir a la red. Pero todo encontraba la justa r¨¦plica por parte del austriaco. Y como todos sus rivales del God¨®, tambi¨¦n Larsson acab¨® rindi¨¦ndose ante la evidente superioridad f¨ªsica y mental de Muster.
"El p¨²blico no pareci¨® muy seducido por mi juego al principio, pero creo que hoy lo ha apreciado", confes¨® el austriaco. La victoria le permiti¨® elevar su list¨®n: ahora son ya 19 las finales consecutivas que ha ganado y 25 los t¨ªtulos en tierra.
Muster entrar¨¢ con todos los honores en el palmar¨¦s del God¨®. Ha ganado una de las mejores ediciones. Pero cabe pensar que la calidad de los participantes al menos se mantendr¨¢ en el futuro. El torneo barcelon¨¦s se disputar¨¢ una semana m¨¢s tarde a partir del pr¨®ximo a?o, e inmediatamente despu¨¦s comenzar¨¢ el de Montecarlo. Los grandes jugadores ver¨¢n en estos dos Championships Series un pastel m¨¢s apetecible.
En la final de dobles, Trevor Kronemann (EE UU) y David MacPherson (Australia) vencieron a Andrea Gaudenzi (Italia) y Goran Ivanisevic (Croacia) por 6-2, 6-4.
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