La crisis pesquera mundial sobre la mesa
Si alg¨²n efecto positivo ha tenido el poco afortunado desarrollo de la guerra del flet¨¢n habr¨¢ sido el de poner al fin sobre las mesas de pol¨ªticos, periodistas y opini¨®n p¨²blica una cuesti¨®n de la que nadie parec¨ªa querer hablar: la crisis pesquera mundial.La FAO alert¨® en 1993 sobre el hecho de que las capturas de la mayor¨ªa de pesquer¨ªas del mundo han excedido los niveles en los que los stocks pueden regenerarse por s¨ª solos. Las estad¨ªsticas detallan el aumento explosivo de las capturas, que pasaron de 20 millones de toneladas en 1950 a 86 millones en 1989. Los desembarcos alcanzaron su m¨¢ximo ese a?o y empezaron a disminuir. Una advertencia de que se hab¨ªan sobrepasado los l¨ªmites; hay demasiados barcos para capturar cada vez menos peces.
En los dos ¨²ltimos a?os, los s¨ªntomas de la crisis pesquera mundial han aumentado. Los caladeros, presionados hasta el l¨ªmite, siguen siendo esquilmados. Cientos de miles de pescadores han perdido sus empleos. La investigaci¨®n pesquera y los Gobiernos se han quedado muy por detr¨¢s de los r¨¢pidos avances en tecnolog¨ªa pesquera, y la sobre explotaci¨®n de los stocks es la regla en lugar de la excepci¨®n. En vez de afrontar recortes dr¨¢sticos en sus flotas, las naciones discuten sobre qui¨¦n se llevar¨¢ lo poco que queda de los esquilmados caladeros.
En documentos de la ONU se afirma que la "era dorada" de la pesca ha terminado, y advierte la reducci¨®n del 5% en los desembarcos desde 1989. La FAO concluye que el 70% de los stocks est¨¢n "totalmente explotados, sobreexplotados o esquilmados". Aunque la flota mundial utiliza equipos cada vez m¨¢s sofisticados e invierte m¨¢s tiempo en sus operaciones, la cantidad y la calidad de las capturas sigue disminuyendo. Existen numerosos ejemplos del colapso pr¨¢cticamente irreversible de muchas pesquer¨ªas. El m¨¢s notable es el de los stocks de bacalao de Terranova. Antes uno de los mayores bancos de pesca de todo el mundo, est¨¢n ahora "comercialmente extintos". Los stocks han ca¨ªdo en picado a pesar de la moratoria en vigor desde 102. El Ministerio de Pesca de Canad¨¢ reconoce que la biomasa ha disminuido de 400.000 toneladas en 1990 a s¨®lo 2.700 toneladas en 1994. Este stock no muestra signos de recuperaci¨®n, y alrededor de 30.000 pescadores han perdido su empleo en Terranova. La verdad es que Canad¨¢ no es el pa¨ªs m¨¢s adecuado para dar lecciones de pesca responsable, aunque ciertamente esas lecciones no le vendr¨ªan mal a la flota espa?ola, si el profesor fuese otro.
A pesar de los evidentes signos- que apuntan a un inminente desastre ecol¨®gico, econ¨®mico y social, los astilleros contin¨²an fabricando buques pesqueros, equipados con nuevos sistemas para localizar, capturar y procesar el pescado. En un mundo regido por el liberalismo econ¨®mico, los Gobiernos contin¨²an, sin embargo, subvencionando la construcci¨®n, equipamiento y el combustible de, las flotas pesqueras. La flota mundial est¨¢ en bancarrota: los costes anuales de producci¨®n de la misma sobrepasan los 92.000 millones de d¨®lares anuales, mientras el valor desembarcado no alcanza los 70.000 millones. Los 22.000 millones de p¨¦rdidas se cubren con los impuestos de los contribuyentes.
Frente a esta situaci¨®n, los armadores contin¨²an haciendo migrar sus flotas de un caladero a otro, provocando un n¨²mero creciente de guerras pesqueras. Greenpeace ha contabilizado actualmente 26 conflictos pesqueros entre distintos pa¨ªses.
La soluci¨®n no es buscar nuevos caladeros, mejorar la tecnolog¨ªa, crear empresas mixtas o abanderar los pesqueros bajo pabellones de conveniencia. La dura realidad es que s¨®lo una reducci¨®n global de la flota y la pr¨¢ctica de una pesca responsable, disciplinada y controlada podr¨¢ dar respuesta a la crisis pesquera mundial. Pero eso es algo que no gusta o¨ªr. En Greenpeace lo sabemos.
Xavier Pastor es bi¨®logo pesquero y presidente de Greenpeace Espa?a.
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