El tenor en palacio

C¨¢tedra Fundaci¨®n Areces, de canto., La reina Sof¨ªa abri¨® las puertas del sal¨®n de columnas del Palacio Real a la Escuela Superior de M¨²sica Reina Sof¨ªa, que fundara y preside Paloma O'Shea, para la presentaci¨®n de su c¨¢tedra m¨¢s reciente: la de Canto, cuyo titular es Alfredo Kraus, asistido por el tenor Suso Mariategui y el pianista Edelmiro Arnaltes. Era l¨®gico que el centro dedicara la sesi¨®n a Fern¨¢ndez Cid, muerto hace unas semanas, decano de la cr¨ªtica madrile?a y patrono de la escuela y de la fundaci¨®n Alb¨¦niz. Entre las pasiones musicales de Antonio Fern¨¢dez Cid, la l¨ªrica ocupaba en su vida un lugar de excepci¨®n.Tras unas palabras prologales de Paloma O'Shea, de Suan Manuel Mingo, en nombre de la Fundaci¨®n Areces que sostiene la c¨¢tedra, y del divo-profesor Alfredo Kraus, escuchamos a un grupo de cantantes nacidos entre 1964 y 1971, muy bien acompa?ados por el pianista brasile?o Kennedy Moretti y con la colaboraci¨®n magistral, en dos casos, del violonchelista Asier Polo.

Tres sopranos y cuatro tenores alternaron o se conjuntaron en la interpretaci¨®n de lieder, canciones y fragmentos de ¨®pera. El joven madrile?o Fernando Asensio posee una voz bonita, aunque no muy grande, que acusa el impacto del estilo krausista, lo que le sucede tambi¨¦n al riojano Jorge El¨ªas -especialmente acertado en Tosti-, mientras el venezolano Aquiles Machado, de amplias facultades, consigui¨® un acertado Turina (Los dos miedos, Cantares), un expresivo In gemisco del Requiem verdiano y una razonable adecuaci¨®n en el d¨²o de El cir d'amore en uni¨®n de Mar¨ªa Luisa Mart¨ªn Espada, de M¨¦rida. Esta soprano mostr¨® sus dones. en la Serenata de Bral¨ªnis y en un aria de Cosi fan tutte.

Una obra en marcha

Con Granados por bandera, la barcelonesa Olga Serra demostr¨® su ligaz¨®n familiar con Alicia de la Rocha, despu¨¦s de que la madrile?a Milagros Poblador, ya conocida, luciera su timbre delicado y su buen arte, vencedor de alg¨²n titubeo en la afinaci¨®n, en Schubert (Hirt auf dem Felsen). La pamplonica Carmen Montoya incidi¨® en Brahms y se uni¨® a Jorge El¨ªas en Mozart para decirnos la importancia de sus medios.

Tras unos pocos meses de trabajo de los alumnos con sus maestros, el concierto ten¨ªa car¨¢cter de anuncio y ser¨ªa err¨®neo extraer consecuencias m¨ªnimamente definitivas. La obra est¨¢ en marcha, y por la uni¨®n de la escuela y la Fundaci¨®n Areces, Alfredo Kraus deja la estela de su manera y de su t¨¦cnica, que el doctor Tapia somete a riguroso an¨¢lisis cient¨ªfico. Al mismo tiempo, despreciando el paso del tiempo, el tenor mantiene vivo su prxestigio sobre los primeros escenarios l¨ªricos del mundo.