Sorpresa en Francia
HUBO SORPRESA y no peque?a ayer en la primera ronda de las elecciones presidenciales en Francia. El candidato del Partido Socialista, Lionel Jospin, ridiculiz¨® todos los pron¨®sticos y sondeos y se erigi¨® en candidato m¨¢s votado, con cerca del 24% de los voto s. Horas antes, incluso sus seguidores dudaban de que pudiera situarse en segundo lugar y acceder as¨ª a la ronda definitiva, a celebrar el d¨ªa 7 de mayo, en que los dos candidatos m¨¢s votados de la jornada de ayer pugnar¨¢n por su entrada al El¨ªseo.Jospin puede estar sorprendido de su ¨¦xito en movilizar al voto de izquierdas en fuga y des¨¢nimo por esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, frustraci¨®n con, el legado de Mitterrand y derrotismo por la retirada del candidato estrella del socialismo, Jacques Delors. Pero m¨¢s sorprendido, y mucho m¨¢s desagradablemente por cierto, debi¨® recibir ayer los primeros resultados preliminares el candidato del RPR, Jacques Chirac, firme favorito desde hace semanas. Con un 20% estuvo a punto de ser derrotado en la lucha por el segundo puesto por el otro candidato de la derecha, el primer ministro, ?douard Balladur, y quedar as¨ª eliminado de la, carrera a la presidencia.
Finalmente, no ha sido as¨ª y es Balladur, que hace unos meses era el favorito a suceder a Mitterrand, quien queda fuera de la segunda ronda al faltarle en torno a un punto para superar a Chirac. El duelo de la segunda ronda no ser¨¢, por tanto, entre los dos candidatos de la derecha como muchos esperaban. Y aunque Chirac sigue siendo el favorito de la victoria final, ya que la mayor parte del voto de Balladur le apoyar¨¢, los resultados de ayer demuestran que ni el candidato socialista estaba tan derrotado desde un principio ni los de la derecha han logrado convencer al electorado.. Y quiz¨¢ muchos piensen ahora que si un candidato de urgencia como Jospin ha logrado este resultado, qu¨¦ hubiera sucedido si el PS hubiera logrado convencer finalmente a Delors para asumir la candidatura.
El mapa pol¨ªtico franc¨¦s no ha saltado en a?icos como se vaticinaba. Si logra movilizar en la segunda ronda al voto comunista y al marginal de, la ultraizquierda -y quiz¨¢ tambi¨¦n cierto voto de protesta que ha favorecido a otros candidatos-, Jospin puede tener el pr¨®ximo d¨ªa 7 un resultado muy por encima de sus expectativas iniciales. Es dif¨ªcil pensar que sea suficiente para llegar al El¨ªseo. Pero s¨ª puede servir para iniciar la reconstrucci¨®n de su propio partido.
Sin trascendencia para la carrera presidencial, pero sin duda preocupante para todos los dem¨®cratas, es el s¨®lido resultado del ultraderechista Le Pen, que logr¨® en torno al 15% de los votos.
La de ayer no fue una jornada de entusiasmos. M¨¢s bien, al contrario. Y si el incremento de la abstenci¨®n y el voto desganado pueden atribuirse a la campa?a realizada por los principales candidatos, gris y vac¨ªa de ideas, no es del todo ajeno a ello el hombre que abandona el El¨ªseo. El presidente Fran?ois Mitterrand reconstruy¨® la izquierda francesa en los a?os setenta y personific¨® su ilusi¨®n e idea de progreso en la primera mitad de los ochenta. A partir de ah¨ª, en el mejor de los casos, ha sido un factor de continuidad resignada. En el peor, ha Contribuido a desprestigiar a la pol¨ªtica y su clase.
Su talento diplom¨¢tico y su vocaci¨®n europe¨ªsta hicieron de ¨¦l un l¨ªder de talla mundial, respetado fuera de su patria. En Francia, donde se han visto de cerca los aspectos m¨¢s negativos de su personalidad, sus abusos y sus falsedades, su arbitrariedad, vanidad y pompa, la percepci¨®n es distinta. Y pocos se sienten capaces de negar que su segundo septenato, desde 1988, arroja un balance negativo.
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